"Para el circuito de F¨®rmula 1 hay dinero, ?y nosotros?"

Alicia Bert¨® es t¨¦cnica del departamento de Dependencia en la Oficina de Discapacidad y Ley de Dependencia que el Ayuntamiento de Gandia inaugur¨® el pasado octubre. El servicio atiende a 13 pueblos de La Safor y la Vall d'Albaida, con una poblaci¨®n aproximada de 90.000 habitantes. La oficina, explica Bert¨®, naci¨® con vocaci¨®n de hacer de "puente" entre la ley de Dependencia y la ciudadan¨ªa y centraliza las solicitudes de afectados o familiares que piden acogerse a las ayudas. Los trabajadores de la oficina viven de primera mano los problemas a los que hacen frente las personas dependientes. El m¨¢s denunciado, las peticiones reiteradas de documentaci¨®n, continuas incidencias que alargan los tr¨¢mites y contribuyen a aumentar el malestar y, en los casos m¨¢s cr¨ªticos, la desesperaci¨®n de los enfermos y sus familiares.

"?Qu¨¦ nos queda, acudir a la v¨ªa judicial?", se pregunta Mercedes

A primeros de mayo la oficina de Gandia hab¨ªa tramitado 1.318 solicitudes. De todos los expedientes presentados, la Generalitat solo hab¨ªa aprobado un caso, y 34 de los solicitantes fallecieron sin que sus peticiones fueran atendidas. El Gobierno valenciano culpa al central de falta de financiaci¨®n y de un desarrollo incompleto de la ley. El PSPV responde y acusa a la Generalitat de "boicotear" la ley, ya que las valoraciones no se realizan al ritmo esperado y la resoluci¨®n de los expedientes se retrasa. En medio del cruce de acusaciones, el desamparo de los afectados.

Irene Parre?o y su marido, Pepe Castell¨®, de 32 y 31 a?os respectivamente, iniciaron hace un a?o los tr¨¢mites para acogerse a la ley de Dependencia. Pepe, su primer y ¨²nico hijo, naci¨® hace dos a?os y medio afectado por una par¨¢lisis cerebral. "No respond¨ªa a est¨ªmulos, nos dijeron que no ve¨ªa, y solo se tranquilizaba estando conmigo", recuerda Irene de los dif¨ªciles primeros meses. Dej¨® su trabajo en una tienda para atender a su hijo. Con las prestaciones de paro y el sueldo de su marido, pod¨ªan arregl¨¢rselas. Pero llegaron gastos inesperados. En Gandia el ¨²nico centro de estimulaci¨®n especializado en menores de tres a?os solo ofrece servicio de dos horas a la semana. El centro m¨¢s cercano, con atenci¨®n diaria, est¨¢ en Valencia, y all¨ª acudieron. El servicio estaba subvencionado, pero el gasto diario del desplazamiento, m¨¢s de 500 euros al mes en carburante, lo sufraga el matrimonio. Irene hab¨ªa acudido a los servicios sociales de Gandia para pedir ayuda. A su hijo le hab¨ªan valorado su minusval¨ªa en un 47%. Esto les daba derecho a percibir una ayuda de 224 euros cada seis meses. Hace un a?o, con el anuncio de la entrada en vigor de la ley de Dependencia, el matrimonio inici¨® los tr¨¢mites para acogerse a una prestaci¨®n que permitiera a Irene una ayuda econ¨®mica para continuar cuidando a su hijo en casa.

Hasta ahora han recibido la visita de un valorador de la Generalitat. "Nos dijo que nos dar¨ªan el m¨¢ximo por nuestra situaci¨®n". Pero el expediente est¨¢ pendiente de resoluci¨®n. Este mes Irene dejar¨¢ de percibir el paro y no podr¨¢ "hacer frente a los gastos". "Para la construcci¨®n del circuito de F¨®rmula 1 hay dinero y se dan prisa, pero para casos como el nuestro, nada", lamenta el matrimonio. "Y el dinero que cotizo a la Seguridad Social, ?ad¨®nde va?", pregunta el marido.

Mercedes Mart¨ªnez solicit¨® en septiembre a la Generalitat una plaza en una residencia, p¨²blica o concertada, para su madre afectada por Alzheimer. En octubre recibi¨® la contestaci¨®n de la Consejer¨ªa de Bienestar Social inform¨¢ndole de que hab¨ªa finalizado su expediente quedando a la espera de que se produjera una vacante en alguno de los dos centros demandados. Mercedes se dirigi¨® a la residencia concertada y, para su sorpresa, hab¨ªa vacantes. "Me sent¨ª enga?ada", recuerda. "Me dirig¨ª a la asistenta social del Ayuntamiento de Gandia para que me dijera qu¨¦ hacer. 'Ah¨ª lo tienes, no hay partidas presupuestarias para sufragar los bonos-residencia', me respondi¨®". A pesar de ello, y por necesidad, ingres¨® a su madre en uno de los centros. Los 1.500 euros que cuesta la estancia y atenci¨®n los sufraga con la pensi¨®n de la madre y aportaci¨®n propia. Aprobada la ley de Dependencia, Mercedes pidi¨® acogerse a esta prestaci¨®n. "Nos dijeron que ten¨ªamos que volver a empezar de cero". Otra vez los tr¨¢mites y el papeleo. "Nos hemos quedado entrampados entre la ley de Dependencia y la Generalitat". "?A qu¨¦ esperan, a dilatar el tiempo y que mi madre fallezca?", pregunta. La mujer cuenta que su caso no es de los peores. "Ha habido familias que han tenido que sacar de las residencias a sus mayores porque no las pod¨ªan pagar, o vender propiedades para sufragar el gasto porque las ayudas no llegan". "?Qu¨¦ nos queda, acudir a la v¨ªa judicial?", se pregunta Mercedes ante esta situaci¨®n de desamparo, "no hay eficacia, ni voluntad, solo trabas y falta de sensibilidad para las personas que tenemos este problema", reprocha.

A fecha del pasado 5 de mayo, 374.000 personas en toda Espa?a hab¨ªan solicitado acogerse a la ley de Dependencia. La Comunidad Valenciana registr¨® 10.163 solicitudes, frente a otras autonom¨ªas, como la andaluza, con 133.105 peticiones tramitadas. De todos los casos registrados, la Generalitat ha valorado 7.036, y ha realizado 6.998 dict¨¢menes: 6.415 para atenciones residenciales, 546 centros de d¨ªa; 35 cuidadores familiares; una solicitud de prevenci¨®n de la dependencia y promoci¨®n de la autonom¨ªa personal, y ning¨²n caso de atenci¨®n a domicilio.