Literatura como una tauromaquia
Los ilustrados y sediciosos espa?oles, levantiscos, panfletarios, volterianos, constitucionalistas, afrancesados, moralistas o inmoralistas, que hicieron sus s¨¢tiras contra los toros tienen toda mi simpat¨ªa: de Le¨®n de Arroyal al abate Marchena, espa?olazos, antitaurinos y, sin embargo, tan nuestros. Antes de Vicent algunos, desde la raz¨®n y la literatura, ya estaban luchando contra la Espa?a del "pan y toros".
Cuando me pongo a razonar me siento un Vicent. Pero cuando me pongo a disfrutar me miro en el espejo de Bergam¨ªn. Ser¨¢ por lo feo y sentimental. O quiz¨¢ porque cuando encuentras sus palabras escritas sobre ese arte de birlibirloque, tan razonable, tan cabal, llenas de ingenio, de sabidur¨ªa popular (aquello que dec¨ªa Lagartijo: "?Qu¨¦ viene el toro? Te quitas t¨². ?Qu¨¦ no te quitas t¨²? Te quita el toro") y de m¨²sica callada, de soledad sonora, de misterio, entiendes mejor que "un monstruo de la fortuna es el toro". Y que el "torero es un laberinto de la raz¨®n". Eso somos, raz¨®n y fortuna. Una faena en el ruedo ib¨¦rico.
Tambi¨¦n en el cartel m¨ªnimo e imprescindible de la prosa de toros deber¨ªan acompa?arnos, L¨®pez Pinillos con su novela Las ¨¢guilas, para entender mejor a los aficionados, su forma de hablar, de quejarse o de callar, como el maestro Anto?ete. Si pretendemos reconocer la voz de un torero, toda una mitolog¨ªa del toreo: leer la biograf¨ªa sobre Belmonte del periodista y gran escritor Manuel Chaves Nogales.
Michel Leiris quiso ser torero con la literatura, no lo consigui¨®. Para eso hay que ser Rafael de Paula y escribir como Lorca. Entendi¨® que hab¨ªa que mirar de frente al toro, como en un espejo perverso. Esa literatura es la que pretende Jos¨¦ Tom¨¢s. A los que no podremos ver sus suertes, nos queda la lectura. La m¨²sica callada del toreo.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.