Destrozar tambi¨¦n es negocio
Stop Stress reduce la ansiedad laboral en la empresa
El 28% de los trabajadores de la Uni¨®n Europea padece estr¨¦s. En Espa?a, el coste anual de esta dolencia se cifra en unos 750 millones de euros. Es evidente que cualquier propuesta que ayude a reducir esa cantidad puede ser un buen negocio. Stop Stress cree haber dado con la soluci¨®n: proponer a las empresas que sus empleados se desfoguen destrozando coches u ordenadores, aullando como lobos en el bosque o escuchando m¨²sica cl¨¢sica en una cueva, por poner ejemplos. Hani Charwani y Jorge Arribas, amigos desde que se conocieron en Berl¨ªn en 1997 y socios desde 2003, son sus promotores.
Un d¨ªa, cuando Hani guiaba a un grupo de turistas por las ruinas de Karnak (Egipto) son¨® su tel¨¦fono m¨®vil. "Era Jorge. Ten¨ªa una idea y quer¨ªa que nos reuni¨¦ramos en Madrid para hablar de ella. Y eso hicimos", recuerda el alem¨¢n. El emprendedor soriano llevaba meses de baja tras un accidente ciclista y hab¨ªa aprovechado la circunstancia para madurar un concepto de negocio curioso y surgido de la visi¨®n de programas televisivos japoneses. "Jorge hab¨ªa observado las t¨¦cnicas niponas para desestresarse y le pareci¨® un concepto v¨¢lido para traerlo a Occidente", se?ala Hani Charwani.
Hani y Jorge estuvieron juntos muchas horas, hablando, madurando aquel planteamiento previo, confrontando sus pareceres para llegar a un punto com¨²n: "Deb¨ªamos crear una actividad que nos diera a conocer como la destructoterapia. El concepto b¨¢sico era descargar adrenalina rompiendo objetos inanimados. Y lo organizamos todo para presentarnos en INTUR 2003, la feria de turismo interior que se organiza cada a?o en Valladolid", recuerda.
Los socios se dieron cuenta de que sus personalidades eran tan contrapuestas como compatibles: "Jorge tiene una inagotable capacidad creadora; piensa en im¨¢genes, en sensaciones y no duda en ponerlas en marcha. Yo, en cambio, soy muy racional, necesito ver el proyecto plasmado en una estructura viable; tiendo a estandarizar, a analizarlo todo", explica Hani. Y sonr¨ªe al recordar el impacto que tuvo su presentaci¨®n en INTUR: "Prensa, curiosos... la verdad es que tuvimos mucho ¨¦xito". Pero pas¨® la feria y el tel¨¦fono dej¨® de sonar. "Aquella incertidumbre no se la deseo ni a mi peor enemigo. No sabes si est¨¢s empleando los mejores a?os de tu vida en un proyecto sin futuro. Hasta el tercer a?o no empezamos a vivir del negocio y, a¨²n hoy, invertimos los beneficios en seguir creciendo".
Al principio, la mayor¨ªa de las empresas a las que expon¨ªan su producto pensaban que estaban locos. "Afortunadamente, los resultados de quienes tuvieron el valor de contratarnos fueron buenos y la noticia fue propag¨¢ndose entre los directores de recursos humanos de las empresas. El primer a?o trabajamos para tres clientes; al siguiente, para 10; el pasado, para 30", explica.
De una primera sede social en Soria y una oficina en Murcia, Stop Stress ha pasado a instalarse en Madrid, Barcelona -ambas franquicias-, Galicia, Valencia, Cantabria y Dubai. Compa?¨ªas como Accenture, Telef¨®nica, Novartis o Ernst & Young son sus clientes. Y tambi¨¦n tienen encargos no convencionales, "como una asociaci¨®n de amas de casa que nos propuso hacer una destructoterapia con aspiradoras". Las peculiaridades del estr¨¦s... -
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