"He dejado a un lado mi ego. Soy una superviviente"
Ha dado vida a un buen n¨²?mero de mujeres ingenuas Primera plana o The Rocky Horror Picture Show y a una bisexual sedienta de sangre El cazador antes de que lo g¨®tico y el lesbianismo se pusieran de moda en Hollywood. ?dolo de feministas con Thelma y Louise, icono de la lucha por los derechos humanos en Pena de muerte y s¨ªmbolo sexual para los hombres con cerebro, seg¨²n Playboy, en cintas como Atlantic City y Los b¨²falos de Durham. Mujer rebelde, madre con conciencia y estrella brillando con fuerza a los 62 a?os en una industria que apaga las ilusiones de las actrices cuando pasan la barrera de los 40. Nunca me vi como una se?ora mayor con perrito faldero en brazos, pero aqu¨ª me tienes, apunta con mucho humor y esa voz que siempre destila un punto de sarcasmo. Tiene m¨¦rito; pronunciar su nombre equivale a decir activismo pol¨ªtico, pero tambi¨¦n, hablar de alguien que se mantiene sexy cuando otros ya piensan en jubilarse, y capaz de mantener vivo el amor junto a Tim Robbins, 12 a?os m¨¢s joven, en una relaci¨®n que no necesita pasar por la vicar¨ªa para ser una de las parejas m¨¢s longevas de Hollywood.
Esa mujer de rompe y rasga llega a la entrevista con El Pa¨ªs Semanal en el Ritz Carlton de Nueva York con la peque?a Penny en brazos, una mezcla de pomeranian y malt¨¦s blancuzco, y seguida por un cortejo de ayudantes y empleados del hotel que transportan una peque?a cama con dosel cuyas s¨¢banas blancas bordadas esperan proporcionar descanso al perrito. Ya s¨¦ que me pegan m¨¢s los gatos, o los perros enormes que tuve en el campo. Pero Penny (mira a su perrita sin que el animal se inmute) trabaja conmigo. Y aqu¨ª nos tienes, a?ade ri¨¦ndose.
Son los contrastes de Sarandon, una estrella de Hollywood que se niega a vivir en Los ?ngeles y prefiere Nueva York; una actriz contestataria y peleona; una madraza que luce con orgullo una pulsera hecha con los dientes de leche de su prole. Una mujer compleja.
M¨¢s que el perro, lo que asombra es verla en papeles como su m¨¢s reciente estreno, Speed racer, una superproducci¨®n donde su trabajo queda relegado al papel de madre. Tambi¨¦n puedes definirlo como el papel aburrido de la pel¨ªcula (risas). Soy la madre, no piloto coches de carrera ni hago k¨¢rate. Lo m¨ªo son los pancakes. Pero no lo llamo un paso atr¨¢s. Me lo tomo como un reto, un ejercicio como actriz, ser capaz de someterme a ese algo m¨¢s grande que es el bien de la pel¨ªcula. Adem¨¢s, ya he hecho antes papeles de madre, cuando Hollywood pensaba que era un suicidio art¨ªstico. He dejado a un lado mi ego. Soy una superviviente. Aunque haga todo lo contrario a las normas de la industria.
?Cree que ha cambiado mucho la industria desde que empez¨® hace casi 40 a?os? Nunca pens¨¦ en ser actriz. No estudi¨¦ arte dram¨¢tico ni so?¨¦ con ser estrella. Mi ¨²nico deseo era salir de Nueva Jersey y eso lo he conseguido (risas). Por eso estoy convencida de que si sigo actuando es porque no acabo de pillarle el truco a esta industria. En este negocio no tienes ning¨²n control sobre el producto final, ni ahora ni nunca; es algo que aprend¨ª hace a?os. La mejor lecci¨®n la recib¨ª con Las brujas de Eastwick, cuando fui capaz de aceptar una experiencia humillante (Sarandon fue contratada para el papel protagonista, que en el ¨²ltimo momento pas¨® a ser de Cher) y transformarla en una interpretaci¨®n decente. Eso me ense?¨® mucho. Como suelo decir, lo dif¨ªcil no es actuar. Lo complicado es sobrevivir como un ser humano en este negocio.
