El zapato espa?ol se hace mundial

En un taller de dos plantas ubicado frente la plaza de toros de Elda, Chie Mihara trabaja ya en su colecci¨®n de zapatos para el verano de 2009. Desde esta ciudad alicantina, de vieja tradici¨®n zapatera, esta dise?adora de origen brasile?o ha puesto en marcha, casi en un abrir y cerrar de ojos, una empresa que factura 12 millones de euros y vende sus productos desde Los ?ngeles a Rihad. Artistas como Halle Berry, Sofia Coppola, Vanessa Paradis y Liv Tyler llevan sus zapatos, que llevan nombres como tortilla, verm¨², peseta...

Proyectos como el de Chie Mihara son el futuro de la industria espa?ola del calzado, que ha pasado de fabricar grandes cantidades a bajo precio a especializarse en productos de calidad. "Espa?a ha sido siempre m¨¢s fabricante y menos creadora. Se ha preocupado sobre todo por producir y producir", dice Mihara. Para ella, investigar e innovar es clave para fabricar un zapato de ¨¦xito. "Hace falta hacer cosas con m¨¢s personalidad, perder el miedo", afirma.

Lo importante ya no es el precio, sino la marca, el dise?o y la distribuci¨®n

Un factor que ayuda a modernizar el sector es el relevo generacional

La globalizaci¨®n ha dado un vuelco al sector del calzado. Para un pa¨ªs como Espa?a, lo importante ahora no es el precio, sino el dise?o, la creaci¨®n de marca y la apertura de nuevos mercados. A diferencia de los a?os del desarrollismo, Espa?a es hoy un pa¨ªs con una mano de obra cara, y los costes laborales han dejado de ser un factor competitivo en la industria del zapato. Se acabaron los a?os en que de las f¨¢bricas de Elda, Elche y Villena sal¨ªan millones y millones de pares baratos para su venta en el exterior. Hoy eso lo hace China.

"Hace a?os que un producto tan intensivo en mano de obra no puede fabricarse en un pa¨ªs industrializado como Espa?a sin llevar un valor a?adido", explica Rafael Calvo, presidente de la Federaci¨®n de la Industria del Calzado Espa?ol (FICE), que agrupa a m¨¢s de 700 empresas y al 90% de la producci¨®n. En Italia y en Espa?a -primer y segundo fabricante de Europa, respectivamente-, se mantienen s¨®lo los trabajos especializados; los m¨¢s intensivos en mano de obra se han subcontratado en pa¨ªses en desarrollo, principalmente asi¨¢ticos.

El a?o pasado, Espa?a import¨® 352 millones de pares de zapatos y export¨® 101 millones. Sin embargo, si se tiene en cuenta el valor de la mercanc¨ªa, el saldo fue positivo para nuestro pa¨ªs en 140 millones de euros.

Todos los expertos coinciden: el que se modernice tendr¨¢ posibilidades de sobrevivir y el que no se adapte a las nuevas circunstancias desaparecer¨¢ v¨ªctima de la globalizaci¨®n. Los ataques contra comerciantes chinos ocurridos en septiembre de 2004 en Elche fueron protagonizados, sobre todo, por fabricantes de zapatos baratos, frustrados por la imposibilidad de competir.

Hay quienes todav¨ªa se resisten al cambio. Algunos fabricantes espa?oles mantienen la vieja costumbre de viajar a Italia para, a la vuelta, copiar los zapatos que ven en los escaparates. Pero tambi¨¦n hay cada vez m¨¢s gente como Chie Mihara, que conf¨ªa en la inspiraci¨®n a la hora de crear y que sabe que la clave est¨¢ en elaborar una colecci¨®n propia. "Cuando voy a Par¨ªs, en lugar de ver escaparates voy a librer¨ªas, a museos, a tiendas de muebles. Lo ¨²ltimo que hago es ver zapater¨ªas", afirma la dise?adora, de 40 a?os, que en abril pasado abri¨® en Tokio la primera tienda con su marca.

Rafael Calvo, de FICE, considera que el sector espa?ol del calzado ha conseguido sobreponerse a los cambios en el mercado mundial y subraya que su actividad gira ahora en torno a cinco ejes estrat¨¦gicos: moda, dise?o, innovaci¨®n, cooperaci¨®n con empresas extranjeras y respeto al medio ambiente. El control de la distribuci¨®n es tambi¨¦n clave: contar con una cadena de tiendas propia permite controlar mejor el producto y refuerza la marca. Camper, Pikolinos, El Naturalista... varias empresas ya lo han hecho.

La posici¨®n internacional de las marcas espa?olas es, en estos momentos, la mejor de la historia. M¨¢s de 100 millones de personas llevan calzado made in Spain en todo el mundo. Nombres como Pedro Garc¨ªa, Pura L¨®pez, Rebeca Sanver, Farrutx, Magrit, Sara Navarro o Ras est¨¢n presentes en los mejores escaparates del planeta. Mascar¨® -fundada en Menorca en 1918 como un taller de zapatillas de baile- tiene nueve tiendas en Francia, cuatro en Reino Unido y una en Nueva York. Dos de cada tres zapatos de la empresa gerundense Casta?er, especializada en alpargatas, se veden en el extranjero, sobre todo en Italia.

