A la sombra del 'Boom'
Nada tan pernicioso para la vida intelectual como los prejuicios: se adhieren a las mentes, ocultan los hechos y, peor, los simplifican. La pereza es su aliada: qu¨¦ necesidad de revolver el pasado, documentar las opiniones o inconformarse ante los clich¨¦s cuando se puede repetir lo repetido (o ir a Wikipedia). Las mentiras se superponen unas sobre otras, en capas cada vez m¨¢s rugosas, y el esfuerzo por taladrarlas se multiplica. Enumeremos algunas relacionadas con la literatura latinoamericana: 1. La caracter¨ªstica que la define es el realismo m¨¢gico; 2. El realismo m¨¢gico fue el arma de batalla del Boom; 3. El ¨¦xito planetario del realismo m¨¢gico y del Boom opac¨® a las generaciones posteriores; y 4. Los escritores m¨¢s j¨®venes no han tenido m¨¢s remedio que enfrentarse violentamente con sus mayores para destacar. El gui¨®n es perfecto: una trama lineal, con dosis de ambici¨®n, perfidia y celos, conforme a las reglas del culebr¨®n t¨ªpicamente latinoamericano. Pero es una visi¨®n llena de imprecisiones, y mentiras. 1. La literatura latinoamericana tiene dos siglos de existencia; en este tiempo, s¨®lo unos pocos autores han practicado lo que se llama, por comodidad, realismo m¨¢gico; como en todas partes, hay escritores que han preferido el realismo, la literatura fant¨¢stica, el follet¨ªn, los g¨¦neros de misterio, aventuras o ciencia-ficci¨®n, e incluso todos los anteriores; 2. De los escritores del Boom, s¨®lo uno de ellos, Garc¨ªa M¨¢rquez, hizo uso del realismo m¨¢gico (y no siempre); Fuentes y Cort¨¢zar tienen textos fant¨¢sticos, pero nada cercano al estilo de su amigo; Vargas Llosa ni siquiera eso: siempre ha sido un escritor descaradamente realista; los compa?eros de ruta del Boom (Donoso, Cabrera Infante, Edwards) tampoco hicieron uso del realismo m¨¢gico; 3. Muchos de los autores supuestamente opacados no pertenecen a la generaci¨®n siguiente, sino que son sus contempor¨¢neos (Elizondo, Saer, Pitol, Scorza) y otros, en cambio, son mayores (Y¨¢nez, Revueltas, Uslar Pietri); s¨ª fueron un tanto olvidados, no por el Boom, sino por algunos escritores m¨¢s j¨®venes que imitaron sin tregua las f¨®rmulas del realismo m¨¢gico (Allende, Esquivel) y por la perniciosa -y falsa- idea de que la realidad de Am¨¦rica Latina es "m¨¢gica"; y 4. La din¨¢mica de matar al padre no explica la tradici¨®n latinoamericana; ning¨²n escritor latinoamericano ha querido asesinar al Boom o a Garc¨ªa M¨¢rquez; en todo caso, algunos se han enfrentado ¨¢speramente a quienes practican, por comodidad, el realismo m¨¢gico; de las generaciones posteriores, tanto los nacidos en los cuarenta y los cincuenta (Bola?o, Piglia, Villoro, Aira) como en los sesenta y setenta (Gamboa, Fuguet, Paz Sold¨¢n, Roncagliolo) no se enfrentan al Boom sino que se miden con ¨¦l y prolongan as¨ª la tradici¨®n literaria latinoamericana. En resumen, es imposible fijar una caracter¨ªstica distintiva de la literatura latinoamericana. En su seno conviven todas las tendencias posibles, como en cualquier tradici¨®n. El Boom representa su momento de esplendor, pero sus miembros han alcanzado la inmediata condici¨®n de cl¨¢sicos y por ello su sombra no ha ocultado a los escritores posteriores, sino que los ha animado o revuelto (uno se bate con los cl¨¢sicos, no los elimina). Aun as¨ª, hay grand¨ªsimos escritores latinoamericanos desconocidos o poco le¨ªdos en el resto del mundo. Me limitar¨¦ a mencionar dos: la mexicana In¨¦s Arredondo y el argentino Antonio Di Benedetto.
Jorge Volpi (Ciudad de M¨¦xico, 1968) es autor, entre otras, de En busca de Kilngsor (Seix Barral) y El fin de la locura. (Seix Barral
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