C¨®mo mejorar la cultura financiera
Aunque los titulares recogen en periodos de inestabilidad econ¨®mica o financiera otro tipo de noticias, parece oportuno detenerse a analizar la iniciativa anunciada esta semana por Banco de Espa?a y CNMV orientada a mejorar la cultura financiera de los ciudadanos a trav¨¦s de un Plan de Educaci¨®n Financiera.
Es cierto que la protecci¨®n de los consumidores requiere normativa adecuada que exija transparencia en la informaci¨®n y adecuaci¨®n en la oferta de productos: este marco ya existe y se ha ido mejorando en los ¨²ltimos a?os. Esto no impide que la creciente complejidad de los mercados y los productos financieros coloca a los consumidores en general, y especialmente a determinados segmentos, en una posici¨®n que reduce la efectividad de las medidas de protecci¨®n en el momento en que toda la informaci¨®n que el supervisor obliga a que se aporte a los clientes no puede ser comprendida y analizada por ¨¦stos.
Ambas autoridades, al anunciar esta iniciativa, reconocen que el objetivo s¨®lo puede cubrirse a medio o largo plazo y que habr¨¢n de moverse diferentes palancas para poder garantizar que tiene efecto sobre diferentes segmentos de la poblaci¨®n. Ciertamente, la iniciativa es atractiva y previsiblemente requerir¨¢ la participaci¨®n de diferentes agentes econ¨®micos que, en su conjunto, se ver¨¢n beneficiados de la mayor transparencia y agilidad que se podr¨¢ incorporar a las transacciones financieras, al mismo tiempo que se optimizar¨¢ la asunci¨®n de riesgos.
Uno de estos agentes, y beneficiarios de la iniciativa, podr¨¢n ser las propias entidades financieras, as¨ª como las aseguradoras. Un mejor conocimiento de los productos financieros, de los costes de la intermediaci¨®n financiera y del funcionamiento de las entidades puede ayudar a eliminar algunos clich¨¦s culturales sobre el sector financiero, mejorando la percepci¨®n que los consumidores tienen de las mismas. Al mismo tiempo, un consumo responsable de productos financieros permitir¨¢ que se eliminen aparentes sorpresas por parte de los consumidores que esperaban determinadas rentabilidades en sus activos, que incurren en p¨¦rdidas en inversiones o que asumen costes en la financiaci¨®n tomada que no hab¨ªan previsto o que no encajan en su presupuesto familiar.
Sara Algeciras y Enrique Mart¨ªn son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
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