Un 'lugar' en el que cabe todo
PhotoEspa?a llega a su und¨¦cima entrega con pocas novedades y muchas continuidades y repeticiones. En el apartado de novedades puede destacarse la presencia de S¨¦rgio Mah, que ha sido comisario de la Bienal LisboaPhoto en las ediciones de 2003 y 2005 y ven¨ªa colaborando con PhotoEspa?a desde 2005. La otra novedad es que la presencia de trabajos en v¨ªdeo vuelve a tener una cierta relevancia en la programaci¨®n despu¨¦s de cuatro a?os de verdadera carest¨ªa. Pese a todo, las continuidades son muchas. Desde la elecci¨®n de un tema conductor lo suficientemente ambiguo y amplio como para que tenga cabida casi cualquier exposici¨®n o autor hasta los habituales ingredientes, no siempre demasiado bien mezclados, de documentalismo humanista, fotorreporterismo y pr¨¢cticas art¨ªsticas contempor¨¢neas. No cabe duda de que la b¨²squeda de alg¨²n tipo de equilibrio o di¨¢logo entre estas dos vertientes tan acentuadas, entre documento y dramatizaci¨®n, entre realidad y representaci¨®n, est¨¢ entre los objetivos de la programaci¨®n de este a?o. Al fin y al cabo, este asunto representa una de las cuestiones fundamentales, m¨¢s recurrentes y debatidas de la creaci¨®n fotogr¨¢fica durante los ¨²ltimos a?os. Tambi¨¦n parece que cada a?o le resulte m¨¢s dif¨ªcil al festival aportar nuevos nombres o propuestas y enfoques in¨¦ditos, si se tiene en cuenta que algunas de las exposiciones m¨¢s destacadas vuelven sobre artistas ya revisados, algunos incluso recientemente.
Como en ocasiones anteriores, el tema propuesto, en este caso Lugar, es revisado de manera espec¨ªfica por el comisario del festival en una exposici¨®n colectiva. Se trata de Lugares comprometidos. Topograf¨ªa y actualidad, donde 11 artistas reflexionan sobre las posibilidades de an¨¢lisis y contextualizaci¨®n de la informaci¨®n contenida en la representaci¨®n documental del lugar, en la que probablemente sea la mejor exposici¨®n del programa. La mayor parte de ellos abordan cuestiones como los l¨ªmites de la dramatizaci¨®n y la ficci¨®n dentro del registro documental, el contexto en el que aparece producida o sugerida la informaci¨®n, o los vestigios de la historia y la memoria. Encontramos aqu¨ª a Augusto Alves da Silva con sus paisajes de las Azores en el momento de aterrizar los aviones de los mandatarios que participaron en aquella cumbre de triste recuerdo; la mirada conceptual de Simon Starling hacia realidades comerciales sangrantes; los manipulados paisajes y las arquitecturas de Beate G¨¹tschow que evidencian las connotaciones que los sustentan; el uso cr¨ªtico que hace Peter Piller de materiales an¨®nimos y de archivo como la fotograf¨ªa a¨¦rea comercial; la representaci¨®n y reconstrucci¨®n de la experiencia de la guerra llevada a cabo por An-My L¨º; el peso de la historia que arrastran los lugares en las im¨¢genes de Joachim Koester; o el "realismo traum¨¢tico" que aflora en los paisajes, espacios y arquitecturas que fotograf¨ªa Geert Goiris. Una colectiva que supone una interesante puesta al d¨ªa y en la que s¨®lo cuesta entender la inclusi¨®n del ya muy conocido trabajo de Walter Niedermayer. Es interesante se?alar tambi¨¦n un aspecto que se observa tanto en esta colectiva como en otras exposiciones del festival, y es la preferencia por las vistas a¨¦reas, una perspectiva que contrasta claramente con la abundante presencia hasta hace pocos a?os de las tomas frontales, neutras y distanciadas. Una actitud que ya no parece perseguir c¨®mo dar fe de la ambig¨¹edad contenida en la imagen documental sino c¨®mo explotarla e interpretarla.
