"Muchas vendr¨ªan a clase con pa?uelo si pudieran"
Miles de estudiantes isl¨¢micas ortodoxas se disfrazan con pelucas para sortear los controles de la universidad
Despu¨¦s de superar un examen de selectividad que deja en la cuneta a tres de cada cuatro aspirantes, los universitarios turcos sobreviven como pueden con una beca de 160 liras al mes (unos 80 euros) y la ayuda de sus familias en campus de arquitectura sovi¨¦tica. Si adem¨¢s son mujeres y musulmanas ortodoxas tienen que disfrazarse con groseras pelucas o aparatosos gorros para poder ir a clase. Los servicios de seguridad universitarios, un cuerpo de bedeles parapolicial, impiden el acceso a los recintos docentes de todas las alumnas cubiertas con el velo o pa?uelo isl¨¢mico.
Los guardianes del campus de Gostepe de la Universidad del M¨¢rmara, situado en la parte asi¨¢tica de Estambul, no son de los m¨¢s estrictos. Al d¨ªa siguiente de que el Tribunal Constitucional anulase la ley del velo, aprobada en febrero con m¨¢s del 80% de los votos en el Parlamento, hac¨ªan la vista gorda ayer para permitir el paso de las j¨®venes cubiertas hasta una cabina donde pudieran cambiar el pa?uelo por otro tocado legal. "Algunas han decidido descubrirse dentro del campus para no tener que disfrazarse m¨¢s", explica Ezgi, de 22 a?os, estudiante de cuarto y ¨²ltimo curso de Ciencias Pol¨ªticas en un fluido ingl¨¦s. "Pero muchas m¨¢s vendr¨ªan a las clases con pa?uelo si pudieran", asegura esta joven vestida con unas bermudas y camiseta. Acaba de examinarse de relaciones internacionales y holgazanea en las escalinatas de la Facultad con varios compa?eros de curso. Todos prefieren identificarse s¨®lo por su nombre de pila para eludir posibles represalias del rectorado por sus declaraciones. Las pocas estudiantes que volv¨ªan a cubrirse al abandonar el campus se negaron a hablar.
"Prohibir el velo es una discriminaci¨®n de g¨¦nero", afirma una profesora
"La beca del Estado te la puedes beber en una noche", bromea un alumno
Las facultades de Ciencias Pol¨ªticas y Econom¨ªa de la Universidad de M¨¢rmara figuran entre las m¨¢s renombradas de Turqu¨ªa. La nota de corte para acceder a sus aulas roza el nueve sobre 10. De los 1,7 millones de graduados en secundaria que se presentaron al examen de selectividad nacional turco s¨®lo un 24% pudo matricularse el a?o pasado. En su mayor¨ªa, son j¨®venes brillantes del interior de Anatolia. "La beca del Estado te la puedes beber en una noche", bromea Funda, de 21 a?os, que est¨¢ a punto de licenciarse en Econom¨ªa y Administraci¨®n de Empresas. "Dependemos de nuestras familias para poder estudiar. A muchas alumnas procedentes de zonas conservadoras del pa¨ªs, adem¨¢s, sus familias les advierten: 'Si quieres estudiar, tendr¨¢s que seguir llevando el pa?uelo". Las universidades privadas han sido tradicionalmente m¨¢s tolerantes con el uso del pa?uelo isl¨¢mico.
Desde el golpe militar de 1980, el Estado turco proh¨ªbe la entrada de las alumnas que lleven la cabeza cubierta por el velo. "El pa?uelo es visto por el aparato del Estado como un s¨ªmbolo islamista, como un desaf¨ªo a los principios laicos del Estado", explica el profesor de Ciencias Pol¨ªticas Emre, de 32 a?os. "El Tribunal Constitucional ya vet¨® en 1989 un primer intento legal de levantar la prohibici¨®n. Ahora ha vuelto a ratificar su doctrina", precisa.
A su lado, Segdi, de 38 a?os y profesora de relaciones internacionales, tercia en el debate: "La prohibici¨®n del velo es, en el fondo, una discriminaci¨®n de g¨¦nero. Los alumnos pueden vestir como quieran, incluso dejarse una barba de fundamentalista isl¨¢mico". Ambos docentes estiman que en sus respectivas facultades una de cada 10 estudiantes se disfraza con gorros o pelucas. "Pero hay otras tantas que respetan la vestimenta conservadora musulmana", advierte la profesora. De las largas gabardinas de color beis que ocultan camisas con cuellos cerrados, emergen pantalones tejanos con los bajos desgastados que apenas ocultan el calzado deportivo, de una marca conocida, por supuesto. Los fulares con los que se cubren a la salida del campus son de colores vivos.
La burgues¨ªa emergente de creencias isl¨¢micas que apoya al Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) insiste en que sus hijas puedan estudiar una carrera con el turban (pa?uelo isl¨¢mico). Para los millones de votantes de la Anatolia profunda, la ley del velo es una antigua promesa electoral del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, ex alumno de una escuela cor¨¢nica y cuyas hijas han estudiado en EE UU para poder asistir a clase con la cabeza cubierta con un pa?uelo. En febrero, cuando se aprob¨® la ley del velo hubo una manifestaci¨®n de apoyo al Gobierno en la Universidad de M¨¢rmara. Ayer s¨®lo hab¨ªa silencio.
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