La semana de 65 horas revienta el sue?o europeo
La UE sacrifica su modelo social en un intento de ser competitiva - La prometida sociedad del ocio y la conciliaci¨®n, a¨²n m¨¢s lejos
El trabajador europeo est¨¢ desconcertado. Por la noche, se acuesta con el nuevo discurso dominante: las empresas deben tomarse en serio la necesidad de conciliar la vida laboral y la vida privada, los pa¨ªses m¨¢s productivos no son aqu¨¦llos en los que se trabaja m¨¢s horas, las empresas modernas miman al m¨¢ximo la salud de su gente, soci¨®logos y fil¨®sofos nos han prometido para el siglo XXI una nueva sociedad del ocio, con tiempos de trabajo cortos gracias a la implantaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas... Por la ma?ana, el mismo trabajador se desayuna con la confirmaci¨®n de que la conciliaci¨®n era s¨®lo un cascar¨®n verbal: lo que de verdad viene es una brecha, un enorme boquete abierto en el techo de su semana laboral y en el de Europa, la cuna del modelo social.
La OIT advierte de los riesgos de trabajar m¨¢s de 50 horas semanales
Espa?a no prev¨¦ cambios, pero la competencia de sus vecinos ser¨¢ dura
?Deben los europeos trabajar m¨¢s horas para ser m¨¢s competitivos en el mundo, como les permite la decisi¨®n adoptada esta semana por una mayor¨ªa de pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea, ante el desmayo de un Gobierno espa?ol que promete no aplicarla? ?Hasta qu¨¦ punto la Vieja Europa, donde soplan fuertes vientos liberales, va a cometer perjurio contra sus propias bases sociales en ese empe?o?
Los defensores de la pol¨¦mica decisi¨®n, que requiere una bendici¨®n del Parlamento Europeo que no est¨¢ clara por la movilizaci¨®n de la izquierda que se avecina, niegan la mayor: que no hay golpe social. No en vano, el Reino Unido, tras 15 a?os de batalla, ha logrado colar la expresion de moda, la free-choice o libre elecci¨®n. Dicen: si un trabajador quiere trabajar m¨¢s all¨¢ de las 48 horas semanales que fija el marco legal europeo -en Espa?a, se cumplan o no, son 40 las horas contempladas en el Estatuto de los Trabajadores, salvo en el caso de colectivos con su propio estatuto, como los m¨¦dicos, los bomberos o la polic¨ªa, y salvo que se hagan horas extra, hasta un m¨¢ximo de 80 al a?o- ?por qu¨¦ se le debe impedir bajo ciertas condiciones?
A menos que un trabajador renuncie a ello, se supone que de forma voluntaria, la semana laboral europea se mantiene en las actuales 48 horas, subraya por activa y por pasiva la Comisi¨®n Europea. ?sta recuerda incluso que, a quienes superen ese tope, se les cuida poni¨¦ndoles un l¨ªmite. Ser¨¢ de 60 horas, o de 65 en el caso de las profesiones con guardias, como los m¨¦dicos. En realidad no es un tope, sino un promedio de tres meses. As¨ª, si los europarlamentarios no lo impiden, uno podr¨ªa encontrarse trabajando una semana, por ejemplo, ?78 horas!
John Messenger, investigador principal del Programa sobre las Condiciones de Trabajo y del Empleo de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), subraya desde Ginebra "el probable impacto negativo para la salud y seguridad de los trabajadores, y tambi¨¦n para el equilibrio de su vida laboral y privada," que resultar¨ªa de una semana generalizada de hasta 65 horas. Seg¨²n la OIT, 600 millones de personas trabajan "excesivamente", es decir, "m¨¢s de 48 horas a la semana", el l¨ªmite que esta organizaci¨®n estableci¨® hace 90 a?os. Diversos informes de la OIT afirman que trabajar m¨¢s de 50 horas por semana eleva el estr¨¦s y la fatiga, causa des¨®rdenes en el sue?o, malos h¨¢bitos de vida y, a la larga, transtornos musculoesquel¨¦ticos, enfermedades cardiovasculares y mentales, infecciones cr¨®nicas.
