?Hala Madrid!

Parece que la mala racha que atraviesa el Bar?a afecta a todo aquello que, aunque sea tangencialmente, tiene que ver con ¨¦l. Hablamos de una pieza teatral, la de David Plana, que en montaje de Rafel Duran se ha estrenado en el Espai Lliure dentro del Proyecto de Autor¨ªa Textual Catalana. La cosa naci¨® por encargo: "una obra sobre el Bar?a" fue la consigna que recibi¨® Plana con libertad total para desarrollar el tema. "?Qu¨¦ pereza!", pens¨®, seg¨²n explica en el programa de mano, y opt¨® por hacer trampa -le sigo parafraseando- y tejer una trama sobre otras cuestiones que giran alrededor del club azulgrana. A saber: la ambici¨®n, el poder y el dinero, todo ello simbolizado en el palco para autoridades. Pero la pereza se nota porque el desarrollo es pobre y los 90 minutos que dura el espect¨¢culo resultan tan poco emocionantes como un mal partido de f¨²tbol.

Un pol¨ªtico venido a menos y su mujer; un timador de poca monta y su novia; otro pol¨ªtico del mismo partido que el primero, ¨¦ste en la cresta de la ola del poder. Cinco personajes cuyos int¨¦rpretes hacen lo posible para compensar la insustancialidad de sus papeles. En el caso de Julio Manrique (el timador) el esfuerzo se hace excesivo. Sus intervenciones empiezan siendo simp¨¢ticas y acaban por ser cansinas, de tanto entusiasmo que pone en unos di¨¢logos de por s¨ª machacones.

Joan Carreras es el ex consejero del partido en el poder que intenta recuperar su estatus tras verse envuelto en un esc¨¢ndalo pol¨ªtico. Pero tampoco es que est¨¦ dispuesto a lo que sea. Es un tipo pusil¨¢nime que acaba por verse envuelto en otro l¨ªo, papel que borda, pero se pierde la idea de su ambici¨®n, que ser¨ªa uno de los temas principales. Su compa?ero de partido, interpretado por F¨¨lix Pons, s¨ª es ambicioso, pero su avidez es m¨¢s sexual que pol¨ªtica. La funci¨®n de la mujer del ex consejero, Chantal Aim¨¦e, es la de ser el objeto sexual del personaje de Pons, aunque encubierta por cierto inter¨¦s de partido; la de la novia del timador, Maria Molins, es dar las r¨¦plicas al personaje de Manrique para que ¨¦ste pueda explayarse.

Total, que Dia de partit discurre entre t¨®picos y trivialidades a los que no se les saca partido y eso que el Bar?a, como instituci¨®n catalana, da mucho de s¨ª. Tal como est¨¢ planteada, la pieza podr¨ªa titularse Una noche en la ¨®pera y tener lugar en el palco del Liceo, pero seguir¨ªa dejando al espectador fuera de juego a la media hora.

S¨®lo cabe felicitar, pues, a los campeones de la Liga.