?Recuerdas aquel Cannes de 1968?
- Encuentro en Valencia con Jir¨ª Menzel y Richard Lester - Ambos directores comparten sus vivencias en el Cinema Jove
A simple vista parecen dos viejos amigos que se gastan bromas sin parar. Dos jubilados disfrutando de unos d¨ªas de sol en Valencia entre chistes y risas. Pero Jir¨ª Menzel (Praga, 1938) y Richard Lester (Filadelfia, 1932) est¨¢n en Espa?a por una raz¨®n que tiene que ver con su experiencia personal: el Festival Cinema Jove los ha invitado para que hablen sobre aquel Cannes de 1968 que fue interrumpido por las protestas estudiantiles y en el que ambos ten¨ªan previsto participar. El certamen valenciano ha rescatado aquellas cintas en un ciclo.
"Yo nunca llegu¨¦ a estar en Cannes", dice Menzel, que ten¨ªa que haber estrenado en aquella edici¨®n su pel¨ªcula Un verano caprichoso. El pase de aquel filme estaba programado en los ¨²ltimos d¨ªas del certamen pero, "cuando estaba en Praga, prepar¨¢ndome para viajar, me llamaron para decirme que se hab¨ªa cancelado", apostilla. Antes de que Menzel acabe su frase, surge la r¨¦plica de Lester: "Yo s¨ª estuve all¨ª". Tendr¨¢, por tanto, mucho m¨¢s que contar de aquella edici¨®n m¨ªtica, en la que la presi¨®n de estudiantes, pol¨ªticos y sindicalistas logr¨® paralizar el festival cinematogr¨¢fico m¨¢s importante del mundo. "Tengo un mont¨®n de an¨¦cdotas divertidas, pero me temo que son falsas", afirma, como si nada, el director de Help!, "pues los pocos recuerdos que tengo se mezclan con lo que me han contado despu¨¦s". Aun as¨ª, el director confiesa que retir¨® Petulia del festival "porque no hab¨ªa competici¨®n, no por solidaridad con el Mayo del 68", aunque cometi¨® un error: no lo consult¨® con Warner, la productora de la pel¨ªcula. "Durante los 12 a?os siguientes no quisieron que trabajara con ellos, porque pensaban que era un comunista". Menzel, al o¨ªr el relato, suelta una carcajada.
"Nosotros no somos cin¨¦filos", afirman mitad en broma mitad en serio
"Las pel¨ªculas de Richard son frescas como una ducha", confiesa el checo
Lo que Cannes no uni¨® en aquella edici¨®n maldita lo hizo Madrid en 1991. Ambos recuerdan su encuentro como algo surrealista. "Ten¨ªamos que elegir las 50 mejores pel¨ªculas de la historia y ambos form¨¢bamos parte de aquel grupo que las eleg¨ªa", explica Menzel de una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Madrid que, en realidad, acab¨® con una lista de 30 filmes que hab¨ªan marcado la historia del cine europeo. All¨ª se vieron por primera vez dos personas que se admiraban de forma rec¨ªproca. Cuando Lester vio Trenes rigurosamente vigilados, la pel¨ªcula con la que Menzel gan¨® el Oscar al mejor filme en habla no inglesa en 1967, se qued¨® "impactado" porque era "una pel¨ªcula que yo no podr¨ªa hacer jam¨¢s". Cuando Menzel vio, en la escuela de cine, The running jumping & standing still film, el corto que codirigi¨® Lester en compa?¨ªa de Peter Sellers en 1960, sinti¨® "entusiasmo". Y, al recordarlo, no cesan las bromas: "Soy un aficionado a su lado", confiesa Lester. "S¨ª, pero un aficionado con talento", replica Menzel.
