La casa de las maravillas
Londres repasa la estramb¨®tica trayectoria de Viktor & Rolf
"Nos gusta trascender la realidad, dar un toque surrealista a nuestras colecciones". Rolf Snoeren, de 38 a?os, no consigue hablar sin mencionar a Viktor Horsting (1969), la segunda mitad de la firma Viktor & Rolf. "Es como un juego de pimp¨®n", cuenta desde su casa en las afueras de ?msterdam; "no se trata de que cada uno proponga ideas y juntarlas, somos un solo dise?ador y hablamos el mismo idioma".
Un idioma cuajado de giros teatrales y gestos fantasiosos, que emplean desde hace 16 a?os, el mismo que se hablar¨¢ en la galer¨ªa Barbican de Londres desde hoy y hasta el pr¨®ximo 21 de septiembre. "Nos contactaron hace un par de a?os", explica Rolf. "Y nos sedujo la idea de recrear nuestro universo en una exposici¨®n, una oportunidad de volver a nuestras ra¨ªces, despu¨¦s de todo, empezamos en el mundo del arte".
Viktor y Rolf se conocieron en la Universidad de Arte de Arnhem. Desde su graduaci¨®n en 1992 no se han separado. Quiz¨¢ por eso caminen, hablen y vistan igual. La ¨²nica diferencia: Rolf tiene menos barba que Viktor. Comparten oficina y seg¨²n dicen nunca discuten. "Nos sentimos uno, por eso jam¨¢s nos peleamos", dice Snoeren.
No es la primera vez que un centro de arte dedica una retrospectiva a unos dise?adores con una larga lista de admiradores famosos, como las actrices Tilda Swinton y Cate Blanchett. O los cantantes Rufus Wainwright y Tori Amos, que acompa?aron con sus voces dos de sus desfiles en 2005 y 2006. Holanda, su pa¨ªs de origen, y Francia tambi¨¦n repasaron su trayectoria en sendas muestras individuales en 2000 y 2003.
En la exposici¨®n The house of Viktor & Rolf (La casa de Viktor & Rolf), 55 mu?ecas de porcelana, unas de 65 cent¨ªmetros de altura y otras de 1,80 metros, pueblan las dos plantas de la galer¨ªa Barbican. "Nos gusta jugar con las medidas. Las mu?ecas de 1,80 te hacen sentir peque?ito, es como perderse junto a Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas".
Ambos se han encargado de crear versiones de momentos cumbre de su carrera. La impactante colecci¨®n Russian Doll (1999-2000), que presentaron con dramatismo sobre la pasarela, est¨¢ all¨ª. Entonces, ellos vistieron delante del p¨²blico a la modelo Maggie Prizen (subida en un pedestal giratorio), con nueve vestidos, capa sobre capa. Las mu?ecas tambi¨¦n se vestir¨¢n con las estramb¨®ticas piezas de Atomic Bomb (1998-1999), la l¨ªnea de prendas hinchadas como almohadones, con la que reflexionaron con iron¨ªa sobre el final del milenio.
Y aprovechan la muestra para lanzar un par de perfumes: uno masculino, Antidote, y otro, Flowerbomb, para mujer, en una edici¨®n limitada. Su lema: "No seguimos los dictados del sector".
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