'Paz ol¨ªmpica' en el tenis espa?ol
Mu?oz no ir¨¢ a la reelecci¨®n presidencial si los jugadores guardan silencio
La escalada de declaraciones y acusaciones p¨²blicas entre el equipo de la Copa Davis y el presidente de la federaci¨®n que han convertido al tenis espa?ol en un patio de vecinos no llegar¨¢ m¨¢s lejos despu¨¦s de que el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Jaime Lissavetzky, haya embargado a las partes en un pacto de respeto seg¨²n el cual Pedro Mu?oz acepta no presentarse a la reelecci¨®n presidencial al t¨¦rmino de su mandato, en noviembre. A cambio, los jugadores, encabezados por Rafael Nadal, que se reunir¨¢n con Lissavetzky ma?ana en Par¨ªs, deber¨¢n comprometerse a no criticar p¨²blicamente a los dirigentes y a negociar reservadamente los puntos en disputa.
Como ocurri¨® hace cuatro a?os con el anterior presidente, Agust¨ªn Puyol, si el equipo se clasificase para la final de la Davis, en diciembre, las elecciones se pospondr¨ªan hasta enero de 2009. La necesidad de acudir en agosto a los Juegos de Pek¨ªn sin que ninguna controversia enturbie la convivencia ha actuado como catalizador de lo que podr¨ªa calificarse como paz ol¨ªmpica.
| El tenis en pek¨ªn 2008 |
La crisis que ha permitido que acciones ins¨®litas se considerasen de lo m¨¢s normal durante unos d¨ªas s¨®lo ha hallado una soluci¨®n a trav¨¦s de Lissavetzky. Los tenistas y su capit¨¢n, Emilio S¨¢nchez Vicario, acusaron a Mu?oz de mentiroso y de haberles enga?ado a cuenta de la sede para la semifinal, del 19 al 21 de septiembre, ante Estados Unidos, que ser¨¢ finalmente la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, y el presidente les envi¨® mensajes telef¨®nicos amenazadores y no se mordi¨® la lengua al tacharlos de traidores.
El secretario de Estado para el Deporte se reuni¨® el lunes con Mu?oz y S¨¢nchez Vicario y les puso frente a la responsabilidad de respetar el compromiso ol¨ªmpico como un objetivo superior a cualquier consideraci¨®n ego¨ªsta, a un conflicto que s¨®lo se cerrar¨¢ cuando los jugadores comprendan que, al menos p¨²blicamente, no debe haber vencedores ni vencidos.
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