El rastro art¨ªstico del siglo XIX
'De Goya a Gauguin' re¨²ne las mejores obras decimon¨®nicas del Bellas Artes
Al cumplir este a?o un siglo de vida, el Museo de Bellas Artes de Bilbao quiere llamar la atenci¨®n del p¨²blico sobre la colecci¨®n que ha ido formando a lo largo de su historia. La exposici¨®n De Goya a Gauguin. El siglo XIX en el Museo de Bellas Artes de Bilbao ha seleccionado de entre las 300 piezas de sus fondos decimon¨®nicos un centenar de obras que muestran los rastros heterog¨¦neos de un periodo en el que entr¨® a la est¨¦tica romantica, pervivieron los g¨¦neros del paisaje, el retrato, la pintura costumbrista o hist¨®rica, y se dieron los primeros pasos hacaia el arte moderno.
Junto a las pinturas m¨¢s conocidas de la colecci¨®n -Lavanderas en Arl¨¦s, de Gauguin; La visita inoportuna, de Zamacois; La aldeanita del clavel, de Guiard; La mujer del abanico, de Iturrino y Mujer sentada con un ni?o en brazos, de Mary Cassat, entre otras-, la organizaci¨®n de la exposici¨®n ha servido para recuperar obras del fondo oculto, como Retrato de dama en rosa y blanco, un ¨®leo del andaluz de origen italiano ?ngel Mar¨ªa Cortellini, pintado en 1855 que sigue el modelo implantado por Federico de Madrazo, o el Retrato del pintor Ma?an¨®s, de Joaqu¨ªn Sorolla.
El director de la pinacoteca, Javier Viar, cree que la importancia del arte del XIX en la colecci¨®n radica en sus piezas singulares y en las obras que muestran el punto de arranque de la pintura vasca y el contexto en el que trabajaron los artistas que procedentes del Pa¨ªs Vasco continuaron su formaci¨®n en los centros art¨ªsticos europeos.
Viar subraya el peso en la configuraci¨®n de la personalidad del Bellas Artes de las obras de Goya y de Vicente L¨®pez, junto a la "representaci¨®n ins¨®lita" del Romanticismo con las pinturas de Fern¨¢ndez Cruzado, Guti¨¦rrez de la Vega, Esquivel y Alenza. "El siglo XIX ha sido denostado y olvidado, pero es clave para el desarrolo de la modernidad. En el caso de la pintura vasca, se?ala qui¨¦nes fueron los artistas que empezaron a destacar a mediados del siglo y las influencias que recibieron", explic¨®.
La exposici¨®n ha impulsado la edici¨®n de una monograf¨ªa dedicada a los fondos del XIX en el Museo de Bellas Artes, en la que se incluyen los estudios realizados por el historiador Carlos Reyero y el conservador del Museo del Prado Javier Bar¨®n. Las investigaciones desarrolladas han permitido confirmar una serie de autor¨ªas y atribuir nuevos t¨ªtulos. El cuadro de Anselmo Guinea conocido hasta ahora como La tarantela (1881) ha recuperado el t¨ªtulo Recuerdos de Capri. Con esta denominaci¨®n figura en una nota aut¨®grafa de Guinea recogida en el bolet¨ªn de inscripci¨®n de la obra para la Exposici¨®n Nacional de 1884.
Escena galante fue el t¨ªtulo con el que ingres¨® en el Museo de Bellas Artes un ¨®leo de Francisco Sans y Cabot, atendiendo a la escena que representa. Ahora se llama Otelo y Desd¨¦mona. El estudio del lienzo ha permitido concretar que Sans y Cabot plasm¨® en el cuadro una escena de Otelo. El moro de Venecia, de Shakespeare, el momento en que Otelo, atacado por los celos, regresa a la habitaci¨®n donde descansa su esposa para estrangularla.
Entre dos artistas
- Francisco de Goya (Fuendetodos, 1746-Burdeos, 1828). La exposici¨®n muestra dos retratos de Goya, separados por 27 a?os: el de su amigo Mart¨ªn Zapater (1797) y el del poeta Leandro Fern¨¢ndez de Morat¨ªn (1824), reci¨¦n restaurado.
- Paul Gauguin (Par¨ªs, 1848-Atuona, 1903). Lavanderas en Arl¨¦s (1888), fue pintado durante una estancia del pintor en esa ciudad, reclamado por Van Gogh para formar un grupo art¨ªstico. Adquirido en 1919, fue el primer cuadro de Gauguin en una colecci¨®n p¨²blica espa?ola.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.