Un descenso al infierno en dibujos
La pel¨ªcula de animaci¨®n israel¨ª 'Waltz with Bashir', sobre las matanzas de Sabra y Chatila, emociona en Cannes - El argentino Pablo Trapero seduce con 'Leonera'
Hace unos a?os, el Festival de Cannes tuvo la originalidad o la osad¨ªa de incluir en su habitualmente solemne secci¨®n oficial una pel¨ªcula de dibujos animados, protagonizada por un ogro desamparado y una princesa fea. Shrek no se llev¨® ning¨²n premio pero permanece en mi recuerdo como la pel¨ªcula m¨¢s divertida e ins¨®lita de aquella edici¨®n. Desde entonces, el cine de animaci¨®n compite frecuentemente en los festivales, ha perdido su injusta condici¨®n de g¨¦nero menor, puede optar a los galardones m¨¢s ansiados.
Este tipo de pel¨ªculas, que asociamos consciente y subconscientemente con la risa y con el p¨²blico infantil, tambi¨¦n puede servir para revivir horrores, para conseguir que el espectador se angustie, se le revuelva el cuerpo y la cabeza, para hacerle pensar y sentir. Acaba de ocurrir con la pel¨ªcula Waltz with Bashir, firmada por Ari Folman, un se?or israel¨ª que, adem¨¢s de un talento estremecedor, posee una valent¨ªa y una capacidad de riesgo admirables, alguien que puede despertar odio letal entre sus paisanos m¨¢s fanatizados por atreverse a resucitar en el cine la matanza de refugiados palestinos en Sabra y Chatila.
'Leonera', sobre el mundo carcelario, evita la moralina y la manipulaci¨®n
A Hollywood, tan ancestral y l¨®gicamente obsesionado con el espantoso Holocausto, jam¨¢s se le hubiera ocurrido rememorar esta impune barbarie que se ceb¨® con civiles ¨¢rabes, incluidas esas v¨ªctimas llamadas ni?os, ancianos y mujeres, que debido a su inocencia o a su indefensi¨®n siempre inspiran a la sensibilidad y la conciencia colectivas el doble de indignaci¨®n y de pena. Es muy alentador que esta denuncia la haya realizado un aterrado hijo de Israel.
Ari Folman se inventa unos dibujos extraordinarios, utiliza sabiamente la m¨²sica, adopta un formato cercano al documental, retrata la b¨²squeda compulsiva de sus antiguos compa?eros en el Ej¨¦rcito a cargo de un hombre acosado por pesadillas surrealistas y al que se le ha creado un torturante vac¨ªo mental sobre lo que vieron sus ojos en la primera guerra de L¨ªbano.
Recomponer ese puzzle con los testimonios de sus viejos compa?eros y de algunos mandos militares, de gente que ha intentado refugiarse en el tranquilizador olvido, supondr¨¢ una bajada a los infiernos y un inaplazable acto de expiaci¨®n. En los planos finales, las fotograf¨ªas reales de aquella salvajada perpetrada por las legiones de cristianos libaneses y consentida y amparada por el Ej¨¦rcito israel¨ª sustituir¨¢n a los dibujos animados. Tambi¨¦n nos recordar¨¢n el asombroso parecido en su expresi¨®n de los jud¨ªos antes de ser masacrados en el gueto de Varsovia con las familias palestinas que van a ser asesinadas en ese miserable campo de refugiados.
El director argentino Pablo Trapero nos hab¨ªa demostrado anteriormente su complejo realismo mostrando la corrupci¨®n de la polic¨ªa en El bonaerense. Tambi¨¦n su mordacidad al destripar el microcosmos, las tensiones, los enga?os y las miserias de una familia aparentemente tradicional en Familia rodante. Ahora nos presenta el mundo carcelario en Leonera. Lo hace con tanta veracidad que da la impresi¨®n de que no se inventa nada, que se limita a que su c¨¢mara filme una realidad temible y sin maquillaje. A excepci¨®n de la protagonista, a la que suponemos actriz profesional, todos los secundarios y secundarias dan la sensaci¨®n de que no interpretan, sino que todas esas mujeres presas y sus guardianas est¨¢n reflejando experiencias suyas, pasadas o actuales, que no existen los decorados ni el cart¨®n piedra, que lo que vemos y escuchamos est¨¢ ocurriendo en una c¨¢rcel de verdad.
Lo ¨²nico que puede tener aroma de ficci¨®n en esta tenebrosa pel¨ªcula es el arranque de su argumento, la historia de una mujer acusada de haberse cargado al hombre con el que vive y padre de su futuro hijo al pillarle en la cama con un amigo con el que comparten casa. Este inicio con tendencia a la truculencia puede obedecer a las l¨®gicas imposiciones de poner en marcha un gui¨®n, pero todo lo dem¨¢s pertenece a la vida misma. Centrada en la supervivencia cotidiana de presas embarazadas o con hijos peque?os, Leonera describe la solidaridad y la sordidez, la esperanza y la desesperaci¨®n, la violencia transparente y la subterr¨¢nea, la necesidad de aferrarse a algo s¨®lido o provisional para no cortarse las venas. Lo hace con un asombroso realismo, sin enfatizar, sin subrayar, sin moralina, sin juzgar, sin manipular emocionalmente al receptor. Y provoca angustia y miedo. Y le suplicas al destino que no te entrullen jam¨¢s.
La jornada ha sido dura, con capacidad para impresionarte ante las circunstancias m¨¢s infames de este mundo. Por ello se agradece que te devuelvan la sonrisa con Kung fu panda, dibujos animados lujosos y jocosos describiendo el combate de los animalitos buenos, heroicos y expertos en artes marciales contra el poderoso y vengativo leopardo de las nieves. Acaba bien.
Babelia
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