En Rusia no quedan banderas
Hiddink se ha convertido en un h¨¦roe nacional y hasta tiene una estatua en la pen¨ªnsula ucrania de Crimea
La fiebre del f¨²tbol se ha apoderado de Mosc¨² y de toda Rusia. Los telediarios, ¨²ltimamente, comienzan con noticias relacionadas con el f¨²tbol y los pol¨ªticos abren sus conversaciones hablando de la recuperaci¨®n de Rusia no s¨®lo en el plano militar y econ¨®mico, sino tambi¨¦n en el deportivo. Baste decir que el presidente ruso, Dmitri Medv¨¦dev, comenz¨® su conversaci¨®n con el rey Juan Carlos la semana pasada hablando de la Eurocopa y cada vez que hace una aparici¨®n p¨²blica saca el tema, como lo hizo nuevamente ayer mismo en su encuentro con escolares.
Lo ¨²nico que faltaba para la felicidad completa de los rusos y para recuperar definitivamente su sentimiento de orgullo y dignidad nacionales eran algunos triunfos en partidos importantes de f¨²tbol, lo que, por fin, consiguieron al vencer a Holanda y alcanzar las semifinales. Los halagos dedicados desde todas las latitudes al juego desplegado por la selecci¨®n de Guus Hiddink han hecho el resto.
Algunos diputados quieren modificar la ley que restringe el uso de la ense?a
Medv¨¦dev comenz¨® su conversaci¨®n con el rey Juan Carlos hablando del torneo
La noche del triunfo contra Holanda, el pasado s¨¢bado, Mosc¨² no durmi¨®: entre 500.000 y 700.000 personas salieron a las calles de la capital rusa para festejar el triunfo que les daba luz verde para las semifinales. A lo largo del pa¨ªs fueron millones los rusos que salieron a manifestar su alegr¨ªa en coche, dando bocinazos, y a pie, cantando, saltando y bailando. En la ciudad de Tavra, un seguidor embargado por la emoci¨®n decapit¨® una estatua de Lenin al subirse a ella. El monumento no aguant¨® el peso y al l¨ªder comunista se le cay¨® la cabeza. La fiesta super¨® a la de A?o Nuevo, la principal en Rusia.
Hiddink se ha convertido, mientras tanto, en un aut¨¦ntico h¨¦roe nacional. Un ruso del Extremo Oriente bautiz¨® con su nombre a su primog¨¦nito y otro que vive en Crimea, pen¨ªnsula que pertenece a Ucrania, pero donde la mayor parte de la poblaci¨®n habla ruso, le erigi¨® una estatua de cuerpo entero. La escultura la hizo Yevgueni Yablonski por encargo de Alex¨¦i Misiurov, director del sanatorio Moskovski, ubicado en los alrededores del balneario de Alushta. Incluso el presidente Medv¨¦dev, medio en broma, dijo que Rusia podr¨ªa otorgar la ciudadan¨ªa honor¨ªfica a Hiddink.
Tambi¨¦n los sentimientos patri¨®ticos de los rusos se han ido a las nubes. Como resultado, en la capital se ha agotado el stock de banderas nacionales. Esta situaci¨®n ha impulsado a los diputados de Rusia Unida, el partido que encabeza el primer ministro, Vlad¨ªmir Putin, a presentar un proyecto para modificar la ley que regula el uso del emblema. Rusia es uno de los pocos pa¨ªses del mundo que proh¨ªbe, y pena por ley, el uso de la bandera por parte de particulares en d¨ªas que no son fiestas estatales o familiares. As¨ª que los forofos se arriesgan a ser multados si cuelgan la bandera de sus balcones con motivo de la victoria de su selecci¨®n. Los diputados quieren acabar con esta situaci¨®n, que muchos califican sencillamente de rid¨ªcula.
"De ser aprobadas, las enmiendas dar¨¢n a los ciudadanos mayor libertad para manifestar sus sentimientos patri¨®ticos", declar¨® el parlamentario P¨¢vel Krashen¨ªnnikov, uno de los impulsores del proyecto.
Mientras tanto, la mayor¨ªa de los rusos est¨¢n entusiasmados con la perspectiva de jugar contra Espa?a. En esto coinciden con Hiddink, quien, despu¨¦s de recordar que la selecci¨®n rusa hab¨ªa comenzado la Eurocopa con una vergonzante derrota frente a los espa?oles (4-1), dijo a Ross¨ªiskaya Gazeta que no ve motivos para no devolverles "la deuda".
Los rusos ans¨ªan la revancha y ya ayer estaban pr¨¢cticamente reservados todos los lugares en los bares con pantallas de televisi¨®n para seguir el partido de ma?ana a pesar de que los precios se han disparado. En Vladivostok, por ejemplo, el precio de la reserva de las mesas en los bares deportivos ha aumentado ocho veces. Los cines de esa ciudad a orillas del Pac¨ªfico tambi¨¦n han decidido hacer su agosto con el partido de ma?ana y han invitado a los forofos a seguir el duelo con Espa?a en sus grandes pantallas. Con una particularidad: el precio de la entrada es el doble del que cobran para ver una pel¨ªcula de moda.
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