Alberto pone el contador

Helenio Herrera, uno de los grandes entrenadores-hechiceros del f¨²tbol, dijo en una ocasi¨®n que su equipo iba a ganar "sin bajar del autocar". Y Alberto Contador, madrile?o de Pinto, ciclista de 25 a?os, vencedor del Tour 2007, gan¨® ayer el Giro de Italia con una facilidad insultantemente parecida.

A primera vista, la comparaci¨®n puede sonar desaforada. El deportista espa?ol no ha ganado ni una sola etapa, en la contrarreloj que pon¨ªa fin a la ronda qued¨® s¨®lo und¨¦cimo, y su ventaja sobre el segundo, aunque clara, no es apabullante.

Este Indur¨¢in todav¨ªa menor, ha dado, sin embargo, todo un recital sobre cu¨¢nto esfuerzo hay que desplegar en cada momento para que no se le escape la victoria, pero sin robarle por ello emoci¨®n a la carrera. Un Giro euclidiano; por lo geom¨¦trico.

Contador, el segundo espa?ol tras el genial navarro en ganar la prueba italiana, y el ¨²nico de nuevo con Indur¨¢in que ha ganado Tour y Giro, se hallaba hace un mes de vacaciones en C¨¢diz; la invitaci¨®n a correr le lleg¨® por sorpresa; la acept¨® pensando que a la segunda semana lo m¨¢s prudente ser¨ªa retirarse y servirse de la ronda como entrenamiento para la Vuelta a Espa?a, en septiembre. ?se era su objetivo, habida cuenta de que no podr¨¢ defender en Francia su maillot amarillo, porque, con razones poco claras y sin acusaci¨®n directa alguna, el Tour no le dejar¨¢ correr este a?o. Pero con la primera contrarreloj cualquiera pudo ver que el Giro le cab¨ªa en la cabeza. Y la primera gran cima, hace poco m¨¢s de una semana, ratificaba esa impresi¨®n.

Desde entonces, aunque con m¨¢rgenes de sabia moderaci¨®n, era ya evidente que Alberto pod¨ªa y deb¨ªa ganar sin bajar del autocar. S¨®lo ten¨ªa que sumar y restar; tanto me llevo en la cuesta, lo redondeo en la contrarreloj y en el llano que tiren por donde quieran; sin ser el mejor en ninguna especialidad, su promedio resultaba inapelable; y tan espectacular ha sido, en su estilo ajeno al espect¨¢culo, que algunos de sus rivales italianos le han acusado de mentir cuando dec¨ªa que estaba de asueto.

Pero lo realmente grave para sus competidores es que el ciclista s¨®lo ha tenido que poner el contador para derrotarles a todos.