Un ciclista a tumba abierta
La Mesa del Parlamento vasco acept¨® ayer la admisi¨®n a tr¨¢mite del proyecto de ley aprobado el pasado 27 de mayo por el Gobierno de Vitoria para la convocatoria y regulaci¨®n de una consulta popular el 25 de octubre de 2008 sobre "la apertura de un proceso de negociaci¨®n para alcanzar la paz y la normalizaci¨®n pol¨ªtica". El Pleno de la Asamblea debatir¨¢ dentro de diez d¨ªas -el 27 de junio- la propuesta: la ¨²nica posibilidad pol¨ªtica de que el texto fuese aprobado (s¨®lo necesitar¨ªa mayor¨ªa simple) ser¨ªa que el grupo de EHAK -la segunda marca de Batasuna y brazo pol¨ªtico de ETA dispone de nueve miembros en la C¨¢mara- prestase cuando menos uno de sus esca?os a la suma de votos de PNV, EA, Ezker Batua y Aralar. De esta forma, y al igual que ocurri¨® con la aprobaci¨®n del plan Ibarretxe en diciembre de 2004 y la investidura del lehendakari en 2005, vuelve a la escena parlamentaria el bloque de Estella formado por el nacionalismo institucional y el nacionalismo vinculado con el terrorismo.
Con independencia de que la ley quedar¨ªa autom¨¢ticamente en suspenso si fuese impugnada por el Gobierno central ante el Tribunal Constitucional una vez aprobada, sobran argumentos que prueban la torpe inoportunidad, el car¨¢cter provocador y los efectos perversos de su env¨ªo al Parlamento de Vitoria con la abierta oposici¨®n del PSOE y del PP, los dos partidos que sumaron la mayor¨ªa de los votos en las ¨²ltimas legislativas.
El proyecto divide a la sociedad vasca en dos mitades hostiles y azuza las emociones nacionalistas en ambos lados, suministra objetivamente un bal¨®n de ox¨ªgeno al terrorismo de ETA, aleja indefinidamente la perspectiva del fin de la violencia y sacrifica las ampl¨ªsimas competencias conseguidas por las instituciones vascas de autogobierno dentro del Estado de las Autonom¨ªas a cambio del ensue?o irrealizable de una Euskal Herria independiente edificada sobre territorios de soberan¨ªa espa?ola y francesa desde hace m¨¢s de cinco siglos. De a?adidura, cabe sospechar que las grandes palabras del lehendakari, disfrazado de gu¨ªa mosaico de un pueblo prehist¨®rico en busca de la tierra prometida, ocultan peque?as maniobras caciquiles cuyo verdadero objetivo es imponer su hegemon¨ªa dentro del PNV y ganar las auton¨®micas.
En vez de esa larga marcha pastoreada por un prudente conductor b¨ªblico con ayuda de una hoja de ruta cartografiadora de la orograf¨ªa del terreno, nos encontramos m¨¢s bien con el enloquecido y acelerado descenso cuesta abajo y dando a los pedales de un ciclista lanzado a tumba abierta sin frenos por la estrecha y empinada carretera de un puerto de monta?a. El desprecio por las formas y la falta de respeto hacia el derecho de un proyecto tramitado a matacaballo resulta detectable a primera vista, tanto por el procedimiento de elaboraci¨®n como por los contenidos de un texto que yuxtapone un breve art¨ªculo ¨²nico y disposiciones adicionales y finales varias. Frente al cierre de filas del tripartito, que considera intachable la factura jur¨ªdica del proyecto, Joseba Egibar, portavoz del PNV en el Parlamento vasco y jefe de filas del sector minoritario radical dentro de su partido, ha reconocido, sin embargo, la existencia de serias discrepancias sobre su correcci¨®n legal. Las dudas han llegado al punto de que el dictamen -preceptivo pero no vinculante- sobre el anteproyecto realizado por el m¨¢ximo ¨®rgano consultivo de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, la Comisi¨®n Jur¨ªdica Asesora de Euskadi (formada por diez vocales nombrados por el Gobierno vasco mediante decreto), tuvo que ser aprobado in extremis por el voto dirimente de calidad de su presidente, el jefe de los servicios jur¨ªdicos centrales de la Administraci¨®n auton¨®mica.
Si bien la omisi¨®n en este tipo de dict¨¢menes de los argumentos subyacentes a los votos emitidos en contra impide conocer las razones de los cinco vocales discrepantes, la lectura de los fundamentos que avalan el pronunciamiento favorable al anteproyecto de ley del dictamen 96/2008 de la Comisi¨®n Jur¨ªdica Asesora -conseguido gracias al desempate facilitado por su presidente- permite conjeturar cu¨¢les son las cuestiones sometidas a debate y localizar los puntos jur¨ªdicamente m¨¢s d¨¦biles del proyecto que se debatir¨¢ en el Parlamento vasco el pr¨®ximo 27 de junio.
El car¨¢cter mixto de una ley singular que incluye desordenadamente en el texto una regulaci¨®n de las eventuales consultas populares sin anclaje competencial en el Estatuto de Gernika, la modificaci¨®n de la ley electoral vasca de 1990, las dos preguntas para el 25 de octubre y la convocatoria por el Parlamento de una petici¨®n solicitada en realidad por el lehendakari le garantizar¨ªa un lugar destacado en cualquier museo de teratolog¨ªa jur¨ªdica. En cuanto al argumento de que los estatutos reformados durante la anterior legislatura distinguen entre las consultas populares y las modalidades de refer¨¦ndum de la Constituci¨®n, el enga?oso sofisma finge olvidar que el Estatuto vasco no ha sido modificado desde 1979.
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