"Nunca haremos una cr¨ªtica impregnada de discurso pol¨ªtico"
Juan Manuel Ormazabal lleva dos meses presidiendo la Sociedad de Ciencias Aranzadi y tiene entre sus prioridades ahondar en la profesionalizaci¨®n de la entidad. En su mente est¨¢ tambi¨¦n la construcci¨®n de una nueva sede social. El edificio que ocupa en San Sebasti¨¢n, situado en Zorroaga, es propiedad del Ayuntamiento, que necesita el inmueble. Espera tomar una decisi¨®n con su equipo en los pr¨®ximos meses, de manera que Aranzadi pueda estrenar ubicaci¨®n dentro de dos a?os.
Pregunta. ?Qu¨¦ retos se plantea como nuevo presidente de Aranzadi?
Respuesta. Modernizar su organizaci¨®n, hacerla m¨¢s profesional, y realizar proyectos que tengan m¨¢s valor para la sociedad. No s¨®lo para la sociedad cultural o intelectual, sino para la sociedad civil en general.
"En la cueva de Praileaitz los hechos son tozudos"
"Hay una discusi¨®n por hacer sobre el puerto exterior de Pasajes"
P. ?A qu¨¦ se refiere con proyectos m¨¢s cercanos a la sociedad civil?
R. Adem¨¢s de entrar en asuntos muy concretos de un gran calado cient¨ªfico, tenemos que abordar cuestiones con una carga cient¨ªfica quiz¨¢ m¨¢s baja, pero que responden a los problemas que tiene la sociedad en general, como el cambio clim¨¢tico, la conservaci¨®n del medio ambiente o el tema energ¨¦tico. Aranzadi puede tener opiniones de esos problemas desde una perspectiva cient¨ªfica, pero tambi¨¦n ayudar a la sociedad a interpretarlos y resolverlos.
P. Aranzadi cuenta ahora con doce secciones. ?Las mantendr¨¢ tal cual o har¨¢ modificaciones?
R. Tenemos un debate interno sobre ese aspecto. Creo que las secciones est¨¢n poco conectadas entre s¨ª, no se aprovechan las sinergias que puede haber entre ellas. Por ejemplo, y sin que esto signifique nada, parecer¨ªa normal que todo lo que se refiere a vertebrados, invertebrados, flora, ornitolog¨ªa... estuviera en un macrodepartamento que podr¨ªa denominarse Medio Ambiente. Se trata de que los proyectos adquieran un car¨¢cter m¨¢s transversal. Pero es algo sobre lo que estamos reflexionando, c¨®mo organizarnos internamente, si bien parece que ya hay ciertas claves de por d¨®nde tenemos que ir.
P. ?Cu¨¢l es la relaci¨®n de Aranzadi con la universidad?
R. Tienen papeles complementarios. Se dice siempre que la universidad tiene que hacer la investigaci¨®n b¨¢sica. Bien, pero eso no es obst¨¢culo para que un centro como ¨¦ste pueda hacer cierta parte de investigaci¨®n b¨¢sica. En cualquier caso, tenemos un papel, estamos en el segundo eslab¨®n despu¨¦s de las universidades. Hacemos aplicable, aportamos valor a las investigaciones m¨¢s b¨¢sicas que se hacen en la universidad.
P. ?Es dif¨ªcil mantenerse independiente de las instituciones p¨²blicas, de las que reciben ayudas econ¨®micas, y de los grupos de poder a la hora de emitir informes cient¨ªficos?
R. S¨ª, es complicado. Pero nos tienen que entender. Nunca haremos una cr¨ªtica no constructiva impregnada de discurso pol¨ªtico. Simplemente, damos nuestro punto de vista cient¨ªfico. Nuestra cr¨ªtica puede sentar mal, pero debe interpretarse como constructiva. De ella pueden salir cosas interesantes y las acciones que se vayan a realizar pueden tener incluso un respaldo social mayor.
P. En ese sentido, ?qu¨¦ opini¨®n tiene de c¨®mo est¨¢ llevando la consejer¨ªa de Cultura el caso de la cueva de Praileaitz?
R. Los hechos son tozudos y negar la evidencia suele traer malas consecuencias. Hay una cueva con unos materiales arqueol¨®gicos importantes y con pinturas rupestres que invitan a pensar que puede haber algo m¨¢s en un conjunto de cuevas que no est¨¢n suficientemente exploradas. Entiendo que tambi¨¦n hay unos intereses econ¨®micos por parte de la cantera, pero la cueva estaba ah¨ª.
P. ?Entonces?
R. Habr¨¢ que conciliar los intereses, pero eso es un hecho pol¨ªtico. Aranzadi s¨®lo puede opinar del hecho cient¨ªfico.
P. En su d¨ªa, usted propici¨® desde Aranzadi el debate sobre la energ¨ªa nuclear. ?Estar¨ªa dispuesto a impulsarlo en torno a proyectos conflictivos como el puerto exterior de Pasajes?
R. Es un tema que tenemos que reflexionar. Habr¨¢ estudios medioambientales, pero el peso de ciertos valores medioambientales no son igualmente percibidos por las instituciones p¨²blicas que por la sociedad. Ah¨ª hay una discusi¨®n todav¨ªa por hacer, porque las cosas por imposici¨®n no se pueden realizar. Intituciones como la nuestra pueden hacer un arbitraje intelectual, en el que tendremos cr¨ªticas.
P. ?C¨®mo va el proyecto de construcci¨®n de la nueva sede de Aranzadi?
R. Estamos barajando varias opciones. El Ayuntamiento nos ha ofrecido un terreno en el Parque Tecnol¨®gico de Miram¨®n. Nos parece atractivo, pero no queremos tomar una decisi¨®n sin haber visto otras cosas. De aqu¨ª al verano tenemos que tener todas las claves para tomar una decisi¨®n y, ya en septiembre, empezar a hablar con las instituciones sobre el apoyo financiero que nos pueden ofrecer. Pero para eso tenemos que definir bien nuestros proyectos cient¨ªficos y la infraestructura que necesitamos para ellos.
P. Dirige usted el Centro Nacional de Energ¨ªas Renovables. Cereales, biocombustibles, encarecimiento de alimentos, incremento de la pobreza. Un encadenamiento peligroso, ?no?
R. Es cierto que los biocombustibles de primera generaci¨®n han influido de alguna manera en la escasez de alimentos, pero no ha sido el factor principal. Los alimentos se est¨¢n convirtiendo en moneda refugio ante la situaci¨®n financiera mundial. Eso ha provocado el acaparamiento de materias primas y alimentarias y, por tanto, la subida de precios. De todas formas, ahora se est¨¢n investigando los biocombustibles de segunda generaci¨®n, aquellos que utilizan biomasas forestales o agrarias, pero no cultivos que necesita el hombre.
Juan Manuel Ormazabal
(San Sebasti¨¢n, 1946) es ingeniero qu¨ªmico y dirige desde su creaci¨®n en 2002 el Centro Nacional de Energ¨ªas Renovables (CENER), ubicado en Sarriguren (Navarra).
Es socio de Aranzadi desde 1962. Ha sido miembro de la junta directiva, tesorero y director de lo que fue el departamento de Ecolog¨ªa. Preside la sociedad desde el pasado 31 de marzo.
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