Jan Morris, sin viaje de novias
La escritora y su esposa pasaron su segunda luna de miel en casa
La gran escritora de literatura de viajes, que conoce Venecia como nadie, no ha tenido esta vez viaje de novios. Jan Morris, de 81 a?os, y Elizabeth Tuckniss, que han vuelto a casarse 58 a?os despu¨¦s de su primer matrimonio, celebrado cuando ¨¦l era un hombre, James Morris, pasaron su segunda luna de miel en casa, en la hermosa y r¨²stica Trefan Morys, su hogar en Llanystumdwy (Gales). Jan y Elizabeth, que nunca han dejado de ser pareja ni de amarse y han tenido cinco hijos -tres varones y dos hembras, una, Virginia, fallecida a los dos meses- y varios nietos, se vieron forzados legalmente a divorciarse cuando ¨¦l consum¨® su operaci¨®n de cambio de sexo en Casablanca en 1972 y devino f¨ªsicamente mujer. Ahora, con un tan anacr¨®nico como maravilloso romanticismo, Jan -que se sent¨ªa en deuda con Elizabeth y quer¨ªa devolver el aspecto oficial a la relaci¨®n- ha vuelto a llevar a su ex esposa si no al altar s¨ª a la oficina del Ayuntamiento de Pwllheli, a s¨®lo 15 minutos de su casa en coche (y menos si conduce la propia Jan), donde firmaron su uni¨®n civil.
La pareja tiene una l¨¢pida: "yacen aqu¨ª dos amigas al final de una vida"
"Estamos sorprendidas con todo este revuelo, no fue nada singular, s¨®lo fuimos a la oficina y le¨ªmos y firmamos, una cosa ¨ªntima y bonita", dijo a este diario ayer en conversaci¨®n telef¨®nica la encantadora Elizabeth. ?No hubo vestido especial? "No, no", r¨ªe con coqueter¨ªa la feliz vuelta a desposar. Tampoco viaje de novios. "No, aunque nos gustar¨ªa regresar a Espa?a, un pa¨ªs que nos encanta y al que Jan dedic¨® uno de sus libros". Jan Morris se encuentra, ella s¨ª, de viaje. "Est¨¢ en Corf¨², en un evento literario".
Seg¨²n su esposa, "Jan estaba empe?ada en que se reconociera nuestra uni¨®n antes de morirnos". La pareja quiere que las entierren juntas en una peque?a isla en el r¨ªo Dwyfor, detr¨¢s de su casa, junto a Llyn Meirch, la Poza de los Caballos, bajo una l¨¢pida que guardan desde hace treinta a?os bajo la escalera de la biblioteca con la inscripci¨®n: "Yacen aqu¨ª dos amigas, Jan y Elizabeth Morris, al final de una vida".
Ser¨¢ el emotivo ep¨ªlogo de una de las historias de amor m¨¢s conmovedoras y hermosas que pueda imaginarse. "Era un matrimonio que no ten¨ªa derecho a funcionar, y sin embargo funcion¨® como un sue?o, dando testimonio, una se atrever¨ªa a decir, del poder de la mente sobre la materia -o del amor, en su sentido m¨¢s puro sobre cualquier otra cosa-". As¨ª lo expres¨® la propia Jan Morris en su extraordinario libro Conundrum (1974), en el que explica su historia, la de un ser humano atrapado en el cuerpo equivocado y que busca desesperadamente un camino para reconciliarse con su verdadera naturaleza. En esa obra capital, de una sinceridad, una belleza y una humanidad deslumbrantes, Morris traza los pasos de su metamorfosis.
Morris, que escribe un nuevo libro, Allegorizings, que no ha de publicarse hasta despu¨¦s de su muerte, conoci¨® a Elizabeth, hija de un plantador de t¨¦ de Ceil¨¢n, al haber alquilado habitaciones contiguas de una misma casa en Londres tras la guerra. Su empat¨ªa fue absoluta desde el principio y se casaron en 1949. ?l no le ocult¨® nada de su dilema. Pero tuvieron hijos y Jan esper¨® hasta que crecieran para dar los pasos definitivos hacia el cambio de sexo, con el apoyo de Elizabeth. Las cosas no siempre han sido f¨¢ciles para la pareja, pero la escritora subraya el gran poder del amor para afrontarlas. "El amor me salv¨® de la autodestrucci¨®n y ha dado nobleza a mi vida".
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