Ondas poco evang¨¦licas
La Conferencia Episcopal no puede eludir sus responsabilidades tras la sentencia contra la Cope
La Conferencia Episcopal se ha visto forzada a pronunciarse tras la sentencia por injurias contra el locutor estrella de la Cope. Aunque la nota oficial limita el papel de la Conferencia en la emisora, present¨¢ndola como mera propietaria del medio y respetuosa con su libertad de expresi¨®n, lo cierto es que las diferencias entre los obispos han aflorado en sus declaraciones p¨²blicas, hasta perfilar una situaci¨®n de pr¨¢ctica soledad en este asunto del presidente de la Conferencia, el arzobispo de Madrid Rouco Varela. Las cr¨ªticas de los prelados no van, sin embargo, en la misma direcci¨®n ni proceden en todos los casos de los sectores m¨¢s tolerantes y aperturistas. Los ataques desde la emisora al nuncio vaticano en Espa?a, al que se lleg¨® a acusar de mas¨®n, han despertado las alarmas de los obispos m¨¢s alineados con Roma, sum¨¢ndolas a las de quienes, dentro de la Conferencia, piensan que el tono exaltado e insultante del que hace gala este medio no es compatible con el mensaje evang¨¦lico.
Si existe alg¨²n propietario de medios de comunicaci¨®n que no puede excusarse en la libertad de expresi¨®n para amparar la manipulaci¨®n informativa y la gratuita ferocidad de algunas opiniones, ¨¦sa es la Conferencia Episcopal. Y, m¨¢s en concreto, una parte de su actual direcci¨®n, que se niega a reconocer la existencia de un espacio aconfesional distinto del religioso. La Iglesia cat¨®lica cuenta en Espa?a con demasiados privilegios de derecho -establecidos por los acuerdos con la Santa Sede- como para que, adem¨¢s, se arrogue a conveniencia el privilegio de hecho de utilizar la aconfesionalidad como parapeto de sus responsabilidades. O bien la Conferencia se comporta como un propietario m¨¢s de medios de comunicaci¨®n, y en ese caso nada justifica que reclame la obligatoriedad de su ascendiente moral en otros ¨¢mbitos sociales, o bien reclama este ascendiente y, entonces, empieza por dar ejemplo en los medios de su propiedad. Una posici¨®n distinta no es s¨®lo una contradicci¨®n, sino un ventajismo inaceptable.
La libertad de opini¨®n ampara a cualquier medio de comunicaci¨®n, y no hace distinci¨®n en funci¨®n de qui¨¦nes son los propietarios. Pero m¨¢s all¨¢ de los aspectos jur¨ªdicos de la sentencia, que obligan a mantener abierto el debate sobre la penalizaci¨®n de la injuria, la condena judicial de un locutor de la Cope interpela directamente a la Conferencia Episcopal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.