Obispos en cadena
Titulaba ayer en primera p¨¢gina EL PA?S que "Los obispos radicales imponen la l¨ªnea hostil con el Gobierno" y el domingo en La Vanguardia Enric Juliana contaba que "Rouco mueve pieza contra Rajoy" y se?alaba c¨®mo "el presidente del episcopado, desoyendo al nuncio y al cardenal de Toledo, propulsa a Jim¨¦nez Losantos". Parece que hace diez d¨ªas, la c¨²pula episcopal estuvo a punto de decidir el despido de Federico, que Rajoy pidi¨® sin ¨¦xito neutralidad eclesial en el proceso que est¨¢ viviendo el PP y que el nuncio Monteiro de Castro, tachado de "mas¨®n" por la Cope, ha transmitido a Roma su indignaci¨®n. Informaciones y comentarios de la m¨¢s diversa procedencia coinciden en dar cuenta del hostigamiento a Mariano Rajoy desde la cadena radiof¨®nica propiedad de la Conferencia Episcopal y suma y sigue.
As¨ª las cosas doce obispos acaban de confesarse a prop¨®sito de su relaci¨®n con el Gobierno y las cuestiones pendientes desde la Transici¨®n y concluyen que "no nos fi¨¢bamos los unos de los otros" en un libro de entrevistas que suscribe el jefe de prensa de todos ellos, Isidro Catela. Pero tiene a¨²n mayor inter¨¦s y aporta esclarecimientos m¨¢s relevantes el volumen titulado Alto y claro publicado por la editorial Debate que recoge las conversaciones de Jos¨¦ Mar¨ªa Zavala con el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco, quien acaba de ser elegido presidente por la Conferencia en la Asamblea Plenaria de marzo de 2008 frente al titular de la di¨®cesis de Bilbao, Bl¨¢zquez, que optaba a la reelecci¨®n para un segundo trienio.
Algunos se han preguntado qu¨¦ fue de la Iglesia de la Concordia, la que condujo por los senderos de la reconciliaci¨®n el cardenal Vicente Enrique y Taranc¨®n en las postrimer¨ªas del franquismo y los inicios de la Transici¨®n. Vuelve a comprobarse que de aquella Iglesia no queda ni rastro, que ahora la opci¨®n es la beligerancia pol¨ªtica y medi¨¢tica directa primero contra el Gobierno del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y enseguida contra quienes como Mariano Rajoy se nieguen al seguidismo de meros falderos y reclamen la autonom¨ªa a que tienen derecho en cuestiones temporales, como suelen llamarse en la terminolog¨ªa vaticana los asuntos entregados a la libre disputa de la vida civil.
Asombra la insaciabilidad y la hipocres¨ªa de los obispos en cadena. Insaciabilidad porque el vicesecretario para asuntos econ¨®micos de la Conferencia Episcopal, profesor Fernando Gim¨¦nez Barriocanal, decano de la Facultad de Ciencias Econ¨®micas de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, ha reconocido que bajo el Gobierno de Zapatero los obispos, para los que trabaja, han alcanzado sus ¨²ltimos objetivos econ¨®micos en los que nada hab¨ªan avanzado durante los ocho a?os anteriores del presidente Aznar. Logros que en absoluto han modificado su empe?o en comparecer componiendo la falsa imagen de Iglesia perseguida.
Hipocres¨ªa porque se instalan en la queja permanente frente al trato que reciben de los medios de comunicaci¨®n mientras utilizan aquellos de los que son propietarios para convertirlos en sembradores del odio, azuzar el enfrentamiento cainita y arremeter contra el pr¨®jimo, sin respeto al horario ni a las costumbres como dice la canci¨®n de Joan Manuel Serrat. Hipocres¨ªa porque una y otra vez se?alan los deberes que han de cumplir los profesionales del periodismo y las empresas de medios de comunicaci¨®n, sobre los que ponen pesadas cargas, y se consideran exentos de soportar las que a ellos ata?en en primer¨ªsimo lugar.
Hipocres¨ªa porque son expertos en aplicar la ley del embudo, en mostrar pu?o de hierro y mand¨ªbula de cristal, en ver la paja en el ojo ajeno sin atender a la viga en el propio por decirlo con palabras de Jes¨²s en el evangelio. El secretario de la Conferencia, monse?or Juan Antonio Mart¨ªnez Camino, que acaba de ser elevado junto al sobrino de Rouco al orden episcopal, deber¨ªa tener la decencia de distribuir ejemplares del compendio de la doctrina pontificia sobre los medios de comunicaci¨®n que ha editado la Biblioteca de Autores Cristianos con el t¨ªtulo Del G¨¦nesis @ internet para promover un an¨¢lisis comparativo entre las prescripciones all¨ª establecidas y lo que difunden las benditas antenas desde que amanecen con todos Losantos. Nada que objetar a cuanto pueda decir Federico pero s¨ª a que lo diga desde la Cope.
Hipocres¨ªa porque piensan eximirse de toda responsabilidad aduciendo que nombraron un Consejo de Administraci¨®n bajo la presidencia de un Alfonso Coronel de Palma, quien en su d¨ªa fue sancionado por el Banco de Espa?a con la exclusi¨®n de formar parte de las instituciones financieras por la anomal¨ªa de su gesti¨®n como banquero, como si las reclamaciones s¨®lo pudieran presentarse al maestro armero. Nuestro Rouco todav¨ªa respira rencor activo contra La Ilustraci¨®n, en l¨ªnea con aquella alocuci¨®n del 20 de mayo de 1939 en la que su general en jefe convocaba al ej¨¦rcito vencedor a "desterrar hasta los ¨²ltimos vestigios del fatal esp¨ªritu de la Enciclopedia". Atentos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.