Sanchinarro X: los primeros pisos p¨²blicos vendidos en Madrid a un fondo se alquilan ya por 2.100 euros al mes
Viviendas municipales enajenadas durante la resaca del ladrillo son ahora gestionadas ¡°como un hotel¡± por una gran empresa con un largo historial de conflictos
Sanchinarro X es un nombre olvidado. As¨ª llam¨® el Ayuntamiento de Madrid a unos pisos que alquil¨® en 2005 a precio asequible a j¨®venes de pocos ingresos en un barrio del norte que por entonces estaba naciendo, Sanchinarro. Hoy, en esa urbanizaci¨®n de diez edificios y 304 pisos no queda ni rastro de esa denominaci¨®n, ni tampoco se puede ver se?al alguna que recuerde que fueron promovidos por la corporaci¨®n local y en concreto por su brazo inmobiliario, la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), la entidad que en 2010 vendi¨® el complejo a un gran fondo. El nuevo casero s¨ª se hace notar: ¡°Nestar. Bienvenidos al nuevo bienestar¡±, dicen los carteles colgados por la zona de jardines comunitarios, que cuenta con dos piscinas, pista de p¨¢del, gimnasio, sol¨¢rium, trasteros y garajes. Nestar es la empresa que compr¨® los pisos y ahora los alquila. Es el segundo mayor tenedor privado de vivienda en alquiler en la Comunidad de Madrid.
Aqu¨ª ahora rige el mercado libre. Precios de alquiler de entre 1.300 y 2.100 euros mensuales en Idealista que descolocan a los antiguos inquilinos. Uno de ellos, Sergio Sanz, de 51 a?os, no comprende qui¨¦n puede pagar esto: ¡°?qu¨¦ pareja gana 6.000 euros al mes en este pa¨ªs?¡±, dice mientras contempla el exterior de su antiguo hogar, durante una visita para este reportaje. Ya no queda casi ninguno de sus vecinos, los j¨®venes ilusionados que en 2005, durante la entrega de llaves, escucharon al alcalde Alberto Ruiz-Gallard¨®n, del Partido Popular, hablarles del derecho constitucional a la vivienda digna.
Quien quiera vivir ahora en la urbanizaci¨®n de Nestar debe abonar precios que a Sanz le parecen impropios de una vivienda digna. Por ejemplo, en Idealista se oferta un bajo de 57 m? por 1.810 euros. Se trata de un ¡°alquiler flexible¡± que solo puede ser habitado entre uno y 11 meses. Con esa f¨®rmula, los grandes caseros se saltan la regulaci¨®n a favor del inquilino de la ley de arrendamientos urbanos, que les obliga a firmar contratos de siete a?os, sin variar el precio. El piso m¨¢s caro es un peque?o ¨¢tico de 60 m? que se alquila por 2.100. ¡°Solo tienes que traer tus ganas de disfrutar, nosotros nos encargamos del resto¡±, dicen los anuncios.
En 2010, Gallard¨®n vendi¨® Sanchinarro X a Nestar, que entonces se llamaba Lazora. La venta a un fondo, ¡°in¨¦dita¡± en Madrid seg¨²n las cr¨®nicas de entonces, fue una de muchas que se hicieron en los a?os oscuros posteriores al pinchazo de la burbuja del ladrillo. Ilustra c¨®mo se desperdici¨® la posibilidad de tener un parque estable de alquiler p¨²blico, un objetivo que ahora retoman con urgencia las administraciones para ofrecer vivienda asequible.
Con la venta, el alcalde quer¨ªa aliviar las deudas municipales, pero al mismo tiempo explic¨® que ese negocio era ¡°un ejercicio de solidaridad¡± porque usar¨ªa esos fondos para construir m¨¢s.
