Los vecinos de Ja¨¦n recelan ante la demolici¨®n de chal¨¦s inundables
La Confederaci¨®n pide colaboraci¨®n para trabajar de forma pac¨ªfica
Pedro de la Torre lleva m¨¢s de 20 a?os viviendo en la barriada jiennense de Los Puentes, junto a los r¨ªos Eliche y Quiebrajano, y desde entonces, dice, viene escuchando una promesa tras otra de los pol¨ªticos locales y nacionales para acabar con la situaci¨®n de zozobra permanente que padecen los centenares de ciudadanos que, como ¨¦l, viven pendientes de que el r¨ªo se enfurezca. La ¨²ltima vez que lo hizo fue en la madrugada del pasado d¨ªa 9, inundando m¨¢s de un centenar de viviendas y dejando una imagen devastadora en una zona residencial que, desde hace medio siglo, ha ido creciendo de manera desordenada y sin control urban¨ªstico alguno, proliferando los chal¨¦s situados a escasos metros del cauce del r¨ªo ante la pasividad de las distintas corporaciones locales.
"Los pol¨ªticos s¨®lo vienen a echarse la foto cuando hay alguna inundaci¨®n"
"La demolici¨®n de las viviendas deber¨ªa ser la ¨²ltima opci¨®n"
"La verdad es que los pol¨ªticos s¨®lo vienen a echarse la foto cuando hay alguna inundaci¨®n, pero ellos son los culpables de que esto ocurra por tener abandonados los cauces de los r¨ªos y retrasar a?o tras otro las obras del nuevo encauzamiento y de la presa de contenci¨®n", comenta Pedro, que vio c¨®mo la ¨²ltima riada le aneg¨® toda su parcela, en el paraje de Valdeca?as, y lo que es peor: cort¨® los accesos dej¨¢ndoles sin poder salir durante dos d¨ªas.
Las inundaciones de hace dos semanas trajeron a la memoria las ocurridas en el verano de 1996, y otras posteriores que se llevaron por delante la vida de una mujer.
Al d¨ªa siguiente de la riada del pasado d¨ªa 9, se anunci¨® que en enero comenzar¨¢n las obras de la presa de contenci¨®n y, esta misma semana, la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir ha iniciado los trabajos para deslindar la zona de dominio p¨²blico hidr¨¢ulico, paso previo para acometer un nuevo y m¨¢s adecuado encauzamiento del r¨ªo.
El deslinde es, sin duda, la medida m¨¢s temida por los vecinos, pero tambi¨¦n por los pol¨ªticos. ?Por qu¨¦? Seg¨²n un estudio de la Confederaci¨®n del Guadalquivir, habr¨¢ que demoler al menos 155 chal¨¦s por estar a menos de 50 metros del cauce del r¨ªo y tener un riesgo alto de inundaci¨®n.
Consciente de lo controvertida de la medida, la Confederaci¨®n ha tenido que pedir la colaboraci¨®n de las asociaciones vecinales para que los trabajos se realicen de la manera m¨¢s pac¨ªfica posible. "Demoler los chal¨¦s debe ser la ¨²ltima soluci¨®n, porque tendr¨¢n que darle alguna alternativa a los que s¨®lo tienen esa casa para vivir", asegura Rafael Martos, el due?o de un chal¨¦ que tuvo m¨¢s suerte que otros y apenas result¨® da?ado.
Resulta curioso c¨®mo proliferan los carteles de empresas ofreciendo sus servicios de desatranques, pero tambi¨¦n los de pintores y limpiadoras, conscientes de la premura de los vecinos para tener sus chal¨¦s a punto para el verano. Muchos, sin embargo, han decidido poner su vivienda a la venta, sabedores de que tienen las horas contadas una vez se ejecute el deslinde.
Dos semanas despu¨¦s de las inundaciones, la zona del Puente de la Sierra a¨²n conserva las huellas m¨¢s devastadoras: huertas anegadas, caminos intransitables y un cauce del r¨ªo lleno de maleza. Desde entonces, los camiones habilitados por el Ayuntamiento se afanan por retirar todo el lodo y los escombros. Cada d¨ªa son m¨¢s de 50 los viajes que da un cami¨®n de 20 toneladas, es decir, se han retirado m¨¢s de 15.000 toneladas en dos semanas. En algunas viviendas las manchas en las paredes demuestran que el agua super¨® el metro de altura. En la ¨²nica de tienda de comestibles del barrio el agua alcanz¨® casi el medio metro y dej¨® inservibles frigor¨ªficos y numerosos v¨ªveres.
El deslinde que esta semana ha empezado a realizar la Confederaci¨®n tendr¨¢ una extensi¨®n de 40 kil¨®metros en cinco tramos de los r¨ªos Eliche, Quiebrajano, Ja¨¦n y Guadalbull¨®n. Los vecinos tienen un plazo de tres meses para alegar, pero la decisi¨®n pol¨ªtica de hacer frente a una verdadera patata caliente -las notificaciones del deslinde se han demorado durante cuatro a?os- para anteriores corporaciones parece imparable.
"Nadie desde el Ayuntamiento ha tenido la responsabilidad pol¨ªtica de asumir este tema porque no le ha convenido pol¨ªticamente, pero por conveniencia pol¨ªtica no se puede estar poniendo en peligro por m¨¢s tiempo la seguridad de la gente", recalc¨® la alcaldesa de Ja¨¦n, Carmen Pe?alver, tras reunirse con los representantes vecinales.
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