Italia dramatiza
Los de Donadoni no pasan del empate ante Rumania y dan gracias a Buffon por parar un penalti
Hay algo tan agon¨ªstico en los italianos que de forma asidua convierten los partidos en un drama. Como si necesitaran imponerse una penitencia para activarse. No conciben el juego de forma placentera, sino como un puro sufrimiento y hasta destilan mayor naturalidad cuando prevalece el tormento a su alrededor, cuando se balancean en el precipicio. As¨ª es Italia, capaz de regalar un gol, fallar unos cuantos y sobrevivir con un penalti en contra a falta de diez minutos tras un angustioso duelo con una meritoria Rumania, resistente en sus duelos con los ¨²ltimos finalistas del Mundial. Italia estuvo tan cerca de la victoria como de la derrota, y el empate le deja pendiente del resto de equipos del grupo. Una situaci¨®n en la que si alguien es capaz de sacar provecho esa es Italia. No ser¨ªa la primera vez que la azzurra sale del coma de forma exitosa. Ya no se trata del estilo de juego, cuesti¨®n intrascendente en el calcio, cautivo de un modelo que se niega a revisar, sino de un puro ejercicio de supervivencia. No hay equipo m¨¢s inquietante que la Italia que se culpabiliza de haber flirteado con el cataclismo.
No hay 'azzurro' que enga?e con el bal¨®n en los pies. Al equipo le falta chispa
De entrada, Roberto Donadoni se corrigi¨® a s¨ª mismo e hizo cinco cambios respecto al estrepitoso envite con Holanda. Lo mismo da. Italia juega con cadenas, condicionada por la presencia de Toni, un ariete sin techo que cabecear¨ªa un cochinillo. Toni es la coartada perfecta. Sus compa?eros se cuelgan de ¨¦l y evitan algo tan engorroso como tener que pensar en el ombligo de la pelota. De paso, acent¨²an la fascinaci¨®n general que hay en Italia por el f¨²tbol de prote¨ªnas.
No hay azzurro que enga?e con el bal¨®n en los pies. Al equipo, siempre tan arr¨ªtmico, le falta espontaneidad, un m¨ªnimo de chispa, un mayor sentido est¨¦tico de este juego. Todo consiste en que los laterales aceleren una y otra vez para que la pelota le llueva a Toni. A su lado se alista Del Piero, que est¨¢ tieso. Con el peso de la edad, el ayer capit¨¢n italiano evidencia cada vez m¨¢s la mutaci¨®n que sufri¨® hace a?os en el laboratorio del Juventus. No hay otras p¨®cimas en Italia, donde los centrocampistas, ya sean de corte selv¨¢tico como Gattuso o m¨¢s estilistas como De Rossi, se sienten postizos.
Como los dos centrales rumanos se buscaron la vida para contener a Toni, Italia se qued¨® al desnudo, frenada por un equipo que predica un f¨²tbol conservador. Tiene motivos: no le sobra ingenio, antes de la media hora perdi¨® a su dique del medio campo -Radoi, que se fractur¨® el p¨®mulo en un choque con su compatriota Rat- y se ha visto sorteada en un grupo que har¨ªa tiritar a cualquiera. Rumania s¨®lo se altera cuando le destempla Mutu, que se siente estrella y resulta martirizante para todos sus compa?eros.
De personalidad inestable, el chico abronca a todos, entrenador incluido, hasta cuando se equivoca ¨¦l. Ni de lejos se aproxima al peor Haghi, pero corre si quiere y descansa cuando le da la gana. En el rebajado sistema ofensivo rumano no hay quien le haga sombra. Lo mejor y lo peor dependen de Mutu, que lo mismo marca tras una espantosa cesi¨®n de Zambrotta a Buffon, que se desquicia al lanzar un penalti. El guardameta italiano hizo una parada doble: con la mano y con el pie, una carambola estupenda.
Entre un Mutu y otro, de nuevo Panucci, ayer central, fue el protagonista. En esta Eurocopa est¨¢ en todas. Si frente a Holanda su desplome sobre la hierba legaliz¨® el gol de Van Nistelrooy, ante Rumania sell¨® el empate en un c¨®rner que primero cabece¨® su compa?ero de zaga Chiellini y minutos despu¨¦s un ¨¢rbitro cualquiera le conden¨® con un penalti. Fue a causa de uno de esos agarrones que, seg¨²n el viento, unos sancionan y otros no. Para entonces el encuentro hab¨ªa alcanzado su punto m¨¢s emotivo. A falta de arabescos y un buen trato a la pelota, el partido gan¨® en efervescencia. Ya descansaban Mutu y Del Piero, y Cassano era el m¨¢s revoltoso, con Pirlo mejor asentado como pivote y De Rossi desplazado a su derecha.
El punto consolaba a Rumania, que hab¨ªa gastado su munici¨®n con Mutu y un remate al poste de Chivu en el primer tramo. Italia, en pleno calvario por la premura del tiempo, lleg¨® a estar a un mil¨ªmetro del gol. No lo consigui¨® y ahora est¨¢ a un cent¨ªmetro de la eliminaci¨®n. F¨²tbol no le sobra para la remontada, para el milagro m¨¢s bien. Pero en el barro siempre encuentra remedio. Italia necesita una cruz para resucitar. Ya la tiene.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.