"Nos vemos fuera"

A las tres de la tarde, a la entrada de la c¨¢rcel Modelo de Barcelona, el Ayuntamiento invita a un recital de poes¨ªa. David Castillo, alma m¨¢ter de la visita, aglutina un grupo de poetas formado por Jes¨²s Lizano, Anna Aguilar-Amat, Carles Hac Mor y David Ymbernon. Cinco poetas, cinco periodistas y los m¨¢ximos responsables del Instituto de Cultura (Icub), que este a?o, dentro del programa off de Barcelona Poes¨ªa, organiza tambi¨¦n un recital in. Se entra segregado por grupos: poetas, periodistas y gestores culturales, por este orden, porque son delincuentes de distinta cala?a. El recital est¨¢ previsto para las 15.30 horas. Se dispone de media hora para llegar a la sala de actos. Sin antecedentes penales, cuesta m¨¢s entrar que salir. Se deja el m¨®vil y el DNI en el punto de control y se pasa por jaulas sucesivas, que se cierran detr¨¢s de uno como las esclusas de un r¨ªo hasta llegar al patio de deportes, el azul.

Mari¨¤ Porras, subdirector del centro penitenciario, pone en antecedentes. El 40% de los internos son extranjeros. Los reclusos que asisten al recital son alumnos de la Escuela Jacint Verdaguer, que da formaci¨®n a los presos desde preescolar hasta la UNED.

En la sala de actos los presos se sientan con los invitados. Al principio, la conexi¨®n con el p¨²blico es dif¨ªcil. Ymbernon rompe c¨¢scaras de huevo llenos de serr¨ªn de colores. Carles Hac Mor enardece al p¨²blico con un antipoema. Aguilar-Amat aporta un toque femenino del que aqu¨ª est¨¢n necesitados. Lizano entusiasma con una letan¨ªa escatol¨®gica ("?Mierda, madre com¨²n, yo te saludo!"), que el respetable repite como un responsorio. Y Castillo enarbola un discurso libertario antes de dar la palabra a los presos que suben t¨ªmidos al escenario.

Ah¨ª arriba, un tunecino recita un poema en ¨¢rabe, un joven ecuatoriano dice unos versos de amor al estilo rapero, un preso de Costa de Marfil canta una canci¨®n de su pa¨ªs. No estar¨ªa mal que el a?o que viene el Festival Internacional invitara a un representante de la Modelo. A ver si la pr¨®xima vez, como despidi¨® Castillo el acto, "nos vemos fuera".