Precisamente im¨¢genes a¨¦reas de gran formato, manipuladas digitalmente, son las que presenta Florian Maier-Aichen. Un interesante trabajo que evoca los arquetipos del paisaje llev¨¢ndolos hacia donde se confunde lo sublime con lo banal, lo familiar con lo surreal. Al igual que desde hace a?os se viene hablando de un momento poshumano que se refleja con fuerza en el retrato fotogr¨¢fico, puede empezar a detectarse ya con claridad tambi¨¦n un momento pospaisaje muy difundido, donde lo real es ya s¨®lo una pura evocaci¨®n, y la fantas¨ªa, la irrealidad o la simulaci¨®n dan paso a nuevas narrativas que reflejan nuestras inseguridades, inestabilidades o expectativas, seg¨²n los casos. Vistas a¨¦reas tambi¨¦n, pero en este caso de zonas suburbanas, en la muestra de Esteban Pastorino, aunque una est¨¦tica y unas im¨¢genes demasiado pr¨®ximas a las de Olivo Barbieri, jugando con la escala y la idea de maqueta, restan inter¨¦s a la propuesta.
La presencia de una amplia individual dedicada a Thomas Demand, protagonista excepcional de la privilegiada relaci¨®n establecida entre escultura y fotograf¨ªa en los a?os noventa para profundizar en aspectos como la idealizaci¨®n, los l¨ªmites de la experiencia y el concepto de original, es una cita con garant¨ªa de calidad. Lo mismo ocurre con la obra de Roni Horn y David Claerbout, dos artistas a los que siempre resulta interesante acercarse, y que muestran cierta proximidad en su preocupaci¨®n por explorar cuestiones relativas a las posibilidades, tensiones y limitaciones de los medios que utilizan: la duraci¨®n y el movimiento, la percepci¨®n y fijaci¨®n de cambios imperceptibles, el juego del tama?o, la secuencia.
Las amplias exposiciones dedicadas a dos figuras de referencia como Javier Vallhonrat y Cristina Garc¨ªa-Rodero muestran una precisa continuidad en los intereses de ambos. Javier Vallhonrat, en la serie Acaso, prosigue su indagaci¨®n sobre la relaci¨®n entre artificio y naturaleza, entre lo concreto y lo abstracto, lo dom¨¦stico y lo natural; por parte de Garc¨ªa Rodero, contin¨²a su acercamiento a diversos ritos y costumbres, en esta ocasi¨®n ligados al culto de Mar¨ªa Lienza en la Venezuela actual. Otro nombre destacado de nuestro pa¨ªs es el de Ignasi Aball¨ª, que presenta una instalaci¨®n espec¨ªfica creada para el Jard¨ªn Bot¨¢nico y en la que vuelve a confrontarnos con el uso de ideas y conceptos como archivo, orden, clasificaci¨®n, asociaci¨®n o convenci¨®n.
El apartado correspondiente a los cl¨¢sicos est¨¢ ocupado en esta ocasi¨®n por W. Eugene Smith y Bill Brandt. Del primero se retoma una retrospectiva de sus m¨¢s conocidas series, especialmente Spanish Village, que realiz¨® en Espa?a, y del segundo se presenta una de sus facetas menos difundida y menos experimental, la cotidianeidad de la clase obrera inglesa entre los a?os treinta y los cuarenta. Y si despu¨¦s de este recorrido le queda a alguien la sensaci¨®n de que tampoco hay demasiada novedad en todos estos planteamientos sobre el lugar o de que muchas aparentes novedades son s¨®lo eso, apariencias, siempre puede volver a Robert Smithson y su Hotel Palenque, una l¨²cida indagaci¨®n sobre la energ¨ªa de los lugares.
David Claerbout y Roni Horn, C¨ªrculo de Bellas Artes. Thomas Demand, Fundaci¨®n Telef¨®nica. Lugares comprometidos. Topograf¨ªa y actualidad, Museo Colecciones ICO. Ignasi Aball¨ª, Jard¨ªn Bot¨¢nico. Robert Smithson, Hotel Palenque, MNCARS. Florian Maier-Aichen, Museo Thyssen-Bornemisza. Eugene Smith, Teatro Fern¨¢n G¨®mez-Centro de Arte. Javier Vallhonrat, Sala Canal de Isabel II. Todas en Madrid. Desde el 4 de junio hasta el 27 de julio.
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