De Niro defiende el ego de los actores

Hollywood se hurga el ombligo y el resultado llega esta noche a Cannes. La proyecci¨®n esta noche del filme de Barry Levinson What just happened? cierra la 61? edici¨®n del festival. El presidente del jurado, Sean Penn, act¨²a en la pel¨ªcula interpret¨¢ndose a s¨ª mismo. Una parodia sobre Hollywood, basada en el libro autobiogr¨¢fico del productor Art Linson, protagonizada por un Robert de Niro en dominio absoluto de su gesto c¨®mico. Mientras Sean Penn aseguraba a toda p¨¢gina en Le Monde que el palmar¨¦s de este festival debe marcar la diferencia con los Oscar (premios de la industria basados en un "marketing excelente", dice) y que de la "magn¨ªfica" cosecha de pel¨ªculas el jurado s¨®lo lamenta la falta de m¨¢s comedias, su colega De Niro -instalado desde ayer en el lujoso hotel Cap de Antibes- se sentaba con camiseta blanca y rebeca de lana azul marino frente a un grupo de periodistas para promocionar una pel¨ªcula de ficci¨®n "pero en la que todo es verdad". De Niro, reci¨¦n llegado de EE UU, habl¨® de cine y tambi¨¦n de pol¨ªtica. "Es inconcebible que John McCain llegue a presidente, al matrimonio Clinton le pedir¨ªa un favor: que de una vez por todas se pongan al servicio de Obama".

Rodada durante 31 d¨ªas en Los ?ngeles y dos en el propio Cannes, What just happened? satiriza las tripas de una industria cinematogr¨¢fica cada vez m¨¢s corporativa y menos creativa. Un infierno en el que De Niro, un hombre de mediana edad fatigado de s¨ª mismo y su mundo, vive un infierno poblado de ex mujeres, agentes neur¨®ticos, actores y directores de egos descomunales y directivos de estudios preocupados por un solo detalle: el dinero. "La realidad es peor, puede ser mucho peor", afirma De Niro. "El rodaje de El buen pastor fue muy duro para m¨ª", a?ade en referencia a las dificultades de producci¨®n que tuvo hace unos a?os su segundo filme como director. "Cada d¨ªa ten¨ªa que tomar una decisi¨®n clave, me sent¨ª muy presionado y muy inseguro. Fue una experiencia que me ayud¨® mucho a la hora de rodar esta comedia". De Niro asegura que siempre fue un actor dotado para la risa: "El sentido del humor y la iron¨ªa siempre han estado presentes en mi carrera y me han acompa?ado en muchos papeles dram¨¢ticos, el mismo Taxi driver es un ejemplo".

En la pel¨ªcula, Bruce Willis (que como Sean Penn se interpreta a s¨ª mismo) se niega a afeitarse una poblada barba en beneficio de su interpretaci¨®n, pese a las s¨²plicas del director y el productor. Negocio, circo de vanidades, De Niro frena: "Para la gente que de verdad es creativa el ego es muy importante, es lo que les sujeta, hay que ser indulgentes con ellos. Yo no he tenido problemas de ese tipo, aunque creo que hay que respetar la integridad art¨ªstica de un int¨¦rprete y sus decisiones como actor. Pero yo no he pasado por esa experiencia porque cuando llego a un plat¨® de rodaje ya est¨¢ todo hablado y firmado".