Restaurantes Flash Flash
Si la masa de la tierra fuera de huevo batido, la capital del mundo ser¨ªa el Flash Flash. Fundado en 1970, pocos locales pueden presumir de haber colgado el letrero de completo desde el d¨ªa de su inauguraci¨®n. Y todo ese milagro ofreciendo como reclamo tortillas para todos los gustos. Con cebolla para los paladares m¨¢s dulzones. Sin cebolla para los m¨¢s hura?os. Menos hechas para los de blando coraz¨®n. M¨¢s hechas para los de coraz¨®n curado en mil reyertas.
Mi favorita es la tortilla de butifarra, favoritismo subjetivo fruto de una educaci¨®n sentimental a la sombra de las muchachas sin flor y del olor de excursiones oto?ales rodeado de mis viejos abuelos, republicanos hasta la muerte. Sin memoria, sin un continente en los que situarlos, los sabores tendr¨ªan el gustillo impuro de ese pur¨¦ que come aburrido el astronauta Bowman en la Discovery junto a su amiga Hal 9000. Quiz¨¢ sea esta la raz¨®n por la que se llena el Flash Flash. Uno de los sabores que guardamos de nuestra infancia es el de la tortilla, apto para paladares no preparados para comidas de dos rombos.
Y mientras llenamos nuestro universo introspectivo de soles de huevo batido reci¨¦n colonizados por seres de cuerpo c¨¢rnico o vegetal, nos dedicamos a flotar por la ingravidez de un espacio en blanco rodeado de mujeres enlutadas, Romi mil veces multiplicada, surgida de la nada. Mientras los flashes sigan indic¨¢ndonos el camino de llegada al a?orado jard¨ªn de nuestra infancia, el Flash Flash tiene garantizada la m¨¢s longeva de las vidas. Claro que quien haya tenido una ni?ez carente de huevos, puede inclinarse por unas hamburguesas que har¨ªan las delicias del carnicero de Rostov o, en caso de pertenecer al vegetarianismo militante, por unas ensaladas que emborrachar¨ªan a un gusano de maguey. Hay gente a la que no le gusta el Flash Flash. Nada que objetar. Ya he dicho que muchos placeres forman parte de la educaci¨®n sentimental de cada uno. Como escribi¨® un poeta: no se puede, no se debe, no se sabe, no se vuelve. Con una tortilla del Flash Flash es posible.
- Lo m¨¢s: mirar la tortilla como Smigol mira el deseado anillo.
- Lo menos: la bodega.
- Direcci¨®n: Flash Flash. Granada del Pened¨¨s, 25. Tel¨¦fono: 93 237 09 90.
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