Jogi y el banco de datos
La personalidad y el m¨¦todo cient¨ªfico de L?w se imponen a los poderes f¨¢cticos del f¨²tbol alem¨¢n
A nadie le sorprendi¨® que, cuando Jurgen Klinsmann anunci¨® que regresaba a su querida California y dejaba Alemania despu¨¦s de situarla en el podio de la Copa del Mundo 2006 como tercera, su sustituto en la selecci¨®n fuera Joachim L?w. A fin de cuentas, L?w siempre sal¨ªa a la cancha para los cambios, vest¨ªa el mismo uniforme y se le supon¨ªa un intervencionismo mayor del que habitualmente se concede a los ayudantes. "Nunca fue un asistente, sino un socio con el que compart¨ªa las tareas de responsabilidad", ha precisado ahora Klinsmann, futuro entrenador del Bayern M¨²nich y cuyo contacto con la nationalmannschaft, la selecci¨®n alemana, ha quedado reducido a un sms en el que deseaba suerte a t¨¦cnicos y jugadores en la Eurocopa.
Contrario al grito y a la improvisaci¨®n, es un extra?o en una Bundesliga caduca
Fue despedido del Stuttgart por ser "poco autoritario con sus jugadores"
Pertenece a 'la f¨¢brica de las ideas', bandera del progresismo futbol¨ªstico germano
El seleccionador dispone de un equipo que procesa v¨ªdeos y revisa las t¨¢cticas
Aunque los alemanes se abrazaron euf¨®ricos a la selecci¨®n jovial que cre¨® Klinsmann, la federaci¨®n respir¨® aliviada cuando anunci¨® su salida. El sector m¨¢s tradicionalista, liderado por Lothar Matth?us, no soportaba a Klinsmann y, por contra, no sent¨ªa animadversi¨®n hacia L?w por m¨¢s que uno y otro formaran parte de la misma escuela, de la f¨¢brica de las ideas, como se conoce a los t¨¦cnicos originarios de la zona fronteriza con Suiza, entre los que tambi¨¦n se cuenta Ottmar Hitzfeld, por su progresismo futbol¨ªstico. L?w tampoco escapa obviamente a la cr¨ªtica de los mitos del pa¨ªs. La diferencia es que todav¨ªa no le han descalificado y, mientras tanto, se ha ganado el respeto popular.
A diferencia de personajes como Beckenbauer, M¨¹ller, Maier, Rummenigge, Netzer, Overath o Magath, futbolistas que popularizaron el juego en Alemania, el curr¨ªculo de L?w es corto y poco relevante. Ex delantero de equipos como el Friburgo, el Stuttgart, el Eintracht o el Winterthur, se retir¨® despu¨¦s de que Ray Clemence le partiera la pierna en 1995. Entren¨® despu¨¦s a equipos suizos, austriacos y turcos (Fenerbah?e y Adanasport) y dej¨® huella en el Stuttgart (1996-97) antes de ser despedido por "ser poco autoritario con sus jugadores".
L?w no es arrogante ni populista, sino culto, educado, agradable. Tiene su propia tienda de ropa en Friburgo, le gusta tomar un vaso de vino antes de acostarse y es un buen conversador. Le avala el m¨¦todo frente al grito y la improvisaci¨®n, circunstancia que le convierte en un extra?o frente a los defensores de la nationalmannschaft y de una Bundesliga caduca y sometida a la dictadura del Bayern M¨²nich. Ocurre que nunca pareci¨® un fr¨ªvolo ni un revolucionario y, por tanto, los m¨¢s conservadores a¨²n le perdonan la vida a la espera de los resultados.
De la rugosidad y agresividad de los t¨¦cnicos alemanes m¨¢s convencionales se ha pasado a la voz delicada y a la suavidad y, en vez del discurso personal y motivador de Klinsmann, se prefiere el trabajo cient¨ªfico y colegiado de L?w. Nada mejor que su sobrenombre para contextualizar su papel. Le llaman Jogi, se supone que por una cuesti¨®n de sonoridad y porque le encantan los juegos antes, despu¨¦s y durante los entrenamientos, y es un buen practicante del yoga. Ayer, por ejemplo, sus futbolistas disfrutaron con sus familias, pasearon despu¨¦s en bicicleta, helic¨®ptero y barco y se divirtieron en un partido de waterpolo.
"A los internacionales les conven¨ªa tomar el aire", sentenci¨® Oliver Bierhoff, el manager del equipo, el ejecutivo que negocia los contratos con los patrocinadores y cuida de las relaciones externas, especialmente con los clubes. Bierhoff es uno de los 50 empleados de Bergtour 2008, una especie de empresa que aspira a que Alemania sea campeona de Europa por cuarta vez, con L?w como director. Hans-Dieter Flick, ex jugador del Bayern; el ex portero Andreas K?pke, y Urs Siegenthaler, un ingeniero suizo de 62 a?os que procesa v¨ªdeos y revisa las t¨¢cticas, completan el centro de poder. Siegenthaler, por lo dem¨¢s, ha reunido uno de los mejores bancos de datos de las 30 mejores selecciones en colaboraci¨®n con los estudiantes de la escuela de deportes de Colonia. Y, naturalmente, la selecci¨®n cuenta con un psic¨®logo, Hans Dieter Hermann, y el trabajo f¨ªsico se inspira en Mark Verstegen, que se alimenta de m¨¦todos propios de deportes americanos.
Alemania no es ajena a la metodolog¨ªa que Klinsmann incorpor¨® del f¨²tbol americano y del baloncesto, propuestas que L?w ha perfeccionado con especialistas.
El equipo t¨¦cnico funcion¨® como un reloj en la fase de clasificaci¨®n, Alemania fue la primera selecci¨®n en sellar su billete para Suiza y Austria y le renovaron el contrato a L?w hasta 2010, de manera que su derrota contra Croacia y su mal partido ante Austria dispararon las alarmas. Hasta L?w perdi¨® por un momento los nervios, fue expulsado del encuentro con los austriacos y, de forma jocosa y an¨®nima, le dejaron un calmante en la mesita de noche antes de enfrentarse a Portugal.
Alemania recuper¨® su fiabilidad frente al equipo de Cristiano Ronaldo despu¨¦s de que cada uno de los miembros del Bergtour 2008 diera con la tecla. A partir de un 4-5-1, L?w llen¨® la divisoria con centrocampistas, con Ballack liberado y Schweinsteiger y Podolski atacando por los costados, y Portugal fue abatido por tierra y por aire. As¨ª que L?w pudo celebrar los goles en la jaula de cristal en la que fue recluido con todo el entusiasmo que se merec¨ªa un partido de cuartos de final. Alemania mezcl¨® modernidad y tradici¨®n, uni¨® a L?w y Matth?us y fulmin¨® a Portugal. Turqu¨ªa aguarda en las semifinales y pocos alemanes conocen mejor a los turcos que L?w, ex entrenador del Fenerbah?e y el Adanasport.
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