La operaci¨®n se cocin¨® r¨¢pido. El 2 de agosto de 2010, cuando muchos vecinos se encontraban bronce¨¢ndose en la playa, la EMVS les envi¨® una carta inform¨¢ndoles de que iban a subastar sus viviendas. La empresa municipal se deshac¨ªa de esos 304 pisos en Sanchinarro X y tambi¨¦n de otras promociones, en Carabanchel, Vallecas y Villaverde. En total, 630 inmuebles. Los vecinos pusieron el grito en el cielo. Se manifestaron por el centro de Madrid y la prensa cubri¨® la controversia durante semanas. Ped¨ªan que la EMVS les ofertara la compra a ellos porque los contratos de 2005 se compromet¨ªan a garantizar a los beneficiarios 10 a?os de alquiler protegido y ¡°facultativamente¡± una oferta de compra a los inquilinos. El Ayuntamiento les dijo que ese ofrecimiento era optativo y no obligatorio.
Protestar fue in¨²til. La subasta se celebr¨® el 13 de septiembre, con un ¨²nico pujador, Lazora. Esta empresa, creada en 2004, era un gigante dedicado a amasar viviendas para ponerlas en alquiler, un negocio novedoso en Espa?a. Lazora pag¨® 65 millones, es decir, 103.000 euros por piso.
Para calmar los ¨¢nimos, Lazora asegur¨® en un comunicado que los inquilinos ¡°mantendr¨¢n exactamente las mismas condiciones de sus contratos vigentes¡±. A?ad¨ªa que finalizado el plazo de protecci¨®n, Lazora ¡°se compromete voluntariamente con los inquilinos actuales a ofrecerles la renovaci¨®n a precios de alquiler protegido¡±.
Nadie cumpli¨®. El Ayuntamiento apenas construy¨® vivienda y sigui¨® con sus ventas. En 2010, la EMVS contaba con m¨¢s de 11.000 viviendas. Cinco a?os despu¨¦s, eran apenas 6.000. La venta m¨¢s sonada la ejecut¨® la sucesora de Gallard¨®n, Ana Botella, tambi¨¦n del PP, que vendi¨® a otro fondo, Blackstone / Fidere, 1.860 viviendas. La Comunidad tambi¨¦n vendi¨® a fondos. El caso m¨¢s conocido son las casi 3.000 viviendas vendidas a Encasa Cibeles (una entidad en la que participaba Azora, vinculada a Lazora).
Lazora tampoco respet¨® su compromiso. Subi¨® los alquileres en cuanto pudo, en 2015, cuando expir¨® la protecci¨®n. Sanz y su esposa pagaban 450 euros mensuales. De golpe, la renta subi¨® a 620 euros. Sanz cuenta que en 2018, cuando decidieron irse, les reclamaban 900 euros mensuales.
Pasaron cosas que los vecinos interpretaron como una invitaci¨®n a largarse. Un d¨ªa, por el grifo empez¨® a salir agua marr¨®n. Un cami¨®n con agua potable aparc¨® durante d¨ªas en la zona com¨²n hasta que la aver¨ªa fue reparada.
Unos se fueron voluntariamente; otros desahuciados. Solo un pu?ado resiste desde los tiempos de la EMVS, seg¨²n cuenta a EL PA?S un par de ellos. La compa?¨ªa no revela cu¨¢ntos son. Asegura que ha mantenido voluntariamente a esos inquilinos con alquileres asequibles en atenci¨®n a sus circunstancias personales. Un portavoz explica que cuando vence un contrato lo revisan de forma individualizada.
Sin embargo, el abogado Mariano Ben¨ªtez de Lugo afirma que ha atendido a una decena de inquilinos de Sanchinarro X, todos amenazados de expulsi¨®n. Ha detenido algunos desalojos, apelando a su vulnerabilidad, pero otros clientes acabaron capitulando. ¡°Cuando hay sentencia firme de desahucio, entran en lo que llamo el corredor de la muerte¡±, dice Ben¨ªtez. ¡°A partir de ah¨ª me ocupo de evitarlo¡±.
