Crisis local, sacudida global
Subprime es la palabra del a?o. Los cr¨¦ditos hipotecarios de alto riesgo -o basura-, apenas poco m¨¢s de un 10% del mercado hipotecario estadounidense, desataron en agosto del a?o pasado un episodio de turbulencias financieras que ha acabado zarandeando los mercados globales y arrastrando a la econom¨ªa real. Pese a que su origen estaba muy localizado, la inestabilidad se traslad¨® r¨¢pidamente por todo el mundo debido a la proliferaci¨®n de complejos mecanismos financieros, los productos estructurados. La desconfianza en la banca internacional sec¨® el cr¨¦dito y oblig¨® a intervenir a los bancos centrales, inyectando liquidez, reduciendo o estabilizando los tipos de inter¨¦s e incluso salvando la cabeza de los bancos m¨¢s afectados (Northern Rock y, sobre todo, Bear Stearns) para evitar la debacle.
Lo que empez¨® como un endurecimiento del cr¨¦dito ha acabado afectando al crecimiento en todo el mundo, con EE UU al borde de la recesi¨®n y Europa (con Espa?a a la cabeza) en franca desaceleraci¨®n. El cuadro cl¨ªnico se ha complicado con una triple crisis: a la financiera -e inmobiliaria- se han unido la alimentaria y la del petr¨®leo, con el crudo flirteando con los 140 d¨®lares por barril.
El mayor problema es que la desconfianza est¨¢ lejos de desaparecer: casi un a?o despu¨¦s del estallido de la crisis, la banca no deja claro qui¨¦n tiene problemas ni de qu¨¦ tama?o es el agujero. Lo peor pas¨® tras el rescate de Bear Stearns, pero los coletazos de las subprime se dejar¨¢n sentir sobre la econom¨ªa mundial al menos hasta 2009, seg¨²n los expertos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.