Magrit hace zapatos con marca propia y tambi¨¦n trabaja para dise?adoras como Carolina Herrera o Dona Karan. China, Jap¨®n y Australia son mercados importantes para la compa?¨ªa, que recientemente ha incorporado nuevas tecnolog¨ªas a su proceso de producci¨®n. Especializada en calzado de lujo de se?ora, Magrit fabrica 2.500 pares diarios y tiene 120 empleados. El 9 de abril de 2005, Camila Parker Bowles visti¨® zapatos hechos en su f¨¢brica de Elda para casarse con el pr¨ªncipe de Gales. Adem¨¢s de la brit¨¢nica, tambi¨¦n trabajan para otras casas reales. La tendencia -en Magrit y en buena parte de los fabricantes espa?oles-, es hacer cada vez m¨¢s zapatos de marca propia y menos de marca blanca.

El sector del calzado ha sido siempre netamente exportador. M¨¢s del 70% de los zapatos hechos en Espa?a se venden fuera de las fronteras nacionales. El negocio da empleo directo a 40.000 personas y de ¨¦l dependen las econom¨ªas de comarcas enteras (ver gr¨¢fico). El a?o pasado, el valor de las exportaciones creci¨® un 10%, hasta alcanzar los 1.899 millones de euros. Las importaciones aumentaron un 7% y totalizaron 1.752 millones.

Como ya hizo con el sector textil, Zara ha revolucionado el sector con un zapato asequible que coloca en las tiendas en tiempo r¨¦cord. Su filial de calzado, Tempe, es ya la primera empresa de Espa?a en ventas.

Panter es una de las primeras marcas del mundo de zapato laboral y de seguridad, mercados de gran potencial y complejidad por la estricta normativa que debe cumplir. La empresa vende zapatos profesionales para bomberos, polic¨ªas, electricistas o le?adores. Su f¨¢brica de Callosa del Segura (Alicante) est¨¢ automatizada y se trabaja en tres turnos.

"Nuestra obsesi¨®n es que se use la tecnolog¨ªa m¨¢s moderna en todas las f¨¢bricas, afirma C¨¦sar Orgil¨¦s, director del Instituto Tecnol¨®gico del Calzado (Inescop), que vela por el desarrollo de la industria. Muchas empresas trabajan ya con dise?os por ordenador, que permiten preparar patrones en tres dimensiones y dejarlos listos para el corte y el cosido posterior. Las empresas, subraya Orgil¨¦s, van interiorizando poco a poco que no tienen m¨¢s remedio que contar con departamentos de dise?o propios.

Un factor que est¨¢ ayudando a modernizar la industria es el relevo generacional que est¨¢ teniendo lugar en los negocios. La mayor¨ªa de los j¨®venes son gente con estudios especializados, que habla idiomas y que ha viajado por el mundo. Adem¨¢s, cada vez hay m¨¢s empresas construidas por hombres hechos a s¨ª mismos que dan entrada a consejeros ajenos a la familia para profesionalizar la gesti¨®n. Otros han dilapidado fortunas enteras ganadas en los tiempos de esplendor.

Pero como sucede en otros sectores, el gran h¨¢ndicap del calzado espa?ol es la endeble marca-pa¨ªs de Espa?a. Los zapatos espa?oles, se quejan los fabricantes, tienen muy dif¨ªcil competir con el made in Italy.

El calzado es un sector con siete vidas: ha vivido ya varias crisis y siempre ha salido adelante. "De la crisis anterior sali¨® un sector m¨¢s peque?o pero menos estructurado", se?ala Rafael Calvo. "Ahora crecemos en los mejores mercados y con mejores productos". El directivo de FICE considera que actualmente hay una clara recesi¨®n del consumo que va a afectar al sector. ?Qu¨¦ opciones hay? Buscar nuevos mercados, responde Calvo, especialmente los menos afectados por la crisis, sin abandonar los tradicionales. "Hay que tomar posiciones ahora para estar all¨ª cuando la cosa mejore". Las ventas de zapatos espa?oles bajan en EE UU y otros pa¨ªses occidentales, pero crecen en el Este de Europa, Asia y Oriente Pr¨®ximo.

Calvo piensa que China representa m¨¢s una oportunidad que una amenaza para el fabricante espa?ol. Es partidario de la cooperaci¨®n con el gigante asi¨¢tico, ya que es un mercado potencial enorme. La capacidad de compra de las clases medias chinas est¨¢ creciendo a un ritmo muy r¨¢pido, y son a esas capas de la poblaci¨®n a las que van dirigidos los zapatos espa?oles. "Hay que ir ahora, para cuando esa clase sea mayoritaria, ya se conozcan las marcas".