"Yo decido y t¨² pagas"

El sector conservador del Consejo del Poder Judicial -nacido bajo la ¨²ltima legislatura de Aznar y que, pese a las bajas, sigue teniendo mayor¨ªa de votos- est¨¢ a la gresca con el Ministerio de Justicia, gobernado por el PSOE. El control de los refuerzos judiciales, el motivo. Si antes de la llegada al poder de los socialistas, en 2004, eran los vocales progresistas los que agitaba el d¨¦ficit de la justicia, ahora sucede al rev¨¦s: los conservadores airean los problemas, de los que culpan al ministerio que dirige Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, y los progresistas, salvo excepciones, les restan importancia.

La actual refriega obedece a que Justicia desatiende una parte de las peticiones de refuerzos de juzgados que demanda el Consejo. Y en ello atisban un sesgo pol¨ªtico. "La ley es clar¨ªsima: el Consejo decide qu¨¦ juzgados se refuerzan y Justicia debe limitarse a sufragar el coste. Dicho de otro modo, nosotros decidimos y Justicia paga", sostienen estos vocales.

Desde el ministerio se alega que s¨®lo en torno al 15% de las peticiones del Consejo sobre refuerzos han sido incumplidas. Y que ello obedece a que se piden refuerzos para juzgados que incumplen los requisitos pactados entre ambas instituciones. Ese pacto establece que el ¨®rgano para el que se pida un refuerzo sufra pendencia (atasco) y que su titular haya cumplido al 100% los objetivos, el m¨®dulo de trabajo. Fuentes del sector progresista del Consejo admiten que existe un pacto entre Justicia y el Consejo que estableci¨® esos requisitos. Y no ven mal que, salvo excepciones, se supediten tales refuerzos al cumplimiento de esos criterios.

Los vocales conservadores discrepan. Dicen que la ley est¨¢ por encima de cualquier pacto. Y esgrimen el art¨ªculo 216, bis, de la Ley Org¨¢nica del Poder Judicial, que faculta en exclusiva al Consejo "para decidir d¨®nde, c¨®mo y cu¨¢ndo hay que establecer un refuerzo". En los ¨²ltimos cuatro a?os "han sido muchos" los refuerzos de juzgados que el ministerio ha rechazado ampar¨¢ndose en motivos presupuestarios. "En realidad", interpretan estos vocales, "lo que hay es un encubierto control de oportunidad pol¨ªtica".

Las tensiones sobre qui¨¦n decide los refuerzos han aflorado despu¨¦s de que el juez Eduardo L¨®pez-Palop denunciara el descomunal colapso de los juzgados de ejecutorias de Madrid. El Consejo ha aprobado reforzar estos juzgados; y entre ellos, el de L¨®pez-Palop, que aglutina unas 7.000 sentencias de violencia machista en tr¨¢mite de ejecuci¨®n.

Seg¨²n fuentes del Consejo, el juzgado de L¨®pez-Palop no cubre todos los requisitos de ese pacto y, sin embargo, necesita un apoyo. "Si no se hace, los perjudicados ser¨ªan los usuarios", advierten. Y a?aden: "?Qu¨¦ hacemos? ?Dejamos el juzgado atascado porque no cumple todos los requisitos? Cuando pedimos un refuerzo no es por gusto; es porque realmente es necesario. Y si lo hacemos, la obligaci¨®n legal de Justicia, y en su caso de las comunidades que tienen asumidas las competencias en esta materia, es dotar econ¨®micamente esas plazas".

Otras fuentes del Consejo son conscientes de que puede haber limitaciones presupuestarias, pero apuntan la receta: "Si no hay dinero, que nos digan de cu¨¢nto disponen y nosotros, como es nuestra obligaci¨®n, fijaremos las prioridades".

El ministerio rechaza que haya un criterio oportunista en la concesi¨®n de refuerzos. Subraya que el nivel de cumplimiento de las peticiones del Consejo supera el 85%. Justicia ofrece sus datos: distingue entre "medidas de refuerzo orientadas a solventar situaciones especiales con carga de trabajo inusual", donde el nivel de cumplimiento de las peticiones del Consejo en los ¨²ltimos cuatro a?os ronda el 85%, y las tendentes a poner al d¨ªa un juzgado muy saturado. En este caso se refuerzan "el 100%". "Estas ¨²ltimas son casi irrelevantes", oponen desde el Consejo.

Los vocales del Poder Judicial est¨¢n en funciones desde noviembre de 2006. Llevan m¨¢s de un a?o y medio en esa situaci¨®n, a la espera de que PP y PSOE se pongan de acuerdo para su renovaci¨®n. En estos ¨²ltimos a?os han ido mermando en n¨²mero hasta quedar nueve vocales afines al sector progresista y otros nueve al conservador, aunque estos ¨²ltimos re¨²nen mayor¨ªa con el voto de calidad del presidente.