La extinci¨®n de una dinast¨ªa

La dinast¨ªa familiar se est¨¢ convirtiendo r¨¢pidamente en el oso polar del paisaje empresarial estadounidense. El a?o pasado, familias como los Wrigley, los Hilton y los Brancroft vendieron empresas ic¨®nicas que sus antepasados fundaron hace un siglo. Ahora, una posible oferta de compra de Anheuser-Busch por la cervecera belga InBev amenaza a otra dinast¨ªa, la de los Busch.

La mayor¨ªa han sido transacciones voluntarias. En algunos casos, hac¨ªa m¨¢s de una generaci¨®n que un v¨¢stago de la familia no dirig¨ªa de hecho la empresa. En otros, representaba una astuta planificaci¨®n patrimonial. Pero todos resaltan la dificultad de mantener el control familiar frente a la competencia mundial.

Eso no significa que sea una tragedia que una familia decida entregarles las llaves a otros. Debi¨® de ser una decisi¨®n doloros¨ªsima para el presidente Bill Wrigley, hijo, el ceder el control de la empresa que hab¨ªa creado su abuelo regalando chicles con las pastillas de jab¨®n y las latas de levadura. Pero Wrigley deber¨ªa ir viento en popa si forma parte del imperio mundial de los dulces controlado por la familia Mars, y con una participaci¨®n importante del multimillonario Warren Buffet. Y los 15.000 millones de euros pagados por ella endulzaron la operaci¨®n para los accionistas.

De igual modo, la venta de Dow Jones por la familia Bancroft a News Corp. dio a la editorial de informaci¨®n financiera los recursos que nunca hab¨ªa tenido como empresa independiente. Aunque los Bancroft se consideraban guardianes de los criterios period¨ªsticos del fundador Clarence Barron, tambi¨¦n depend¨ªan de la corriente estable de dividendos que estaba dejando a la empresa corta de capital.

En cuanto a los Hilton, no estaba tan claro que el grupo de capital riesgo Blackstone tuviera tanto que aportar a la cadena hotelera que llevaba su nombre como, por ejemplo, Mars a Wrigley. Pero hay que aplaudir la habilidad de Barron Hilton para escoger el momento oportuno.

Despu¨¦s de que obtuviera el pasado julio 17.000 millones de euros por la cadena de hoteles fundada por su padre, las acciones hoteleras se han venido abajo. La cadena rival Starwood Hotels & Resorts ha ca¨ªdo aproximadamente un 30% desde entonces. Es una buena noticia para la fundaci¨®n a la que Hilton don¨® el 97% de los ingresos de la venta (aunque no para su nieta, la famosa Paris Hilton, que s¨®lo recibe una porci¨®n diminuta del dinero restante).

La familia Busch tal vez represente el ¨²ltimo basti¨®n de la dinast¨ªa estadounidense. El director general August A. Busch IV mantiene una tensa relaci¨®n con su padre y predecesor en la sala ejecutiva, August A. Busch III. Pero si hay algo en lo que los dos parecen estar de acuerdo es en mantener la independencia de la empresa.

Parece una respuesta sentimental. Ciertamente, el grupo ha estado dirigido por la familia durante seis generaciones. Pero en un mundo de marcas y cadenas de suministro mundiales, Anheuser-Busch es una anomal¨ªa. Apalancando la plataforma mundial de InBev, Budweiser puede reclamar con justicia la corona del rey de las cervezas. Pero, para eso, otra dinast¨ªa estadounidense tendr¨¢ que apartarse del camino. -