Lo cierto es que en la actualidad trabaja m¨¢s que nunca, llevando la contraria a todos los que dan por concluida la carrera de una actriz pasados los 40. Tengo el mercado copado. ?Y con una cartera bien variada! Supongo que la abundancia responde al hecho de que no tengo una imagen de m¨ª misma limitada por la edad, lo cual me facilita las cosas. Porque si fuera por Hollywood ?Hollywood no tiene imaginaci¨®n! Har¨ªa lo mismo una y otra vez. Y la vida no es as¨ª. Nunca le he hecho ascos a un trabajo por peque?o que sea. Hay actores que tienen un problema con eso, que van buscando el papel con may¨²sculas. Prefiero un trabajo peque?o, pero que me llegue, como realizo En el valle de Elah, a otro que me tenga ocupada todo el rodaje, pero me aburra. Siempre me he visto como una actriz de reparto que busca historias que contar. Busco papeles con unos pocos momentos de gloria, un reparto interesante y suficiente material como para poder sobrevivir con honestidad la campa?a publicitaria.
?Siente m¨¢s apego por alg¨²n tipo de historias? A pesar de su activismo pol¨ªtico, su filmograf¨ªa no est¨¢ llena de pel¨ªculas con mensaje. Amo el amor. Por eso me gustan las historias de amor, me da igual el contexto en el que se desarrollen. Claro que, para m¨ª, una historia de amor puede que no sea lo mismo que para el resto. El cliente es a mis ojos una historia de amor. Historias donde un ser humano intenta encontrar la conexi¨®n, el di¨¢logo con otro ser humano. Historias llenas de coraje, valor, y eso me gusta. Eso es lo que me interesa. Pueden ser historias biogr¨¢ficas, como la de la millonaria Doris Duke que acabo de rodar para el telefilme de HBO Bernard & Doris. Una historia de amor de lo m¨¢s extra?a, pero que me cautiv¨®. O la historia de esa mujer que se autodiagnostic¨® un c¨¢ncer de mama mientras estaba en la Ant¨¢rtida.
?Alguna vez ha entendido la fascinaci¨®n que existe entre sus seguidores con uno de los primeros t¨ªtulos de su carrera, The Rocky Horror Picture Show? Un fen¨®meno de culto (se encoge de hombros). Una experiencia divertida que al principio parec¨ªa que no iba a ning¨²n lado, que desapareci¨® de las pantallas y reapareci¨® a?os despu¨¦s. Por eso me enfada cuando alguien te dice eso de que tal trabajo es seguro porque vas a trabajar con tal o cual director. ?Nadie sabe nada! Aprend¨ª pronto a no entender nada.
?Cu¨¢l es el secreto de su relaci¨®n con Tim Robbins? Vamos a cumplir 20 a?os juntos, lo que equivale a un siglo en Hollywood, pero no hay secreto. Es eso que tienes cuando conoces a alguien mucho tiempo: intimidad. Quiz¨¢ tiene que ver con la habilidad de comprometerse, de dejar de mirar a la puerta para ver qui¨¦n entra, y a cambio dedicar tu atenci¨®n a la persona que est¨¢ a tu lado. Definitivamente, soy una mon¨®gama, aunque exc¨¦ntrica. Una mujer que se ha hecho a s¨ª misma, que tiene su propia carrera y que comenz¨® bastante temprano en este negocio, pero tambi¨¦n, una mujer de mi casa. Eso s¨ª, creo que debes mantener vidas separadas; una pareja son dos personas con sus propios intereses y que necesitan tiempo a solas, aunque s¨®lo sea para hacer la vida en com¨²n m¨¢s interesante. Pero mejor que no me explaye; no hay nada como empezar a alabar tu relaci¨®n para ser carne del pr¨®ximo titular de People diciendo: Se acab¨®.
?Qu¨¦ cosas hacen por separado? Cuando Sean (Penn) viene a Nueva York, Tim no me pide que salga con ellos (risas). A ¨¦l le gusta salir con sus amigos, lo mismo que a m¨ª con mis amigas. Y en cuanto a los deportes, no me importa acompa?arle a alg¨²n partido de hockey, pero es que Tim juega todos los d¨ªas que est¨¢ en Nueva York. Y yo no estoy por la labor, la verdad.
