Los Celtics revientan a los Lakers
El equipo de Boston acaricia el t¨ªtulo tras una hist¨®rica remontada de 24 puntos
Los Celtics est¨¢n a una victoria de volver al pedestal de la NBA. Para ponerse a tiro de piedra del t¨ªtulo consumaron la mayor remontada registrada en una final. 24 puntos limaron en el nido de los Lakers. Lo m¨¢s parecido data de 1948, cuando los ya desaparecidos Baltimore superaron una desventaja de 21 puntos ante Filadelfia. Los Celtics dominan por 3-1. Les basta con ganar uno de los tres posibles partidos que restan, empezando por el de la pr¨®xima madrugada del lunes, hora espa?ola, de nuevo en Los ?ngeles o, caso de perder, en alguno de los dos con los que se cerrar¨ªa el pulso en Boston.
El juego fue de lo m¨¢s extra?o. Los Lakers se comieron a los Celtics durante m¨¢s de dos cuartos en los que, adem¨¢s, Kobe Bryant apenas anot¨®. Tampoco Garnett y Pierce. Pero cuando los Celtics apretaron de verdad en defensa, los Lakers se derrumbaron. Cada canasta les cost¨® un mundo porque su juego de ataque se estrell¨® contra la defensa de los Celtics. Sus 24 puntos de ventaja se esfumaron como si nada. Se encomendaron al mejor jugador de la Liga, Kobe Bryant, lo cual facilit¨® la defensa de los verdes, que jugaron el ¨²ltimo tramo del partido a su gusto, a un ritmo lento, con posesiones forzosamente largas, con muchas faltas, bajo una presi¨®n enorme.
L. ?. LAKERS 91 - BOSTON CELTICS 97
Los ?ngeles Lakers: Fisher (13), Bryant (17), Radmanovic (10), Odom (19) y Gasol (17) -equipo inicial-; Farmar (3), Vujacic (3), Ariza (6), Walton (3) y Turiaf (0).
Boston Celtics: Rondo (5), Allen, (19), Pierce (20), Garnett (16) y Perkins (2) -equipo inicial-; Cassell (0), House (11), Posey (18), Allen (0), Powe (3) y Brown (3).
?rbitros: Joe DeRosa, Steve Javie y Tom Washington. Sin eliminados.
18.997 espectadores (lleno) en el Staples Center, de Los ?ngeles. Los Celtics dominan 3-1 la Final de la NBA.
Especial NBA |
Cada posesi¨®n era vital desde que House, despu¨¦s de varias intentonas, puso por delante a los Celtics (83-84) faltando cuatro minutos para el final. En ese contexto, la ventaja era para los Celtics, porque se adaptan mejor a ese tipo de juego y porque ten¨ªan la tranquilidad de que ya dominaban por 2-1 la serie. Un tropiezo no hubiera sido tan grave para ellos como lo fue para los Lakers, obligados ahora a ganar los tres partidos que quedan, poco menos que una quimera.
Fue en el ¨²ltimo tramo cuando Pierce emergi¨® de nuevo como el jugador clave de la final. Tras sus dos partidazos en Boston y su deficiente partido y medio en Los ?ngeles, recobr¨® su excelente sentido del juego ofensivo y, junto a Allen y Posey, dej¨® vista para sentencia la final sin que Kobe Bryant pudiera evitarlo. M¨¢s bien al contrario, de tanto jug¨¢rsela ¨¦l solo arruin¨® la posibilidad de sorprender a la defensa de los Celtics, que en buena medida fue lo que sucedi¨® en los dos primeros cuartos, cuando Odom jug¨® sus mejores minutos en su decepcionante serie final. Pero Phil Jackson s¨®lo le dio seis minutos a Gasol en ese ¨²ltimo cuarto y el jugador espa?ol no pudo tener peso alguno en el desenlace del partido, marcado tambi¨¦n por el fracaso de Vujacic, h¨¦roe en el tercer partido, y una sombra en el cuarto, con una canasta en 9 lanzamientos, y claramente superado por Ray Allen.
Los Celtics cuajaron dos primeros cuartos nefastos, faltos de ritmo, desacertados Garnett y Pierce, inferiores en el rebote y con porcentajes de tiro por debajo del 30%. Los Lakers se fueron al descanso con 18 puntos de ventaja pese a un dato probablemente hist¨®rico: Kobe Bryant no hab¨ªa logrado una sola canasta en s¨®lo cuatro lanzamientos. Sum¨® tres puntos gracias a los tiros libres.
?se fue uno de los escasos datos positivos hasta entonces para los Celtics, que se pasaron los dos primeros cuartos en una situaci¨®n deficitaria. Tocaron fondo (45-21) y s¨®lo entonces lograron entrar en juego con un parcial de 0-12. Pero de la misma forma que arrancaron, volvieron a frenar.
Todo cambi¨® mediado el tercer cuarto, cuando Garnett se dej¨® notar en el interior de la zona, complementado por la sorda y gris labor de Brown y Powe, que secaron por completo a Odom y cerraron un demoledor parcial de 15-31. Los Celtics, ya due?os del rebote, del ritmo de juego con la impagable contribuci¨®n de House, que supli¨® con acierto a Rondo, volaron hacia la victoria de la mano de Pierce, curiosamente, un jugador que naci¨® en Inglewood, la cueva de los Lakers y del showtime de Magic y Jabbar en los ochenta. Entonces, en 1986, los Celtics ganaron su ¨²ltimo t¨ªtulo. Ahora est¨¢n muy cerca de volver a la gloria teniendo en cuenta que ning¨²n equipo ha logrado remontar un 3-1 en una final de la NBA.
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