Justicia ciega
Leo en la prensa que la concejal de Educaci¨®n del Ayuntamiento de Barcelona, Montserrat Ballar¨ªn, encargar¨¢ un informe jur¨ªdico para poder retirar del mercado un videojuego -violento, no hace falta ni decirlo- que transcurre en esta ciudad. La concejal, a la que ya admiro con todo mi coraz¨®n, dice que The Wheelman, tal es el nombre del juego maligno, "es contrario a los valores que caracterizan la ciudad".
Por lo que s¨¦, el protagonista de la historia es perseguido por la polic¨ªas nacionales -l¨¢stima que no sea por los mossos y mosses- y, a causa de ello, destroza todo tipo de mobiliario urbano que se le pone por delante. Digamos que hace lo mismo que hacen los okupas de Gr¨¤cia cuando se enfrentan a las fuerzas del orden, pero de manera virtual, que es mucho peor. En fin, he le¨ªdo que el juego te permite hasta hacer volar por los aires la Sagrada Familia, por lo que supongo que ser¨¢ la mar de educativo para los hijos de los miembros (y miembras) de la plataforma L'AVE pel Litoral. Todos ellos aseguran que el AVE por el centro de la ciudad puede cargarse este monumento, o sea que as¨ª podr¨¢n empezar a acostumbrarse.
A pesar de cometer actos inc¨ªvicos al jugar, no los cometemos en la vida real. Pero tal vez la concejal no lo ve as¨ª
Aparece en oto?o y hasta entonces estar¨¦ impaciente por saber si, en sus persecuciones por La Rambla, el protagonista podr¨¢ atropellar estatuas humanas o trileros y si se llevar¨¢ por delante mesas con cervezas de medio litro de esas que cuestan como la entrada de un piso y saben como la salida del l¨ªquido corporal a trav¨¦s de vejiga de rumiante.
Como tal vez les habr¨¦ contado en alguna ocasi¨®n, en mi pac¨ªfico hogar poseemos juegos de este tipo; por ejemplo, el G.T.A. que transcurre en Los ?ngeles, aunque, tal vez gracias a los desvelos de alguna concejal de por all¨ª, la ciudad ha sido rebautizada como Los Santos. Cuando los miembros y miembras de este pac¨ªfico hogar fuimos de visita a Los ?ngeles, conoc¨ªamos muchas de sus calles gracias al G.T.A. "Mira", nos dec¨ªamos llenos de ilusi¨®n. "Aqu¨ª est¨¢ el bar donde extorsionamos a tal se?or". O "mira, detr¨¢s de las letras en las que pone Hollywood ten¨ªamos escondida una pistola con la que comet¨ªamos nuestros cr¨ªmenes virtuales". Porque eso s¨ª lo tenemos en casa. Desde peque?itos distinguimos entre realidad y ficci¨®n. Y a pesar de cometer actos inc¨ªvicos cuando jugamos, no los cometemos en la vida real. Pero tal vez la concejal no lo ve as¨ª, de manera que hay muchos otros productos culturales que transcurren en Barcelona y que tambi¨¦n son contrarios a los valores que propugna nuestro Ayuntamiento. A saber:
Deber¨ªa prohibir la pel¨ªcula Los bingueros, de Esteso y Pajares, que fue rodada en Barcelona y, como todo el mundo sabe, hace apolog¨ªa del juego. Y hay que hacer lo mismo con la serie Dark justice, coproducida por TV-3 y Lorimar (la productora de Dallas), porque, en ella, un juez se tomaba la justicia por su mano. Se rod¨® en Barcelona, aunque no deb¨ªa notarse (por lo que la Via Laietana se transform¨® en una calle americana con resultados c¨®micos). En TV-3 se estren¨® con el t¨ªtulo de Quan es fa fosc y fue un fracaso, aunque creo que si ahora se repusiera -no es broma, estoy convencida de ello- tendr¨ªa mucho ¨¦xito. Con el af¨¢n de revival que estamos viviendo, todos los que ya nos re¨ªamos entonces al verla, ahora nos morir¨ªamos de risa.
Y, desde luego, a la espera de saber qu¨¦ pasa con la pel¨ªcula de Woody Allen, hay un libro de Quim Monz¨® en el que el protagonista conduce contra direcci¨®n por la calle de Balmes. La conducci¨®n temeraria no es uno de nuestros valores, as¨ª que deber¨ªamos retirar el libro del mercado (anunci¨¢ndolo con la suficiente antelaci¨®n, eso s¨ª, para que, de este modo, todos los gamberros tengan tiempo de comprarlo).
moliner.empar@gmail.com
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