El ejemplo de Fernando Alonso

Tras el gran premio de F¨®rmula 1 de M¨®naco, Fernando Alonso tuvo un gesto que le honra: reconocer que se hab¨ªa equivocado en la estrategia de los neum¨¢ticos y tambi¨¦n en su adelantamiento a Heidfield.

?Y por qu¨¦ destacar esto? Porque en mi opini¨®n los grandes deportistas demuestran que lo son en los momentos malos y Alonso lo est¨¢ demostrando con creces. En vez de echar las culpas a su coche (que no adelantar¨ªa ni a mi utilitario de cuarta mano), a su jefe (que est¨¢ m¨¢s preocupado en sus escarceos con las chatis que en su escuder¨ªa) o a la mala suerte (que lleva dos a?os teni¨¦ndola), asume ¨¦l toda la responsabilidad.

Y esto tiene doble m¨¦rito en una persona que lo ha ganado todo y que lleva toda su vida escuchando halagos sobre lo buen piloto que es.

Es verdad que hubo una ¨¦poca en la que Fernando dej¨® de caernos simp¨¢tico, pero ?por qu¨¦? Pues porque lo ganaba todo y, porque no re¨ªa las gracias a los muchos paparazzi que le iban a molestar con preguntas impertinentes sobre su vida privada. Pues vaya dos razones para que nos cayese mal, pero incluso a pesar de eso, ha sabido hacerse querer por todos otra vez: el a?o pasado enfrent¨¢ndose a Hamilton y ahora con esta lecci¨®n de humildad de la que deber¨ªamos aprender en nuestras profesiones y, sobre todo, en la vida.