Grandes guerras de la historia

La guerra -p¨®lemos en griego- era, seg¨²n el fil¨®sofo Her¨¢clito, "padre de todo: a unos hizo dioses y a otros hombres, a los unos libres y a otros esclavos". Los h¨¦roes antiguos eran guerreros; las guerras dibujaban los mapas pol¨ªticos una y otra vez. Ahora la guerra est¨¢ lejos de lo que fue en los viejos tiempos. El desarrollo de la tecnolog¨ªa de las armas ha avanzado y multiplicado tanto su potencial destructivo que un conflicto b¨¦lico entre grandes potencias amenazar¨ªa no s¨®lo la supervivencia de los pa¨ªses afectados, sino la de todo el planeta. No importan a estas alturas ni el coraje de los guerreros ni el tama?o de los ej¨¦rcitos, s¨®lo la enorme capacidad destructiva del armamento militar de un pa¨ªs u otro. Incluso antes de las bombas at¨®micas, las dos grandes guerras mundiales mostraron cu¨¢n superadas quedaban las antiguas contiendas. Y qu¨¦ f¨¢cil era causar millones de muertos, y muchos m¨¢s civiles que militares, hasta aniquilar poblaciones enteras. Las guerras antiguas, antes del uso de la p¨®lvora y los bombardeos, eran en comparaci¨®n muy limitadas. Eran, parad¨®jicamente m¨¢s humanas, pues se basaban en la lucha cuerpo a cuerpo y permit¨ªan hablar de un arte de la guerra, y celebrar en la ¨¦pica a los h¨¦roes del combate feroz y sanguinario, donde el valor del individuo era decisivo en la conquista de la victoria.

Las grandes figuras de la Historia fueron, a menudo, audaces triunfadores en memorables batallas, y los imperios se levantaban y caducaban a la sombra de victorias o derrotas de los ej¨¦rcitos. Ahora el estudio de esas guerras antiguas es arqueolog¨ªa. Pero hasta hace unos a?os ocupaba muchas p¨¢ginas de los libros escolares (entonces, cuando se estudiaba Historia Antigua y Universal). Y los a?ejos manuales recordaban resonantes nombres de imponentes batallas: Salamina, Zama, Farsalia, Hastings, Trafalgar y Waterloo, por ejemplo. Pero incluso ahora, cuando la Historia Antigua no forma parte del imaginario colectivo de la mayor¨ªa, una panor¨¢mica de las guerras (con sus variadas t¨¢cticas de combate, sus mercenarios, vistosas armaduras, elefantes, etc¨¦tera) y su papel en la formaci¨®n de los imperios y las culturas antiguas sigue siendo un asunto de mucho inter¨¦s y singular colorido para numerosos lectores (no s¨®lo nost¨¢lgicos).

Este volumen colectivo, que re¨²ne con muy buen acierto y ajustado programa una veintena de trabajos de especialistas y una excelente selecci¨®n de ilustraciones sobre los armamentos, los ej¨¦rcitos y las batallas de muchos siglos, es una espl¨¦ndida perspectiva sobre el tema. Desde la Prehistoria hasta las luchas de los conquistadores con los ind¨ªgenas americanos, desde Egipto hasta China y Jap¨®n, pasando por los primeros imperios del Antiguo Oriente, los asirios, los persas, los griegos y los romanos -en sus distintas ¨¦pocas- y los diversos pueblos b¨¢rbaros, pasando de los hunos a otros guerreros asi¨¢ticos, aqu¨ª est¨¢n contadas con amenidad, seguro conocimiento y, en general, un admirable estilo did¨¢ctico, todas las grandes guerras y algunas de las m¨¢s decisivas batallas de la Historia. Ser¨ªa muy dif¨ªcil, y sin duda injusto, resaltar unos art¨ªculos sobre otros. Acaso el lector apreciar¨¢ los que le resulten m¨¢s novedosos, como el dedicado a minoicos y mic¨¦nicos, o el de las armas y trajes y teor¨ªas b¨¦licas en China y Jap¨®n, o el de los varios indios americanos enfrentados entre s¨ª y con los conquistadores, diestros en nuevos tipos de combate. Pero todos estos ensayos, insisto, tienen un alto nivel de precisi¨®n hist¨®rica y actualizada y clara documentaci¨®n. Tratar de las guerras supone a la vez una introducci¨®n a las respectivas culturas y ¨¦pocas, en reflexiones y apuntes al alcance de cualquier lector, y no desde?ables, por su precisi¨®n y largos horizontes, para los especialistas en alg¨²n campo del mundo antiguo. Y la selecta y actual bibliograf¨ªa final resulta muy ¨²til por su rigurosa y rica selecci¨®n.

(Para completar el estudio de las armas y t¨¢cticas b¨¦licas del mundo cl¨¢sico, de griegos y romanos, el lector interesado en esa ¨¦poca encontrar¨¢ m¨¢s datos en el reciente, amplio, y muy bien ilustrado libro de Fernando Quesada, muy buen especialista en la materia: Armas de los griegos y romanos, Madrid, La Esfera, 2008).