?Es el hombre perfecto? ?El hombre perfecto! Me gustan los hombres que lloran, los hombres que escuchan, los hombres con un fuerte componente femenino. Pero, al final, lo que hace temblar mis piernas es alguien que me diga: No te preocupes, ya me encargo yo. Tim supo c¨®mo derretirme. Sab¨ªa mi inter¨¦s pol¨ªtico y ten¨ªa ideales similares. Adem¨¢s, es alguien que hace lo que dice. Un hombre interesante, inteligente y, sobre todo, divertido.
?C¨®mo se reparten las labores? Me toca ser la estricta. Quiz¨¢ me paso. Soy lo que mi hijo llama el pegamento que mantiene a la familia unida. El plato principal que nadie quiere, pero que hay que comer. Tim es el entrem¨¦s o el postre, que siempre apetece m¨¢s. Tambi¨¦n soy una madraza que festeja todas las tradiciones.
?C¨®mo es su casa? Desafortunadamente, estoy a cargo de ella y por eso tiene el aspecto que tiene. Hay mucha gente entrando y saliendo, y hace tiempo que me olvid¨¦ de cualquier parecido al orden. Es un loft de dos pisos con un aire muy desenfadado donde se mezclan la bater¨ªa, las guitarras y el piano con una pista de hockey en el mismo sal¨®n. Durante mucho tiempo, delante de la chimenea tuvimos un sof¨¢ que nadie utilizaba, hasta que pusimos una mesa de billar. La cocina est¨¢ justo al lado, todo abierto, y me encanta cocinar mientras est¨¢n all¨ª jugando. Tambi¨¦n puedes ver todav¨ªa un par de canastas de baloncesto de otra temporada deportiva. Lo peor fue cuando les dio por la lucha libre (risas). Tambi¨¦n tenemos ¨¢rboles dentro de casa, y cosas inertes, como media manzana o un calcet¨ªn suelto, a las que yo suelo llamar nuestra naturaleza muerta. Penny tiene tanto espacio que no necesita salir a pasear. ?Ah! Y la bola de discoteca, algo temporal, pero que ah¨ª se qued¨®.
?Tanto le gusta bailar? Me encanta. S¨¦ un poco de valses, aprend¨ª claqu¨¦ para Elizabethtown, y la danza del vientre, porque me apetec¨ªa. Lo que m¨¢s me gusta es bailar con mis hijos, aunque ya est¨¢n en esa edad en la que les averg¨¹enza ver moverse a su madre (risas). Pero me sigue gustando. Mis hijos bailan muy bien y Tim tambi¨¦n.
Alguna vez ha hablado de sus planes cuando el nido se quede vac¨ªo Ya, es una broma constante que hago cada vez que viajo con Unicef. Les amenazo con traerles a casa nuevos hermanitos. A estas alturas, mi hija (Eva, de 23 a?os, fruto de su relaci¨®n con el director Franco Amurri) ya se ha marchado, Jack (19 a?os) acaba de cumplir con el rito de todo adolescente de hacer la gira internacional de bares de Europa, y a Miles (15 a?os) le encantar¨ªa que fuera yo quien me marchara de casa (risas). Supongo que cuando se vayan todos me volcar¨¦ m¨¢s en mi carrera, o quiz¨¢ tenga m¨¢s tiempo para dedicarlo a ese tipo de misiones humanitarias, para ayudar a mujeres y a ni?os en el mundo. Ya sea con Unicef o con otros grupos. Pero tampoco puedo olvidarme por completo de mi pareja, de mi familia. Me sigo viendo muy en contacto con los m¨ªos.