M¨¢s que la admiraci¨®n mutua, el conocimiento de la obra de cada uno o sus coincidencias en diversos eventos, lo que une a Richard Lester y Jir¨ª Menzel es el sentido del humor, una manera de ver la vida que se manifiesta en su obra. E incluso en eso son como las dos caras del mismo payaso. Si Lester habla por los codos y explica las cosas con profusi¨®n de detalles, Menzel apostilla con una frase cargada de iron¨ªa. Arranca Menzel:
-Ense?o en la escuela de cine lo que se puede hacer y lo que no, pero ¨¦l no respeta las reglas.
-Yo no respeto ni los Gobiernos, ni las religiones.
-Porque eres un nihilista.
Y eso que ambos proceden de cinematograf¨ªas bien distintas. Menzel, educado en Praga en los tiempos del tel¨®n de acero, estudi¨® "la historia del cine y c¨®mo se hac¨ªa una pel¨ªcula". Lester, americano de origen pero brit¨¢nico de adopci¨®n, sin ninguna tradici¨®n cin¨¦fila, no estudi¨® los secretos de su profesi¨®n, sino que hizo cine "para contar historias". Pese a ello, sus pel¨ªculas son "frescas como una ducha", seg¨²n las define su amigo Menzel. Para corresponder a tanta flor, Lester le responde: "Jir¨ª tiene la facultad de abordar temas que enganchan muy f¨¢cilmente al espectador, lo cual es muy complicado en una persona que ven¨ªa de la otra parte de Europa, donde las condiciones para hacer cine no eran las mismas que nosotros ten¨ªamos". ?Cu¨¢l es, entonces, el nexo com¨²n entre ellos? "Los dos somos artesanos del cine", afirma con decisi¨®n el director checo, que reconoce que, en la actualidad, "es muy f¨¢cil hacer cine, cualquiera puede coger una c¨¢mara de v¨ªdeo y hacer una pel¨ªcula, aunque sea una porquer¨ªa". Lester, que dej¨® el cine cuando apareci¨® la electr¨®nica, lo confirma al revelar que, en las dos ¨²ltimas entregas de Superman, no utiliz¨® efectos inform¨¢ticos, "s¨®lo trucos visuales y ¨®pticos".
Dos personas que han escrito brillantes p¨¢ginas en la historia del cine europeo deber¨ªan tener una opini¨®n autorizada sobre la situaci¨®n de la industria en el Viejo Continente. Pero, con Richard Lester y Jir¨ª Menzel, nunca se sabe si hablan en serio o en broma. Parten de una afirmaci¨®n que, en sus bocas, suena a farol, a un juego m¨¢s de esta pareja de incansables chascarrillos: "Nosotros no somos cin¨¦filos". Dicen sentirse "ajenos" al cine contempor¨¢neo, sobre todo el cineasta checo, que, a la t¨®pica pregunta que le inquiere sobre sus conocimientos del cine espa?ol, cita a "Bardem, Berlanga y Saura" y afirma no conocer "las nuevas generaciones de directores". Algo m¨¢s expl¨ªcito es Lester, quien habla de Almod¨®var, al que tiene "un gran respeto" y de las dificultades de ver cine espa?ol en Gran Breta?a, donde llega "la visi¨®n del mundo que nos imponen las multinacionales". Es natural. Lester lleva 15 a?os retirado del cine, dedicado a "ver partidos de rugby por televisi¨®n y aprender a cocinar", por lo que considera "arrogante" predecir el futuro del cine.
Menzel, m¨¢s activo profesionalmente que su compa?ero de charla, compara la situaci¨®n actual con la que hab¨ªa en Europa antes de que Gutenberg inventara la imprenta: "Se pas¨® de escribir a mano a que cualquiera pudiera ver un libro suyo impreso, y en el cine actual pasa lo mismo". Sin embargo, sigue en la brecha. Su ¨²ltimo filme, Yo serv¨ª al rey de Inglaterra, se estrenar¨¢ en Espa?a el 18 de julio tras su paso por los festivales de Berl¨ªn, Sevilla y Pe?¨ªscola, entre otros.
"No la he visto", reconoce Richard Lester.
-Mejor, ten en cuenta que somos amigos.
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