Puigcerc¨®s impone una direcci¨®n sin cr¨ªticos, pero pierde a su 'mano derecha'
Los carodistas aseguran que el partido sale debilitado del congreso
No hay unidad posible en Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Su presidente, Joan Puigcerc¨®s, impuso ayer una direcci¨®n integrada s¨®lo por sus afines al ser incapaz de llegar a acuerdos con los sectores minoritarios. A pesar de las llamadas a la unidad y al entendimiento hechas por ¨¦l mismo en la ¨²ltima semana, el flamante presidente de ERC someti¨® a votaci¨®n del congreso del partido 18 nombres de su entorno m¨¢s fiel y quem¨® cualquier puente con el sector carodista.
La direcci¨®n se da un a?o para integrar a los sectores derrotados
Los cr¨ªticos de Carretero se diluyeron en el congreso
El resultado fue un fuerte voto de castigo centrado en la candidatura de Xavier Vendrell a vicesecretario general. Vendrell, hombre de confianza de Puigcerc¨®s, no pas¨® el corte por 57 votos de 2.646. La bofetada al nuevo presidente era importante al tratarse de su mano derecha en la organizaci¨®n, adem¨¢s de ex consejero de la Generalitat, pieza clave en el Baix Llobregat y puente con el PSC.
La asamblea de ERC vot¨® entonces como sustituto para esta vicesecretar¨ªa general -las otras dos las ocupan sin problemas Alba Castellv¨ª y Eduard L¨®pez- al diputado auton¨®mico Carmel M¨°dol, hombre de Puigcerc¨®s en Lleida. De todas maneras, a pesar del correctivo, el nuevo presidente logra una direcci¨®n a su medida. Tras conocer los resultados, el secretario general, Joan Ridao, anunci¨® que la direcci¨®n se da un a?o para integrar a algunos de los cr¨ªticos. "Las heridas tardan en cicatrizar", dijio.
El consenso fue imposible. El equipo de Joan Puigcerc¨®s y Joan Ridao quiso exhibir su posici¨®n de fuerza y fracas¨®. "Han querido aplicar el rodillo y no les ha funcionado; no han sido capaces de reflejar que este partido es plural", afirm¨® un dirigente del sector carodista al verse excluido de la ejecutiva.
?Se abre un nuevo periodo de inestabilidad? "No puede decirse que ERC salga reforzada de este congreso, sino todo lo contrario: estamos debilitados, y con nosotros el Gobierno catal¨¢n", se?al¨® este dirigente carodista. En el entorno de Puigcerc¨®s, en cambio, se asegura que habr¨¢ estabilidad.
El desencuentro definitivo lleg¨® a media tarde. Hasta entonces parec¨ªa inevitable un pacto continuista entre Puigcerc¨®s y los carodistas. Estos ¨²ltimos se vieron con fuerza para vetar una propuesta de Puigcerc¨®s en la lista, la de Xavier Vendrell. Algunos dirigentes pr¨®ximos al nuevo presidente tambi¨¦n cuestionaron el nombramiento de Vendrell por considerar que su duro estilo deb¨ªa quedar atr¨¢s.
El nuevo presidente top¨® con oposici¨®n en sus propias filas. Varios de sus colaboradores trataron de minar durante toda la tarde el acuerdo con los carodistas. En junio de 2007, tras la opci¨®n de ERC por el no al Estatuto y la crisis que supuso, Puigcerc¨®s tuvo la oportunidad de defenestrar a Carod y no lo hizo. Algunos de sus propios hombres no quisieron correr el riesgo de que el pacto se repitiera y optaron por boicotear cualquier acuerdo.
Con el resto de los cr¨ªticos, Puigcerc¨®s lleg¨® a alcanzar un pacto de no agresi¨®n: Reagrupament.cat, el ala derecha, dirigida por Joan Carretero, se diluy¨® en el congreso, y Esquerra Independentista, de Uriel Bertarn, reafirm¨® su perfil introduciendo enmiendas en la ponencia estrat¨¦gica.
El control absoluto de la ejecutiva por parte de Joan Puigcerc¨®s no se trasladar¨¢ en los mismos t¨¦rminos al consejo nacional, el otro ¨®rgano de direcci¨®n del partido. Si bien Puigcerc¨®s mantendr¨¢ all¨ª el control, ¨¦ste ser¨¢ inferior al que ten¨ªa hasta ahora. De las 30 sillas de este ¨®rgano que ayer estaban en liza, 20 fueron a parar a los sectores de Carretero, Carod y Bertran. El resto de los miembros, unos 200, los nombran las agrupaciones territoriales, controladas en su mayor¨ªa por Puigcerc¨®s.
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