?C¨®mo lleva las cr¨ªticas y los insultos que le han dedicado por su concepci¨®n progresista de la vida? Lo que hace a este pa¨ªs grande es el derecho a la libertad de expresi¨®n, y es algo que nunca debemos olvidar, aunque a veces tengo mis dudas sobre si los medios de comunicaci¨®n se acuerdan de ello. No hay m¨¢s que ver la cobertura de la campa?a electoral. Se han vuelto perezosos y s¨®lo hablan de la pol¨¦mica que han inventado entre un negro y una mujer, en lugar de hablar de temas m¨¢s importantes. Lo que Estados Unidos busca es un buen presidente, da igual su sexo o su raza. Eso s¨ª, tampoco acepto las cr¨ªticas de esos que esperan que apoye a una mujer por el mero hecho de ser mujer. Pensaba que la idea detr¨¢s del movimiento feminista era evitar la diferencia por sexos. Nunca votar¨ªa a Condoleeza Rice, me da igual que sea una mujer. Y odiaba a Margaret Thatcher. Durante esta campa?a apoy¨¦ a (John) Edwards, porque me parece alguien capaz de hablar de los temas que hay que hablar. Estados Unidos necesita un cambio. Ahora mi apoyo va para Obama y he contribuido econ¨®micamente a su campa?a. Pero prefiero mantenerme en la sombra; dado mi pasado, no s¨¦ si soy un buen apoyo (risas).
?Por qu¨¦ Obama? Teniendo en cuenta que vot¨¦ a Ralph Nader y que entiendo el desencanto que existe con la pol¨ªtica, le tengo que dar las gracias a Obama por hacerle sentir al electorado que puede participar en el Gobierno. Los candidatos est¨¢n cada vez m¨¢s influenciados por la Am¨¦rica de las empresas, algo que ha llevado a ese sentimiento de ?para qu¨¦ molestarse en votar? Obama es el rostro del cambio. Los j¨®venes con derecho a voto vuelven a creer en el cambio.
?No cree que esa misma apat¨ªa domina la sociedad estadounidense en otros temas? ?No se ha sentido sola en la lucha contra la invasi¨®n estadounidense de Irak? Hay muchos m¨¢s como yo. Pero eso no significa que las protestas lleguen a los medios. ?Me gustar¨ªa un mayor nivel de participaci¨®n? Claro que s¨ª, pero quiz¨¢ las manifestaciones han dejado de ser la forma de protesta en este siglo. Mi hija, por ejemplo, es al¨¦rgica a las manifestaciones. Existen otras formas de manifestar la oposici¨®n sin echarse a la calle. Es dif¨ªcil no ser c¨ªnico con una clase pol¨ªtica que desoye de manera continua las protestas de millones y millones de personas en el mundo. Adem¨¢s, las nuevas generaciones han perdido toda la inocencia que nosotros tuvimos a su edad. Han crecido en un ambiente en el que todo lo que existe son esc¨¢ndalos y enga?os. Pero tambi¨¦n estoy viendo un mayor nivel de apoyo. Familiares de soldados que han sido llamados a filas y que est¨¢n en contra de esta contienda. Adem¨¢s, los efectos de la guerra s¨®lo afectan de manera personal a un 1% de la poblaci¨®n, pero se dejan sentir en la econom¨ªa del pa¨ªs, que est¨¢ resquebraj¨¢ndose. Aun as¨ª, eso no quiere decir que los medios reflejen esta tendencia.
Las pel¨ªculas sobre la guerra de Irak siguen sin funcionar en taquilla. Para empezar, no todas son buenas, tampoco nos enga?emos. Yo s¨®lo puedo hablar por En el valle de Elah, en la que trabaj¨¦, y sigo pensando que es excelente. Es dura de ver, pero no ser¨¦ yo quien diga que ha sido un fracaso.
Otro escollo en este momento de crisis econ¨®mica son las huelgas, primero de guionistas, y ahora, su posible continuaci¨®n entre los actores. Una segunda huelga ser¨ªa devastadora para Hollywood como comunidad y como industria. Pero se est¨¢n debatiendo temas muy serios que relacionan nuestro trabajo y el futuro de las tecnolog¨ªas. La ¨²ltima vez que discutimos seriamente sobre este tipo de contratos fue en la era Reagan y tuvimos que bajarnos los pantalones. S¨®lo unos pocos en esta industria tienen la fortuna de cobrar un sueldo millonario. El resto vive con un peque?o porcentaje de lo que produce su obra y dependen de las regal¨ªas para vivir. De ah¨ª el inter¨¦s que existe en la explotaci¨®n de una obra en otros medios m¨¢s all¨¢ del cine o la televisi¨®n. No es avaricia. Aun as¨ª, conf¨ªo en que se pueda evitar la huelga.