?Hasta qu¨¦ punto superar las 48 horas se mantendr¨¢ como excepci¨®n? "La negociaci¨®n individual entre la empresa y el trabajador que plantea la directiva no es de igual a igual. La situaci¨®n del trabajador es de debilidad total", advierte Ra¨²l Riesco, director general de Trabajo. El ex secretario de Estado de Econom¨ªa y profesor de IESE Alfredo Pastor prefiere plantearlo en estos t¨¦rminos: "El trabajador con talento, el crack buscad¨ªsimo por las empresas, tiene poder de mercado como para negociar. Por eso algunos sugieren que se est¨¢ dando un margen de libertad. Pero para la mayor¨ªa de trabajadores sin ese poder, hablar de 60 horas es plantear un recorte a la protecci¨®n social".
El Gobierno espa?ol ha avanzado que seguir¨¢ sin permitir que se supere el tope de las 40 horas. Pero Riesco admite "preocupaci¨®n por la posibilidad de estar rodeados de pa¨ªses donde las largas jornadas se eleven a la categor¨ªa de normal y que intenten captar empresas, es un golpe al modelo europeo".
"O abrir la puerta a la competencia desleal, o volver a las historias de Charles Dickens", reflexiona Toni Ferrer, secretario confederal de Acci¨®n Sindical de UGT, quien, junto a CC OO, ha prometido hacer una "dura campa?a" para que el Europarlamento ataje la norma. "Si no, el desapego del ciudadano europeo con la UE se disparar¨¢", a?ade. Los sindicatos parecen recobrar br¨ªos con esta batalla en la actual Europa liberal. Se enfrentan a un disparo a su propio papel y al de la negociaci¨®n colectiva. "Al trabajador individual va a serle imposible resistir la presi¨®n de una compa?¨ªa que exija alargar el horario laboral", augura Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, secretario de Acci¨®n Sindical de CC OO. Prev¨¦ un oto?o caliente.
A la cabeza de la manifestaci¨®n se han puesto los m¨¦dicos. No s¨®lo porque les afecta en particular la posibilidad de alargar la semana laboral a 65 horas, sino porque la directiva distingue, en el caso de una guardia, entre periodo activo y periodo inactivo. Contempla la posibilidad de que el tiempo que un m¨¦dico pasa de guardia en un hospital, pero durante el que no atiende directamente a un paciente, no s¨®lo no sea considerado tiempo de trabajo, sino que se interprete como tiempo de descanso.
"Vamos hacia el desastre. La directiva, si se aplica, cuestionar¨¢ el compromiso con la calidad de la asistencia de los m¨¦dicos y con su salud", subraya Patricio Mart¨ªnez, jefe del Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital de la Esperanza de Barcelona y secretario general de la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos de M¨¦dicos.
Diversas sentencias del Tribunal de Justicia de Luxemburgo -una de ellas, en 2000, a ra¨ªz de un litigio sobre el r¨¦gimen laboral de los m¨¦dicos dependientes de la consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad Valenciana- dejan bien claro que la jornada laboral m¨¢xima de los m¨¦dicos debe ser de 48 horas semanales, guardias incluidas. La directiva las ignora.
"?Acaso nos van a poner un cron¨®grafo? ?Y si el m¨¦dico no est¨¢ con un paciente pero revisa un expediente o espera el resultado de una anal¨ªtica? ?Est¨¢ descansando?", se interroga Mart¨ªnez, quien advierte que en la directiva tampoco queda claro que se pueda respetar la actual obligaci¨®n de descansar un d¨ªa tras haber hecho una guardia. "El motivo de toda esta cruzada es el d¨¦ficit de m¨¦dicos", explica el doctor Carlos Amaya, neurocirujano de La Paz y vicepresidente de la Federaci¨®n Europea de M¨¦dicos Asalariados. El Reino Unido ampli¨® en un 20% la oferta de plazas de estudiantes en sus facultades de Medicina y no la cubri¨®. "As¨ª que intentan estirar la jornada de los que tienen", a?ade Amaya.
"Es imposible una atenci¨®n sanitaria de calidad con una semana laboral de 65 horas", corrobora Loren M¨¢rmol, enfermera de 42 a?os que trabaja en el servicio de Urgencias y el ¨¢rea quir¨²gica del Hospital Esp¨ªritu Santo de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). M¨¢rmol entra en el centro a las 21 horas y se queda 10 m¨¢s. Hay semanas en que aplica este horario lunes, martes, viernes, s¨¢bado y domingo. Las alterna con otras cortas, de dos d¨ªas, mi¨¦rcoles y jueves. "En la pr¨¢ctica, si alguien se pone malo y te piden que vayas, no te ponen una escopeta, pero, en fin...", cuenta.
