Memoria del recetario popular catal¨¢n
FONDA GAIG, en Barcelona, comedores a rebosar y un prestigioso cocinero
C¨®rcega, 200. Barcelona. Tel¨¦fono 934 53 20 20. Internet: www.fondagaig.com. Cierra domingos y festivos noche. Entre 35 y 45 euros por persona (vinos aparte). Sopa de pescadores, 16,45 euros. Rape con guisantes, 21,10 euros. Alb¨®ndigas con sepia, 12,50 euros. Crema catalana, 5 euros. Cocina ... 8 Pan ... 7,5 Caf¨¦ ... 6,5 Bodega ... 6,5 Aseos ... 6,5 Ambiente ... 7 Servicio ... 5 Postres ... 4
FONDA CAIG
C¨®rcega, 200. Barcelona. Tel¨¦fono 934 53 20 20. Internet: www.fondagaig.com. Cierra domingos y festivos noche. Entre 35 y 45 euros por persona (vinos aparte). Sopa de pescadores, 16,45 euros. Rape con guisantes, 21,10 euros. Alb¨®ndigas con sepia, 12,50 euros. Crema catalana, 5 euros.
Cocina ... 8
Pan ... 7,5
Caf¨¦ ... 6,5
Bodega ... 6,5
Aseos ... 6,5
Ambiente ... 7
Servicio ... 5
Postres ... 4
Cuando sus comedores se ocupan a rebosar, cosa que sucede a diario, un cliente reci¨¦n acomodado llega a aguardar m¨¢s de 20 minutos hasta ser atendido por Fina Navarro, jefa de sala en funciones, directora de esta casa de comidas y esposa de Carles Gaig, prestigioso cocinero. Hasta tal punto alcanza el ¨¦xito de este nuevo restaurante que no s¨®lo llena sus ampl¨ªsimas salas (900 metros cuadrados distribuidos en dos plantas con capacidad para 110 comensales, incluidos los espacios de cuatro reservados), sino que dobla algunas mesas por efecto de una presi¨®n inusitada. ?Qu¨¦ razones justifican semejante ¨¦xito? Platos perfectamente elaborados, con hechuras de alta cocina, que se centran en el recetario popular catal¨¢n. Es decir: callos de ternera con garbanzos, manitas de cerdo, rape a la catalana con guisantes, sopa de pescadores, exqueixada de bacalao y algunas otras especialidades.
Suculentos canelones
Para conocer la envergadura gastron¨®mica de la casa basta probar los suculentos canelones de la madre de Gaig, que se rellenan con carnes de pollo, ternera y cerdo asadas lentamente, y se gratinan con una elegante besamel. O sus bu?uelos de bacalao, crujientes y secos por fuera y cremosos en su interior. O los macarrones denominados Del Cardenal, ligados con un suave aderezo. Recetas aligeradas de grasas, que apelan a los sabores de la memoria y se elaboran con buenas materias primas. Platos que se sirven en raciones generosas dentro de un ambiente contempor¨¢neo y a precios moderados. Para muchos clientes y en los tiempos que corren, imposible encontrar nada mejor.
En definitiva, una muestra de la envergadura profesional y la capacidad de gesti¨®n del risue?o y veterano Gaig, que por su parte prosigue de manera independiente en Barcelona al frente de su propio restaurante dentro del hotel Cram. A lo largo de la carta es dif¨ªcil tropezar con especialidades que no tengan el mismo nivel. Irreprochable el bacalao a la llauna con guarnici¨®n de alubias blancas; m¨¢s que correcto el xat¨® de Vilanova, t¨ªpica ensalada de escarola con bacalao y anchoas, y rotundo el guiso de alb¨®ndigas con sepia, cubierto de una salsilla suculenta que incita a mojar pan.
EL ACIERTO DE LOS PLATOS DEL D?A
LA NUEVA FONDA GAIG ocupa el espacio donde antes se encontraba el restaurante Gargant¨²a, local umbr¨ªo y escasamente iluminado, que tras la remodelaci¨®n se ha convertido en un establecimiento moderno ambientado de manera sencilla. Al trazar las directrices culinarias del nuevo local, Carles Gaig parece haber recuperado las ¨²ltimas esencias de la tradici¨®n hostelera de su familia, cuyos antecedentes se remontan al siglo XIX. No obstante, al poco de su inauguraci¨®n, la casa todav¨ªa hace aguas en algunos aspectos. Entre ellos, los postres, desastrosos e impropios de un lugar donde la cocina salada alcanza semejante nivel. Lo evidencia la crema catalana, de textura muy tosca. O el denominado pecado de chocolate, tan cursi como vulgar. Lo mismo que el rosc¨®n de hojaldre y cabello de ¨¢ngel que no merece comentarse salvo los elogios que suscita un delicioso flor¨®n de nata montada.Otro punto negro es el servicio de sala, mal formado y poco profesional, esa bestia negra de la hosteler¨ªa espa?ola que en esta casa anda bastante desorientado. Por el contrario, el pan es excelente, el caf¨¦ supera la media, y la bodega, sin demasiadas pretensiones, consigue reunir un conjunto interesante de marcas a precios razonablemente moderados. Otra parcela atractiva la integran los platos del d¨ªa con sugerencias de temporada que se superponen a la carta cotidiana. En un momento cualquiera, por ejemplo, mejillones al vapor (8,50), jud¨ªas verdes con patatas (9,50), lentejas estofadas (10,20) y sardinas en escabeche (8,50).
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