Daniel Gonz¨¢lez, que vive en un ¨¢tico desde 2005, se mantiene despu¨¦s de tres ¨®rdenes de desahucio. Se siente v¨ªctima de una injusticia. ¡°Nos dijeron que tendr¨ªamos opci¨®n de compra. Invert¨ª mucho en muebles a medida y otras mejoras. Y de repente nos dicen que nos vayamos¡±, explica. ¡°No somos okupas. Tenemos derecho¡±.
Mercedes y BMW
Tras las subidas, llegaron vecinos pudientes. ¡°En el garaje veo Mercedes y BMW donde antes hab¨ªa Seat y Renault¡±, resume Gonz¨¢lez. Lazora construy¨® las piscinas, la pista de p¨¢del y el gym. Y empez¨® a alquilar en contratos de menos de un a?o. Al tel¨¦fono, un comercial explica que ¡°el concepto es parecido al de un hotel¡±.
Los nuevos vecinos tambi¨¦n se quejan de abusos. Algunos se est¨¢n organizando para demandar a Nestar porque consideran injusto que les cobren el seguro de impago, una carga que en octubre del a?o pasado fue declarada ilegal por un juez madrile?o. Precisamente, aquel condenado fue Nestar. La empresa responde que han recurrido y que consideran que la ley permite pactar esta garant¨ªa para el casero.
Adem¨¢s, estos vecinos en Sanchinarro aseguran que Nestar les aplica subidas prohibidas por ser superiores al IPC. Tambi¨¦n protestan por el mantenimiento. ¡°Los picaportes se caen y las persianas se enganchan, y ellos siempre ponen trabas para repararlos¡±, dice uno de tres nuevos vecinos que han hablado con EL PA?S. Todos piden anonimato, para evitar represalias y ¡°por cuesti¨®n de estrategia procesal¡±.
Nestar, que dice gestionar m¨¢s de 9.000 viviendas ¡°de alquiler asequible¡± en Espa?a, tiene un largo historial de conflictos. En 2018, el municipio madrile?o de San Sebasti¨¢n de los Reyes lo declar¨® non grato; en 2023 perdi¨® en el Supremo por repercutir el IBI a inquilinos de vivienda protegida en Arag¨®n; y ahora el Sindicato de Inquilinas coordina la lucha de casi mil inquilinos en Madrid.
Las ventas a fondos dejaron un sabor amargo en Madrid, y con el tiempo las administraciones reaccionaron. A partir del mandato de Manuela Carmena, la EMVS fren¨® las ventas a particulares y a fondos, y comenz¨® a recuperar su parque de alquiler asequible. Hoy la empresa municipal tiene 9.198 viviendas para ese fin. Los pactos entre partidos durante la pandemia -los Acuerdos de la Villa- prohibieron al Ayuntamiento vender vivienda protegida. La Comunidad prohibi¨® en 2017 vender sus propias viviendas, salvo a inquilinos.
Queda mucho para que Espa?a se equipare con pa¨ªses del entorno en cuanto a vivienda p¨²blica -el 2,5% de los hogares espa?oles, frente al 9,5% medio de la Uni¨®n Europea-.
Sanz visit¨® esta semana el exterior de su antiguo hogar en un d¨ªa lluvioso. No es la primera vez que vuelve. Desde que hizo las maletas, ha pasado aqu¨ª algunas tardes para ver a gente de su ¨¦poca. Cuando viene se le revuelve el est¨®mago: ¡°Me siento estafado¡±.
Le asaltan recuerdos de sus 13 a?os aqu¨ª, y de a¨²n antes, porque se crio cerca. ¡°Ven¨ªamos aqu¨ª con la bicicleta a estos terrenos, que eran una escombrera¡±.
Se march¨® a Colmenar Viejo, 33 kil¨®metros al norte de la capital. Alquila con su esposa y su hijo un piso por 724 euros. Es la primera vez que vive fuera de la gran ciudad. ¡°Me desahuciaron de mi ciudad natal¡±, dice. Bajo la lluvia, se?ala su piso en una quinta planta, en lo que un d¨ªa fue Sanchinarro X.
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