Kobe Bryant firma un revolc¨®n

Los Lakers asestaron un terrible golpe a los Spurs en el primer partido de la final de la Conferencia Oeste en una de las remontadas m¨¢s sorprendentes que se recuerdan en la NBA. Un partido que se les iba a ojos vista, sin que Kobe Bryant hubiera dicho esta boca es m¨ªa, que ten¨ªan perdido de todas todas, que dejaba un abrumador poso de abatimiento y pesimismo en el Staples Center de Los ?ngeles, se convirti¨®, con la misma facilidad con que se enciende un interruptor, en una exhibici¨®n de poder¨ªo y optimismo. Todo muy hollywoodiense, como las viejas pel¨ªculas de vaqueros en las que el rancho se consume asediado por los cuatreros y, cuando ya todo parece irremediablemente perdido, aparece el s¨¦ptimo de caballer¨ªa que todo lo arregla. Nada menos que 20 puntos en los 18 ¨²ltimos minutos remontaron los Lakers, liderados por Kobe Bryant, el mismo por quien todo el mundo se hab¨ªa preguntado hasta entonces si estaba all¨ª realmente o si se trataba de un clon, el mismo que hasta la media parte hab¨ªa anotado dos m¨ªseros puntos y hab¨ªa lanzado s¨®lo tres veces.

Pau Gasol realiz¨® un par de defensas vitales, incluido un tap¨®n a Gin¨®bili

No acababa ah¨ª la cosa: Fisher tampoco ten¨ªa su d¨ªa -concluy¨® con una canasta en nueve lanzamientos, lo mismo que Odom, tres de 12- y la irrupci¨®n de un par de reservas como Walton y Turiaf era inocua. Todo un panorama.

?C¨®mo ganar un partido en esas circunstancias a un equipo, el campe¨®n nada menos, con las tablas y el talento de los Spurs? ?Por qu¨¦ no tirar la toalla y pensar directamente en el segundo partido de la final de la Conferencia (a las tres de la madrugada espa?ola de hoy, en Los ?ngeles)? ?C¨®mo convencer a nadie de que era posible revertir un marcador de 45-65, con la furia desatada de Duncan bajo los aros, el tim¨®n firmemente empu?ado por Parker y la impagable defensa de Bruce Bowen sobre Bryant? Sucedi¨® todo aquello que parec¨ªa imposible.

Los Lakers aumentaron un grado su velocidad, abrieron l¨ªneas de pases y Kobe Bryant recobr¨® de golpe su car¨¢cter depredador y su punter¨ªa. Bowen segu¨ªa enganchado a ¨¦l, destilando su sabidur¨ªa para desenchufar a los mejores talentos ofensivos del campeonato, pero ya no resultaba efectivo ante un Kobe desatado. Pau Gasol, que estuvo a su excelente nivel de siempre pero que por momentos corri¨® serio peligro de desesperarse frente a la mejor de las versiones de Duncan (30 puntos, 18 rebotes, cuatro recuperaciones y dos asistencias), redobl¨® su esfuerzo y su inspiraci¨®n en los instantes decisivos. Ya son varios los partidos en los que su contribuci¨®n en esos momentos resulta impagable. Ante los Spurs, realiz¨® un par de defensas vitales, incluido un tap¨®n a Gin¨®bili, mientras que Kobe Bryant iba a lo suyo: ejecutar a los Spurs.

Qued¨® demostrado que los estereotipos no valen de mucho. Cada partido es diferente y ni siquiera la calidad y la experiencia de los Spurs, con todo el viento a favor, impide un batacazo tan imponente que puede conllevar serias consecuencias para el resto de la final. Gin¨®bili, el mismo que destroz¨® a los Hornets en la anterior serie, estuvo muy por debajo de lo que en ¨¦l es habitual con una lamentable serie de tres canastas en 13 lanzamientos, Finley fracas¨® por completo con un 0 de 5 pese a que Popovich le dio mucha cuerda y el final de los Spurs fue lamentable. Hasta entonces hab¨ªan abierto muchas l¨ªneas de pase, en cada posesi¨®n hab¨ªan mareado el bal¨®n hasta encontrar la mejor selecci¨®n de tiro y en defensa hab¨ªan causado un cortocircuito en las transiciones de los Lakers. La aportaci¨®n de Farmar y Vujacic aviv¨® el ritmo del equipo de Phil Jackson. El resto qued¨® para Pau Gasol y Kobe Bryant, demoledores en los instantes finales.