Buen momento para rectificar

Su espontaneidad y frescura me sorprendieron gratamente. Marta tiene ocho a?os y es reflejo de lo que hoy es la sociedad espa?ola. Una sociedad que en su gran mayor¨ªa ha superado muchos debates en los ¨²ltimos a?os. Una sociedad moderna, abierta, tolerante, respetuosa, comprometida, solidaria y sin ning¨²n tipo de complejos.

Hace unos d¨ªas, despu¨¦s de una agradable comida, se nos qued¨® mirando a Enrique, mi pareja, y a m¨ª. Nos pregunt¨® si ¨¦ramos hermanos. Sinceramente, nos quedamos un tanto descolocados porque no sab¨ªamos qu¨¦ intenci¨®n llevaba su pregunta. Le dijimos que no, pero le preguntamos por qu¨¦ cre¨ªa que ¨¦ramos hermanos. Porque siempre est¨¢is juntos, nos respondi¨®. Fue entonces cuando Elena, la madre de Marta, le coment¨® al o¨ªdo que ¨¦ramos novios. A Marta se le abrieron los ojos y con una sincera sonrisa de complicidad exclam¨®: "Entonces, ?sois gays!". "Claro, Marta, somos gays". "?Y est¨¢is casados?", sigui¨® preguntando.

El PP deber¨ªa retirar su recurso al matrimonio gay ante el Constitucional

Vengo a contar esta significativa an¨¦cdota porque a m¨ª mismo me llam¨® poderosamente la atenci¨®n la naturalidad con la que una ni?a de ocho a?os trata un asunto que para muchos mayores y determinados sectores de la sociedad todav¨ªa supone cierto tab¨², mientras que otros prefieren mirar hacia otro lado. ?stos son los ni?os que dentro de unos a?os ser¨¢n los j¨®venes espa?oles y, cr¨¦anme, ese talante ante la vida nos debe de llenar a todos de satisfacci¨®n.

Mi generaci¨®n ha sido la generaci¨®n en la que, por fin, se han ido abriendo armarios a medida que la luz te permit¨ªa salir de las tinieblas de la soledad. Despu¨¦s de toda una vida de luchas diversas, los gays espa?oles hemos conseguido ser ya un referente en todo el mundo. Pero lo que es m¨¢s importante, nos hemos abierto a nosotros mismos, nos hemos abierto a la sociedad, a nuestras familias y a nuestros amigos.

El simp¨¢tico comentario de Marta, y tambi¨¦n la similar reacci¨®n que tuvieron mis sobrinas Paula y Luc¨ªa, no es sino otra cosa que tratar lo natural con naturalidad. Los avances legales en los ¨²ltimos a?os han ido acompa?ados de grandes avances en lo que llamamos la igualdad social, es decir, el reconocimiento social y el respeto a lo que somos: homosexuales. A ello ha contribuido, sin duda, el gran trabajo desarrollado por los distintos colectivos sociales que, incluso en tiempos muy dif¨ªciles, han mantenido un fuerte compromiso, un activismo que se ha visto recompensado. Tambi¨¦n ha sido destacable la gran labor desarrollada por los medios de comunicaci¨®n que han ayudado, y mucho, para que la sociedad asimilase la normalidad de una situaci¨®n.

Todav¨ªa queda mucho por hacer, por supuesto, pero lo conseguido ya est¨¢ ah¨ª. Somos una sociedad que ha conquistado nuevos derechos, que ha sido pionera en el mundo en lo que, a buen seguro, dentro de algunos a?os ser¨¢ un ejemplo a seguir. Se ha regulado por el derecho civil lo que es una relaci¨®n civil. No hay que darle m¨¢s vueltas. Ya no sirve el buscar argumentos que s¨®lo crean est¨¦riles pol¨¦micas que nos complican la vida a muchos ciudadanos. Es el momento de adquirir un mayor compromiso, por parte de todos con nuestros derechos. Un mayor compromiso con los derechos civiles de millones de ciudadanos. Un compromiso sincero y desinteresado por la igualdad de todos.

Ahora toca seguir trabajando, seguir reivindicando, seguir implicando a todos. Hace falta m¨¢s visibilidad, hace falta trabajar m¨¢s para que tambi¨¦n a las lesbianas y transexuales se les empiece a reconocer en igualdad de condiciones. Hace falta, sobre todo, que se dejen aparcados debates faltos de rigor y que haya m¨¢s compromiso desde los ¨¢mbitos pol¨ªticos y sociales, especialmente desde aquellos que no quieren adaptarse a lo que hoy en d¨ªa es la realidad social.

Hace ya tres a?os que entr¨® en vigor la reforma del C¨®digo Civil por la que, con una iniciativa valiente, se equipara en derechos a todos los ciudadanos, sin distinci¨®n alguna por su tendencia sexual. En aquel momento, al inicio del debate pol¨ªtico, muchos pensamos que hubiese sido bueno haber llegado a un consenso de todo el arco parlamentario para definir la figura jur¨ªdica que deb¨ªa traer la igualdad legal. Ahora bien, tambi¨¦n es verdad que cuando se aprob¨® la reforma y se apost¨® mayoritariamente desde el Parlamento por la figura del matrimonio, yo mismo dije que deb¨ªamos ponernos todos detr¨¢s de la bandera y empezar a legitimar en la sociedad lo que ya empezaba a estar en la ley.

Hoy voy m¨¢s all¨¢ y pido m¨¢s. Creo que es un buen momento para dejar atr¨¢s ciertos complejos y ciertas posturas nacidas, muchas veces, del desconocimiento y otras, de la frivolidad. Es un momento en el que el primer partido de la oposici¨®n puede situarse, ahora que va a definir su ponencia pol¨ªtica para su pr¨®ximo congreso, junto a la opini¨®n mayoritaria de la sociedad espa?ola. Es un buen momento para replantearse el inoportuno e injustificado recurso ante el Tribunal Constitucional.

Felipe del Ba?o ha sido diputado en las Cortes Valencianas y actualmente es concejal del PP en San Antonio de Benageber.