El r¨ªo los separa, el Duero los une
175 pueblos fronterizos de Espa?a y Portugal se agrupan para crecer juntos
En muchos pueblos de Zamora y Segovia hay m¨¢s postes de alta tensi¨®n que vecinos. El mapa de luz nocturna del pa¨ªs, que se?ala con colores las zonas m¨¢s activas, tiene varias sombras negras: una surca la frontera con Portugal, a la altura del Duero, que junto a sus afluentes alimenta una decena de centrales hidroel¨¦ctricas. La poblaci¨®n all¨ª es cada vez m¨¢s anciana y menos numerosa.
El r¨ªo separa dos realidades muy parecidas. En los pueblos de Portugal sucede lo mismo. Y "para id¨¦nticos problemas, id¨¦nticas soluciones", dice Jo?o Henriques, vicepresidente de la c¨¢mara municipal de Mogadouro. Con esta idea se puso a trabajar Jos¨¦ Luis Pascual, alcalde de Trabanca (Salamanca, 270 habitantes). Atra¨ªdo por la posibilidad de crear una Agrupaci¨®n Europea de Cooperaci¨®n Territorial (AECT), figura con entidad jur¨ªdica que la Uni¨®n Europea invent¨® en 2006, comenz¨® a reunirse con alcaldes de los dos lados de la frontera.
"Estamos en Europa, superemos las fronteras", dice el alcalde de Trabanca
Son frentes con una historia com¨²n. Los lugare?os recuerdan el contrabando, antes de la apertura de fronteras. "De all¨ª tra¨ªan caf¨¦ y telas; nosotros llev¨¢bamos productos agrarios y ganaderos, de lo que vive esta zona", explica una vecina de M¨¢moles, una pedan¨ªa pegada al r¨ªo, de 30 vecinos. El trapicheo decreci¨® tras la dictadura y se mantuvo de forma residual hasta el libre comercio.
Caf¨¦, textil, aceites y carnes siguen siendo la base de la relaci¨®n comercial en los pueblos fronterizos. Pero ya no hay que aprovechar las noches m¨¢s oscuras para cruzar el Duero en barca. Basta con pasar en coche al otro lado, a Miranda do Douro, por ejemplo, donde los fines de semana s¨®lo se oye hablar espa?ol.
Pero el comercio, la agricultura y la ganader¨ªa no mantienen la poblaci¨®n de estos pueblos, que los j¨®venes abandonan para vivir en las capitales. Hay quien no se resigna. Uno de ellos es Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Patino, presidente de la Fundaci¨®n Encuentro. En 2004 se propuso agrupar pueblos de la zona para luchar contra este fen¨®meno. A sus 83 a?os, conf¨ªa ciegamente en Internet: "Con las nuevas tecnolog¨ªas podemos saber las necesidades de cada localidad sin tener que reunirnos y propiciar que los j¨®venes se queden. Con un ordenador y una conexi¨®n puedes montar una empresa en cualquier parte". Algunos pueblos no cuentan a¨²n con ADSL. En otros, han creado centros informatizados para luchar contra la brecha digital.
A este proyecto, bautizado como Raya del Duero, se unieron medio centenar de municipios. Fue el germen que el alcalde de Trabanca aprovech¨® para la AECT. En un trabajo incansable de reuniones para convencer e informar a sus alcaldes vecinos ha logrado conseguir la adhesi¨®n de 175 localidades. Ya han presentado los estatutos para crear la primera AECT de Europa. "Tenemos que fomentar proyectos comunes". Cuenta con una fe absoluta en la posibilidad de darle la vuelta a una situaci¨®n que amenaza a muchas poblaciones. La nueva entidad pretende aprovechar los fondos de cohesi¨®n de la UE y pedir ayudas directamente a Bruselas sin pasar por los Estados.
Algunos pueblos hab¨ªan intentado crecer por su cuenta con el incipiente turismo rural. Un ejemplo es Sendim, un municipio portugu¨¦s que tiene en las fiestas su principal foco de atracci¨®n. Mar¨ªa Falcon, de 63 a?os, presume de "uno de los festivales de m¨²sica celta m¨¢s importantes", adem¨¢s de "una concentraci¨®n motera, el carnaval, los festejos patronales...".
Las fiestas son, con el comercio, los puntos de encuentro de portugueses y espa?oles. En una se conocieron hace 12 a?os Am¨¦rico y Marta, uno de los muchos matrimonios mixtos de Fermoselle, localidad junto a uno de los cuatro puentes que atraviesan el tramo de unos 100 kil¨®metros del Duero que hace de frontera. Ahora viven en una casa tan cercana a Portugal que la cobertura de m¨®vil es portuguesa y espa?ola a la vez. El matrimonio, como el de los otros tres hermanos de Am¨¦rico, que tambi¨¦n se casaron con espa?olas, se entiende en castellano. Como casi todos en la zona. Los portugueses manejan el idioma vecino mucho mejor que los espa?oles. "Los dibujos animados ayudaron", sonr¨ªe Am¨¦rico.
Pero el predominio del castellano no es s¨®lo culpa de la televisi¨®n. Carlos Pacho, concejal de Trabanca, explica que los espa?oles siempre miraron "por encima del hombro a los portugueses" y que las necesidades comerciales hacen que sean ellos quienes se esfuercen. Pero Mar¨ªa, la se?ora de Sendim, es m¨¢s categ¨®rica: "Los espa?oles son m¨¢s burros". En su pueblo, como en todos los del Portugal fronterizo, el reto es doble: la emigraci¨®n no s¨®lo se va a las capitales de su pa¨ªs, sino tambi¨¦n a las espa?olas. Leonor Cardoso, que habla a su lado, es un buen ejemplo: sus hijos estudian en institutos de Zamora. "Y all¨ª se quedar¨¢n a vivir, aqu¨ª s¨®lo quieren volver para pasear", asegura.
Espa?a es su referente. "Eso es lo que hay que aprovechar ?no estamos en Europa? Pues hagamos proyectos que trasciendan fronteras", reclama el alcalde de Trabanca. Los estatutos de la AECT ya est¨¢n en poder del Gobierno y espera la luz verde a fines de junio. Podr¨¢ entonces presentar proyectos: de infraestructuras, tecnolog¨ªas, educaci¨®n. Faltan las ayudas. El nombre ya lo ten¨ªan. No pod¨ªa ser otro: Duero-Douro, el r¨ªo que los separa y los une.
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