300 alcaldes tienden puentes por la paz

Jes¨²s Mar¨ªa Ram¨ªrez Cano sonr¨ªe sin sarcasmo cuando dice que "las guerras estallan donde hay recursos, ya sean petr¨®leo o diamantes. Pero en Colombia, el conflicto armado lo alimenta el narcotr¨¢fico". Ram¨ªrez vive el flagelo de la droga desde la mejor atalaya, la ciudad de Medell¨ªn, con 2,35 millones de habitantes, de los que al menos 1,2 millones son pobres. La urbe colombiana en la que Ram¨ªrez ejerce como teniente de alcalde es la segunda receptora de desplazados por culpa del conflicto armado del pa¨ªs. S¨®lo le aventaja la capital, Bogot¨¢. "Hay un problema grave de desigualdad. La gente llega en busca de refugio y oportunidades, y acaba instalada en las laderas del valle donde se asienta la ciudad. Como es la zona m¨¢s deprimida, muchos j¨®venes se convierten en la mano de obra de los narcos", se?ala.

En una urbe donde m¨¢s del 30% de los habitantes no ha cumplido 25 a?os, "la inversi¨®n en educaci¨®n, seguridad y salud han aumentado desde que ocupan el consistorio alcaldes independientes, como el actual, Alonso Salazar, libres de deudas con el pasado". Pero aunque los turistas empiezan a regresar y la seguridad ciudadana ha mejorado -de 96 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2003 se ha pasado a los 28 de 2007- Ram¨ªrez no se enga?a. "Si la perica colombiana [coca] no gustara tanto en EE UU o en Espa?a, ser¨ªa todo m¨¢s f¨¢cil. Si bien legalizarla convertir¨ªa en un paria al pa¨ªs que lo intente, aprobarla y regularla a escala internacional tal vez contribuya a reducir la asimetr¨ªa de las relaciones norte-sur", sugiere.

Freetown, capital de Sierra Leona, una de las ciudades m¨¢s sucias y violentas del planeta, acudi¨® a la Conferencia Mundial sobre la Diplomacia de las Ciudades en busca de f¨®rmulas para liberarse de ese peso. "Yo he nacido en Freetown y he vivido aqu¨ª siempre. Y puedo decirle que la pobreza que padecemos se deriva de la violencia", dice de entrada Herbert George Williams, el alcalde m¨¢s animoso de la gran cita municipal. "Despu¨¦s de 11 a?os de guerra civil con miles de muertos y desplazados, donde antes hab¨ªa 400.000 personas viven ahora 1,8 millones, la mitad analfabetos. Y no hay suficientes casas, ni escuelas o agua potable para todos".

Sin perder la sonrisa, el alcalde de Freetown desgrana el resto de su abrumador glosario de datos deseoso de compartir sus problemas con el resto de alcaldes. "?ramos la ciudad m¨¢s sucia y oscura del mundo, y la que ten¨ªa la mayor tasa de mortandad infantil de cero a cuatro a?os. Las cosas van mejorando, pero el 65% de nuestros habitantes tienen entre 18 y 25 a?os y el ¨ªndice de paro es de un 52%. La mayor¨ªa son ex combatientes, y por eso pienso que experiencias de reconstrucci¨®n civil como las de Am¨¦rica Latina nos ser¨¢n muy ¨²tiles".

Entre los proyectos que ¨¦l patrocina resaltan los trabajos temporales destinados a j¨®venes sin autoestima despu¨¦s de tantos a?os de conflictos. "Nuestro reto es enorme, pero hay que mirar hacia delante. Tambi¨¦n tenemos las mejores playas del mundo, y cuando los turistas puedan disfrutarlas, sabremos que el cambio ha empezado a producirse", asegura esperanzado.

Lleva cuatro meses como alcalde de Kabul y ha vivido en Inglaterra y en Dubai, pero Abdul Ahad Sahebi, tiene claro qui¨¦n ech¨® a los talibanes de su ciudad. "Fue la gente. Se hab¨ªan metido a la fuerza en la sociedad y el sentir general, pero la mentalidad de la ciudadan¨ªa, era otra. Ellos no encajan con la mentalidad afgana", asegura. Est¨¢ convencido de que 30 a?os de lucha son demasiados para cualquier comunidad y las cosas s¨®lo pueden mejorar.

"A¨²n no tenemos la libertad de los europeos, claro. Y no hemos recuperado ni una cuarta parte de la tasa de actividad de hace tres d¨¦cadas, pero la vida en Kabul es mejor que hace un a?o". Seg¨²n ¨¦l, la esperanza se nota en la calle, y si bien faltan servicios y el resto del pa¨ªs a¨²n va por detr¨¢s de la capital, "la presencia de las mujeres en la vida cotidiana, la actividad escolar y hasta el volumen de familias extranjeras residentes es notable".

Como sucede en otras urbes receptoras de refugiados de la violencia, Kabul rebosa de gente. "Estaba pensada para un mill¨®n de habitantes y alberga m¨¢s de cuatro. La red el¨¦ctrica urbana, y la de suministro de agua tienen problemas, pero los avances en ambos servicios son imparables. Y en cuanto a la seguridad, se nota en la presencia de gente por la calle pasadas las 20.00 horas".

Holanda no s¨®lo contribuye econ¨®micamente a la reconstrucci¨®n de Afganist¨¢n, sino que tambi¨¦n tiene 1.200 soldados en el sur del pa¨ªs -como parte de la misi¨®n de la OTAN- para combatir a la insurgencia talib¨¢n.