La vivienda moderna valenciana
La Nau muestra la vigencia de las obras racionalistas que han sobrevivido
"Derribar un edificio modernista causar¨ªa hoy en d¨ªa un aut¨¦ntico esc¨¢ndalo; sin embargo, en Valencia no ha provocado ninguna conmoci¨®n ni protesta masiva tergiversar las piscinas del Balneario de las Arenas para un hotel de cinco estrellas". La arquitecta Carmen Jord¨¢, comisaria de la exposici¨®n Vivienda moderna en la Comunidad Valenciana, pone la privatizaci¨®n y transformaci¨®n de las piscinas construidas por Luis Guti¨¦rrez Soto en 1934 como ejemplo del poco respeto por el Movimiento Moderno o Racionalista. Y apuesta por la divulgaci¨®n para aprender a proteger un estilo que perdur¨® cuatro d¨¦cadas y pas¨® por tres etapas, primero la republicana, y ya en la dictadura, la aut¨¢rquica y la desarrollista.
"Frente al Modernismo, el ¨²ltimo gran estilo arquitect¨®nico, el movimiento moderno quiere ser el no estilo, representa la abstracci¨®n, la austeridad... en sus obras la imagen traslada la tecnolog¨ªa existente", explica Jord¨¢, "sin adornos ni recursos historicistas". Virtudes que han contribuido a su destrucci¨®n. Sin embargo, a¨²n quedan ejemplos magn¨ªficos, como la Finca Roja de Valencia, el edificio TASA de Gandia, el poblado El Realengo de Crevillent o el edificio Arrufat de Vila-real
En 1989 naci¨® en Holanda el movimiento del Docomomo para preservar este fr¨¢gil y poco apreciado patrimonio. Y, ya en su versi¨®n ib¨¦rica, Carmen Jord¨¢ document¨® en 1997 las m¨¢s destacadas en su libro 20X20. La muestra de La Nau, que ofrecen la Universitat de Val¨¨ncia, la Polit¨¦cnica, el Colegio de Arquitectos de la Comunidad y la Generalitat, ampl¨ªa ahora a 36 el cat¨¢logo de las obras m¨¢s singulares. Aunque a veces pasen desapercibidas, como el Grupo Stella Maris, la fachada del depauperado barrio de Natzaret desde el puente de Astilleros.
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