?Piensa seguir los Juegos Ol¨ªmpicos? Seguro (risas). Estar¨¦ all¨ª la primera, pero con una camiseta en la que un juego de esposas sustituye a los cinco aros ol¨ªmpicos. Creo que lo mejor de las Olimpiadas es que est¨¢n siendo una buena raz¨®n para discutir temas que necesitaban nuestra atenci¨®n desde hace tiempo. As¨ª, el p¨²blico se va a preguntar cu¨¢l es la conexi¨®n entre China y Darfur, o entre China y Burma, y es importante que la gente tenga esta informaci¨®n. El p¨²blico tiene que estar informado. Como saber que Bush nunca gan¨® las elecciones. La prensa hace mucho tiempo que dej¨® de hacer preguntas incisivas. Y las campa?as pol¨ªticas se han convertido en astutas maniobras de marketing. Por eso, de vez en cuando es bueno llamar la atenci¨®n, crear revuelo. Es la ¨²nica forma de despertar a la gente de la apat¨ªa.
?No piensa que se trata de un mal general? Mire el resultado de las recientes elecciones en Italia. ?La victoria de Berlusconi? ?Acaso no controla la prensa, la televisi¨®n y todo lo dem¨¢s? Lo que pasa all¨ª es un buen ejemplo de lo que estamos hablando; en Estados Unidos deber¨ªamos prestarle m¨¢s atenci¨®n, especialmente entre aquellos que todav¨ªa siguen viendo a McCain (aspirante republicano a la presidencia) como alguien diferente a Bush. Berlusconi nunca dej¨® el poder en Italia. Y en Estados Unidos ser¨ªa muy peligrosa una victoria de McCain. Muy, muy peligrosa. Pero tengo confianza en el pueblo estadounidense. Y si me llevo un desenga?o, ser¨¢ un buen momento para echar un vistazo a la vida en otros pa¨ªses. Tal vez Canad¨¢.
?Cu¨¢l es el secreto para tener tan buen aspecto? Aqu¨ª s¨ª que s¨¦ el secreto: no fumar. Ni fumar ni hacer nada en exceso. Tambi¨¦n me ayuda ser feliz. Tengo mis altibajos, desde luego, pero mi mente est¨¢ en sinton¨ªa con mi forma de vivir. Y una alimentaci¨®n verde. Hablo de todo tipo de verduras. T¨¦ verde tambi¨¦n. Estar pendiente de la nutrici¨®n. Eso me mantiene en forma, al menos hasta que decida someterme a alg¨²n tipo de cirug¨ªa est¨¦tica.
Pensaba que estaba en contra. No descarto nada; creo que las mujeres tienen todo el derecho del mundo a hacer lo que quieran con su cuerpo, si eso les hace sentirse mejor. Yo no he pasado por el quir¨®fano; no creo que sea para m¨ª, me da miedo. ?Una mujer de 65 con el aspecto de una de 20! No es que quiera echar papada, pero, cuanto m¨¢s lo pienso, m¨¢s claro tengo que las mujeres que considero bellas est¨¢n por encima de los 50. Por ejemplo, Isabella Rossellini. Bell¨ªsima. Hay algo en ella que incita a la curiosidad, a la vitalidad, al amor. Llegu¨¦ a conocer a Jeanne Moreau, toda una presencia. Por sus ojos, por su personalidad. ?No te fijas en la piel! Me preocupa mantenerme en forma, no las arrugas. Al final, lo que m¨¢s ayuda a mantenerte joven es contar con sentido del humor. Es fundamental encontrar a alguien en la vida que te haga re¨ªr (risas). Incluso, m¨¢s importante que el sexo. Claro que, si adem¨¢s de hacerte re¨ªr, el sexo es maravilloso, dir¨ªa que lo tienes todo.
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