Rimas pol¨ªticas
Puesto que la poes¨ªa suele deambular por los dominios de la imaginaci¨®n, resulta dif¨ªcil comprobar si las afirmaciones que aparecen en estrofas y poemas son verdaderas o falsas. Sucede, sin duda, con el g¨¦nero amoroso, puesto que hasta el d¨ªa de hoy nadie ha podido establecer si Neruda expresaba sentimientos aut¨¦nticos, ni de qu¨¦ tipo, cuando escrib¨ªa dirigi¨¦ndose ambiguamente a la amada: "Me gustas cuando callas, porque est¨¢s como ausente". Pero sucede, tambi¨¦n, con el g¨¦nero social y comprometido, ya que, pese a los muchos a?os transcurridos desde que Gabriel Celaya dijera que "la poes¨ªa es un arma cargada de futuro", no ha sido posible obtener confirmaci¨®n alguna sobre el acierto o desacierto de estos versos.
Es preciso reconocer que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha hecho cuanto estaba en su mano para saber si el poeta Celaya ten¨ªa o no raz¨®n. Para empezar, en directa imitaci¨®n de Gallard¨®n, se describi¨® a s¨ª misma como "un verso suelto" al t¨¦rmino del congreso del Partido Popular, del que sali¨® triunfante Mariano Rajoy. Apenas unas horas m¨¢s tarde, la presidenta volvi¨® sobre sus pasos y asegur¨® que lo del "verso suelto" era una broma; ella, seg¨²n dijo, se ve¨ªa como un verso que rimaba, aunque no especific¨® si en asonante o consonante. A los efectos, poco importa: el m¨¦rito de Esperanza Aguirre ha sido demostrar que, frente a la afirmaci¨®n gen¨¦rica de Celaya, la poes¨ªa rimada tiene m¨¢s futuro que la que no rima.
Tambi¨¦n en Francia la poes¨ªa ha adquirido una inesperada relevancia pol¨ªtica, al reaparecer convertido en bardo el que fuera primer ministro Dominique de Villepin. A diferencia de Aguirre, Villepin no se ve a s¨ª mismo como verso, ni rimado ni sin rimar. Antes por el contrario, se contempla como poeta, esto es, como supremo hacedor de rimas y de versos. Por el momento, se ignora la opini¨®n de Sarkozy frente a esta contundente pretensi¨®n de su rival. Pero no habr¨ªa que descartar que, sinti¨¦ndose desafiado, convierta en pol¨ªticos los versos amorosos de Neruda. A Sarkozy, en efecto, Villepin le debe de gustar cuando calla. Exactamente como le debe de pasar a Rajoy con Esperanza.
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