La Uni¨®n Europea: crisis y futuro
Estamos ante un cambio profundo en la econom¨ªa mundial. Los pa¨ªses tradicionalmente considerados como centrales o desarrollados est¨¢n perdiendo posiciones, en tanto que un n¨²mero relativamente importante de los llamados emergentes o en desarrollo las van ganando, junto con pa¨ªses que acumulan un gran excedente de ahorro por su riqueza en materias primas, sobre todo energ¨¦ticas.
?reas como China, la India o el sureste asi¨¢tico avanzan econ¨®mica y tecnol¨®gicamente y acumulan ahorro. Los pa¨ªses petroleros tienen un enorme excedente de ahorro disponible y fondos soberanos de gran magnitud que les dan un poder desconocido hasta ahora.
Estados Unidos o la UE viven hipotecados a futuro tanto en el sector p¨²blico como en el privado. En la UE, salvo excepciones, se pierde a la vez competitividad y se plantean problemas de sostenibilidad del Estado de bienestar.
Una pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n, clave para afrontar los desaf¨ªos
La inmigraci¨®n es una necesidad que se vive cada vez m¨¢s como un problema
La crisis financiera actual est¨¢ aflorando esta nueva relaci¨®n de fuerzas en la econom¨ªa global con implicaciones que a¨²n no podemos calcular. Pero m¨¢s all¨¢ de los efectos de la crisis financiera y de sus repercusiones en la econom¨ªa real, hay que analizar los problemas de fondo que se le presentan a la UE para definir estrategias de medio y largo plazo. La crisis podemos tomarla como detonante para reaccionar.
La UE est¨¢ en crisis por inadaptaci¨®n a los nuevos requerimientos de la econom¨ªa globalizada y de la revoluci¨®n tecnol¨®gica. El mundo ha cambiado vertiginosamente en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. La Uni¨®n se ha ampliado, ha introducido el euro, acaba de aprobar una reforma institucional (rechazada en refer¨¦ndum en Irlanda), pero no ha afrontado con decisi¨®n las nuevas realidades.
Algunos pa¨ªses est¨¢n adapt¨¢ndose con mayor flexibilidad y agilidad. Aunque son exponentes peque?os en el conjunto, merece la pena analizar sus reformas. El conjunto de la Uni¨®n soporta rigideces que vienen de lejos.
He elegido cuatro prioridades para el an¨¢lisis, con una envolvente que las afecta directamente. Las formular¨¦ en forma de preguntas que nos exigen una respuesta de fondo:
1. ?Por qu¨¦ la UE no avanza en el camino de la competitividad para llegar a ser una potencia relevante econ¨®mica y tecnol¨®gica, capaz de financiar un modelo de cohesi¨®n social como el existente, a pesar del prop¨®sito de la Agenda de Lisboa de 2000?
La Agenda de Lisboa, aprobada en el a?o 2000, se basaba en un diagn¨®stico sobre la situaci¨®n competitiva de la Uni¨®n en el contexto de la econom¨ªa global, del que se derivaba una terapia para conseguir el ambicioso objetivo de convertirla en la primera potencia econ¨®mica y tecnol¨®gica del mundo en el a?o 2010. Al mismo tiempo, se insist¨ªa en preservar el modelo de cohesi¨®n social europeo como una se?a de identidad irrenunciable.
La exitosa experiencia de las d¨¦cadas posteriores a la devastaci¨®n de la Segunda Guerra Mundial se basaba en una pol¨ªtica pactada entre los interlocutores sociales que permiti¨® reconstruir la Europa Occidental, convertirla en una gran potencia industrial y de servicios, con fuerte creaci¨®n de empleo y un sistema de redistribuci¨®n del excedente que mejor¨® la educaci¨®n, la cobertura de riesgos de enfermedad o desem-
pleo y las prestaciones de jubilaci¨®n. El c¨ªrculo fue, sin duda, virtuoso y la construcci¨®n europea entre los a?os cincuenta y ochenta, un ¨¦xito indiscutible a nivel de los ciudadanos y en el escenario internacional.
He unido estos dos aspectos de las prioridades que definen los desaf¨ªos futuros de la UE porque con frecuencia se habla de cohesi¨®n social como un valor al margen de nuestra posici¨®n en la nueva era de la econom¨ªa global o del conocimiento.
El Estado de bienestar tiene algunos problemas end¨®genos, cuyas reformas han de emprenderse incluso si no hubiera cambiado la realidad econ¨®mica y tecnol¨®gica mundial. La pir¨¢mide poblacional de Europa que cambia la base de los activos que deben soportar al conjunto del sistema. Los llamados riesgos morales y otros han de ser analizados y corregidos.
Pero, adem¨¢s, la adaptaci¨®n a la econom¨ªa globalizada exigir¨¢ reformas estructurales en nuestros sistemas educativos y de formaci¨®n profesional, incluida la investigaci¨®n, el desarrollo y la innovaci¨®n; mayor movilidad ascendente y descendente en las iniciativas emprendedoras; sistemas de evaluaci¨®n de la productividad y la competitividad renovados, y, todo ello, si fuera posible, en un nuevo pacto social de gran alcance.
2. ?C¨®mo resolver¨¢ la UE su desaf¨ªo energ¨¦tico, con excesiva dependencia de las energ¨ªas f¨®siles, poca diversificaci¨®n de sus fuentes de aprovisionamiento en las no renovables y escaso desarrollo en las renovables, adem¨¢s de obsolescencia en sus estructuras de producci¨®n y distribuci¨®n, al tiempo que cumple sus compromisos respecto del cambio clim¨¢tico con los famosos tres 20% que se ha impuesto como obligaci¨®n para el 2020?
