"Mi pel¨ªcula sobre Hitler es un acto de venganza"

Est¨¢ a punto de empezar 1945 y Hitler se encuentra en baja forma. Goebbels quiere organizar y filmar una parada como las de antes y hace traer del campo de Sachsenhausen a un actor y profesor de teatro jud¨ªo para que devuelva al l¨ªder nazi su talento dram¨¢tico. Meter a un jud¨ªo en la Canciller¨ªa del Reich y darle poder sobre Hitler traer¨¢ las l¨®gicas complicaciones. M¨¢s a¨²n porque el F¨¹hrer entrar¨¢ en una regresi¨®n y desvelar¨¢ sus traumas infantiles (incontinencia nocturna incluida). Con este argumento y con el enorme Ulrich Muhe (el protagonista de La vida de los otros, en su ¨²ltimo papel) como el jud¨ªo y el c¨¦lebre c¨®mico alem¨¢n Helge Schneider encarnando a Hitler, el cineasta Dani Levy, jud¨ªo suizo, ha creado la desternillante a ratos, escalofriante otros, Mein F¨¹hrer, la verdadera verdad de Adolf Hitler.

La comedia 'Mein F¨¹hrer' "es una contrapel¨ªcula de 'El hundimiento"

Hitler tiene un 'gatillazo' con Eva Braun y sufre incontinencia

Es una pel¨ªcula que ha causado pol¨¦mica, con ecos de Lubitsch, Chaplin, Woody Allen y Monty Python, en la que se alternan escenas que van de la comicidad blanca -las repeticiones de ?Heil Hitler!, Himmler con el brazo en cabestrillo en permanente saludo, los l¨ªos con los cargos de las SS- al humor negro -el jud¨ªo al que le sale realmente agua por la ducha-, pasando por la sal gruesa -Hitler a cuatro patas montado por Blondie, su pastor alem¨¢n, el gatillazo con Eva Braun o el rijoso Goebbels sac¨¢ndose un pelo p¨²bico de su secretaria de la boca.

Levy (Basilea, 1957) ha estado en Barcelona con motivo del pase de su filme en el Festival de Cine Jud¨ªo. Un filme en el que la sonrisa a menudo se te congela en la cara. "La risa es subversiva, y tambi¨¦n una terapia", explica el director. "Pero si hubiera hecho s¨®lo una pel¨ªcula de risa habr¨ªa sido la pel¨ªcula equivocada. El tema es tan terrible que no ser¨ªa posible hacer s¨®lo una pel¨ªcula de entretemiento. Cuando empec¨¦ sab¨ªa que no se tratar¨ªa ni de una comedia pura ni de una tragedia pura. Y, como jud¨ªo, sab¨ªa que tendr¨ªa un componente de venganza, que ser¨ªa un acto de venganza". De las escenas m¨¢s fuertes, dice: "Fue como si el diablo me cabalgara, estaba lleno de odio, aunque eso me lanz¨® en ocasiones a una comicidad subversiva".

Levy -cuya madre era de Berl¨ªn (escap¨® a Suiza en 1939)- dice que cada vez le molesta m¨¢s la relaci¨®n de Alemania con el nacionalsocialismo y con Hitler, "marcada por una imagen negativa pero tambi¨¦n glorificadora". Hitler, se?ala, "es para los alemanes una figura diab¨®lica, s¨ª, pero a la vez alguien glorioso". A prop¨®sito menciona el filme El hundimiento, del que el suyo es una contrapel¨ªcula. "Me exasper¨® la pretensi¨®n de realismo, el rid¨ªculo esfuerzo de autenticidad, como si se pudiera tocar el tema de una manera neutra. Por eso me pareci¨® importante hacer un filme al rev¨¦s, una pel¨ªcula bastarda entre comedia y tragedia, psicoterap¨¦utica, subversiva. Creo que como comedia mi pel¨ªcula hace plantearse unas preguntas que una pel¨ªcula mim¨¦tica como El hundimiento no pod¨ªa". Su Hitler, el c¨®mico y "dada¨ªsta" Schneider, "es una buena r¨¦plica a Bruno Ganz". A Muhe -que muri¨® al poco del rodaje- no lo seleccion¨® al principio, pero ¨¦l no se enfad¨®. "No era nada vanidoso, era un gran trabajador en equipo, de una enorme inteligencia".

Pese al aparente trazo grueso (Hitler jugando con una maqueta del acorazado Bismarck en la ba?era, o en ch¨¢ndal) hay detalles en Mein F¨¹hrer dirigidos a un p¨²blico buen conocedor del tema: como cuando Hitler aparece consultando los planos de Auschwitz o Speer llora celoso por la intimidad del F¨¹hrer con el jud¨ªo Gr¨¹nbaum. "Hay muchos gui?os en la pel¨ªcula, aunque las cr¨ªticas intelectuales negativas nos han hecho perder en buena medida a ese espectador adulto".

La tesis en Mein F¨¹hrer, que Levy ha tomado de la psic¨®loga Alice Miller, es que el odio de Hitler ten¨ªa su ra¨ªz en los malos tratos de su padre, el brutal Alois Hitler. "Ese tema de la pel¨ªcula se ha debatido poco en Alemania y es frustrante. No es la ¨²nica causa del comportamiento criminal de Hitler, por supuesto, pero es una perspectiva sobre la que es interesante reflexionar". ?Eso no lleva a sentir cierta peligrosa l¨¢stima por Hitler? "No tengo ninguna compasi¨®n por Hitler. Y la gente que va al cine sabe que mat¨® a seis millones de jud¨ªos. Pero no debemos dejar de intentar entender".

Mein F¨¹hrer parece homenajear a To be or not to be. Todo eso del "?Heil yo!"... "S¨ª, hay citas, muchas inconscientes. Esa pel¨ªcula me gusta mucho. Se ha dicho que Lubitsch, como Chaplin, no habr¨ªa hecho su filme tan c¨®micosde conocer el Holocausto, pero yo creo que lo percib¨ªan inconscientemente".