Los empresarios espa?oles navegan con prudencia en este encendido debate, e insisten, al igual que el PP, en que las 60 horas semanales van a ser algo voluntario y la excepci¨®n a la regla. El responsable de Relaciones Laborales de la patronal CEOE, Fernando Moreno, apunta que "en Espa?a no hay demanda para cambiar la jornada laboral de 40 horas semanales, y que ya permite excepciones pactadas por acuerdos colectivos". Moreno s¨ª reclama "mayor flexibilidad para distribuir las horas trabajadas en periodos de c¨®mputo m¨¢s largos, y que haya mejores adaptaciones a las puntas de actividad de las empresas".
Algunos empresarios s¨ª se pronuncian abiertamente a favor de la directiva, sobre todo en sectores con fama de conllevar jornadas laborales largas, y en especial todo en determinadas ¨¦pocas del a?o. Emilio Gallego, secretario general de la Federaci¨®n Espa?ola de Hosteler¨ªa, opina a este respecto que "la econom¨ªa europea necesita de una flexibilizaci¨®n del mercado laboral en cuanto a la distribuci¨®n del tiempo de trabajo. Esta decisi¨®n, como todo cambio, genera incertidumbre, pero puede ser buena para la competitividad".
"En un restaurante familiar, trabajar menos de 10 horas al d¨ªa es imposible", sentencia Jordi Vila, chef del establecimiento Alkimia, de Barcelona. A sus 34 a?os, asegura que ha pasado por 17 restaurantes y "nunca" ha trabajado menos de 12 horas al d¨ªa. Ahora, en el suyo propio, dice: "Cuando oigo hablar de las 35 horas pienso que yo las hago ?en dos d¨ªas y cuarto!".
La restauraci¨®n, la hosteler¨ªa, el comercio, la medicina, la asistencia a las personas, el periodismo, los servicios profesionales son carne de jornadas largas. Clara G., que se debate entre semanas de 45 horas y otras de 30 en un geri¨¢trico, confiesa que "tanto psicol¨®gicamente como f¨ªsicamente, trabajar muchas horas seguidas resulta agotador, ya que el trabajo implica movilizar a personas mayores sin mucha fuerza".
Las consultoras de Recursos Humanos no esconden su sorpresa. "Hablar de 60 horas va a contracorriente", dice Bego?a Benito, directora general en Espa?a de Watson Wyatt. "Si habl¨¢ramos de casos puntuales voluntarios, me parecer¨ªa fabuloso, soy liberal. Pero seg¨²n se aplique, se corre un riesgo: que las empresas se aprovechen", anticipa. En Europa se ha puesto de moda el concepto de la flexiseguridad. Conciliar la seguridad en el puesto de trabajo con la flexibilidad que requiere la empresa. La experta en Derecho Laboral Esther S¨¢nchez, asegura desde Esade: "Tal vez estemos poniendo demasiado el acento en la flexi, m¨¢s que en la seguridad. Esto es una regresi¨®n".
A¨²n peor que en China
- China. La ley laboral china data de 1995 y fija la jornada en ocho horas diarias, cinco d¨ªas a la semana, aunque el modelo puede ser flexible con el permiso de la autoridad. En todo caso, el tiempo extra no debe superar una hora diaria en general y nunca m¨¢s de tres. En un mes, no se pueden realizar m¨¢s de 36 horas suplementarias (nueve a la semana), lo que fija el tiempo de trabajo semanal m¨¢ximo en 49 horas. Pero muchos trabajadores se ven obligados a hacer jornadas de m¨¢s de 11 horas, seis d¨ªas a la semana, para elevar sus magros salarios.- EE UU. La semana laboral estadounidense es, normalmente, de 40 horas. La Ley de Buenas Pr¨¢cticas Laborales de 1938 establece que el resto de horas se compensen en concepto de "trabajo extraordinario", con una remuneraci¨®n del 150% respecto al salario base. Sin embargo, en trabajos que exigen una elevada cualificaci¨®n como la abogac¨ªa o la inversi¨®n bancaria, rara vez se cumple este l¨ªmite. A los trabajadores se les suele asignar una jornada diaria que comienza a las nueve de la ma?ana y finalizada a las cinco de la tarde, con poco m¨¢s de quince minutos para el almuerzo. En cuanto a vacaciones, a los nuevos empleados no se les concede m¨¢s de una semana al a?o.
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