La UE se ha comprometido normativamente a alcanzar objetivos ambiciosos en materia energ¨¦tica y en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Esto exige un esfuerzo estrat¨¦gico de diversificaci¨®n energ¨¦tica y de cambios tecnol¨®gicos para alcanzarlos.
En la UE, la energ¨ªa como variable estrat¨¦gica para el desarrollo tiene constricciones muy importantes. Dependemos excesivamente de las energ¨ªas que no producimos; carecemos de suficiente diversificaci¨®n en las fuentes de aprovisionamiento; no disponemos de energ¨ªas alternativas, renovables y limpias en cuant¨ªa significativa; padecemos obsolescencia en los sistemas de captaci¨®n y distribuci¨®n, y no hemos sido capaces de definir una estrategia de conjunto que nos d¨¦ sinergias significativas. Adem¨¢s, no hay posiciones comunes respecto a la energ¨ªa nuclear y ni siquiera se ha abierto un debate para evaluarla en el momento actual de su desarrollo tecnol¨®gico y de seguridad.
Por otra parte, el compromiso de la UE en la lucha contra el cambio clim¨¢tico exige un an¨¢lisis atento de ¨¦stos y otros factores para ser eficientes y cre¨ªbles. Para conseguir los objetivos de los 20/20/20 propuestos hacen falta esfuerzos coordinados y cambios profundos en el sistema. Sin embargo, si se alcanzan, el modelo europeo ser¨ªa anticipatorio, se convertir¨ªa en una ventaja competitiva y podr¨ªa servir para otras zonas del mundo.
3. ?C¨®mo afronta la UE los flujos migratorios que constituyen al mismo tiempo una necesidad y un problema en un espacio de libre circulaci¨®n de personas, m¨¢s all¨¢ de las pol¨ªticas nacionales diversas?
La inmigraci¨®n, teniendo en cuenta la demograf¨ªa de la UE, constituye una necesidad ineludible, pero se vive como un problema que se agudiza cada d¨ªa.
M¨¢s all¨¢ de la coincidencia en los esfuerzos por regular y por tanto legalizar estos flujos, las pol¨ªticas europeas aparecen muy dispersas y, con frecuencia, contradictorias. En un espacio de libertad de circulaci¨®n de personas, es imposible actuar sin pol¨ªticas comunes y coordinadas para que estos flujos sean controlables y previsibles.
Necesitamos una estrategia migratoria para la UE que vaya desde la cooperaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica con los pa¨ªses de origen hasta una pol¨ªtica com¨²n de fronteras, pasando por el combate coordinado al tr¨¢fico de personas. En el interior, aun con diferencias en las pol¨ªticas de integraci¨®n, se necesita una coordinaci¨®n de bases de datos y medidas comunes contra la ilegalidad.
4. ?Qu¨¦ estrategia de seguridad requiere la UE ante las amenazas que soporta en forma de criminalidad organizada y terrorismo internacional, teniendo en cuenta que sus sistemas defensivos contemplan escenarios de defensa territorial cl¨¢sicos para amenazas casi inexistentes?
Desde la desaparici¨®n del Pacto de Varsovia y los cambios geopol¨ªticos de los ¨²ltimos 20 a?os, las amenazas a la seguridad m¨¢s relevantes provienen de la criminalidad organizada y del terrorismo internacional.
Se est¨¢ avanzando en la imprescindible coordinaci¨®n policial y judicial, aunque quede a¨²n un largo recorrido por las diferencias en los sistemas legales y otras causas.
Por otro lado, nuestros sistemas de defensa siguen estando ligados a la defensa territorial, salvo en los v¨ªnculos con la OTAN en su nueva situaci¨®n, a¨²n no muy clara. Parece necesaria una reflexi¨®n actualizada de lo que se puede hacer en el horizonte de medio plazo para mejorar nuestra seguridad y nuestra relevancia en el mundo, incluso con los medios humanos y presupuestarios disponibles.
Parte de las amenazas tienen su origen en conflictos que, sin afectarnos directamente en t¨¦rminos territoriales, crean focos de criminalidad que penetran nuestras fronteras. La acci¨®n en origen de la UE exigir¨¢ un replanteamiento de la seguridad, que nos permita, aut¨®nomamente cuando sea necesario o en coordinaci¨®n con la OTAN, una actuaci¨®n eficiente.
?Qu¨¦ pol¨ªtica exterior y de seguridad necesita para enfrentar estos desaf¨ªos y recuperar relevancia para sus ciudadanos y para el mundo?
De todas las prioridades se?aladas se infiere la necesidad de una pol¨ªtica exterior y de seguridad comunes, para aumentar la relevancia interna de la UE ante los ciudadanos y su relevancia internacional.
Por eso no puede plantear este punto como una prioridad m¨¢s, sino como una envolvente, una condici¨®n necesaria, para conseguir avances significativos en todos los objetivos se?alados.
Habida cuenta de la historia de las pol¨ªticas nacionales de la Uni¨®n en este campo, lo razonable es definir ¨¢reas preferentes, de acuerdo con los objetivos estrat¨¦gicos y los intereses de la UE, y actuar en com¨²n sobre ellas, con la vieja t¨¦cnica de la acumulaci¨®n del acerbo.
Consideraci¨®n aparte habr¨ªa de hacerse con la pol¨ªtica mediterr¨¢nea, que tal vez merezca ser contemplada como ¨¢rea de complementariedad, de convergencia, que nos permitiera crear un c¨ªrculo de intereses integrados, como un paso estrat¨¦gico m¨¢s ambicioso que el actual.
Felipe Gonz¨¢lez es ex presidente del Gobierno espa?ol.
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