El ¨²ltimo soplo alem¨¢n funde a Turqu¨ªa
El equipo de L?w, primer finalista, redime su pobre f¨²tbol con un golpe de suerte en el minuto 90
Muerta de miedo, Alemania alcanz¨® Viena despu¨¦s de ser sometida a una tunda por Turqu¨ªa. As¨ª es el f¨²tbol, que dir¨ªa Lineker, un deporte que juegan once contra once para que ganen los alemanes ni que sea por inercia. Anoche les redimieron tres remates a porter¨ªa. La Nationalmannschfat fue un cuento chino porque ni jug¨® bien a f¨²tbol ni gan¨® por intimidaci¨®n, sino que se encontr¨® con la victoria porque Turqu¨ªa se desvencij¨® en la ¨²ltima jugada. Lahm alcanz¨® el campo contrario y no par¨® hasta rematar a la red despu¨¦s de quebrar a Kazim Kazim, que yac¨ªa en el campo lesionado en la jugada, derrengado como todos sus compa?eros. A Turqu¨ªa le pudo finalmente el desgaste despu¨¦s de un ejercicio estupendo y un campeonato sensacional.
A los de Terim les pudo finalmente el desgaste despu¨¦s de un ejercicio estupendo
Alemania se encontr¨® tan a gusto frente a Portugal que ayer repiti¨® equipo y plan. L?w ha llenado el medio campo con dos volantes defensivos y tres centrocampistas de ataque, para suerte de Ballack, que deber¨ªa sentirse el jugador m¨¢s libre del mundo. A gusto est¨¢ tambi¨¦n Klose porque es el punto final del equipo, asistido en las bandas por el revoltoso Schweinsteiger y Podolski, con alma de delantero.
Ocurre que no hay dos partidos iguales ni una f¨®rmula infalible. Alemania sali¨® al campo como si no hubiera partido. Destensados, sus jugadores empezaron a taconear, a jugar al pie, sin tirar un desmarque, faltos de velocidad y agresividad, superados por la valiente Turqu¨ªa. La fuerza de los turcos no est¨¢ en la alineaci¨®n sino en el colectivo que ocupa la cancha y en la hinchada que grita en la grada y sale a la calle, pose¨ªdos todos por una determinaci¨®n sobrenatural. La fe del ultranacionalista Terim es contagiosa incluso para el extremo londinense Kazim Kazim.
Al seleccionador le alcanz¨® con los 18 jugadores que constaban en el acta para disputarle la victoria a Alemania. Ni siquiera la falta de Arda Turan y de Nihat, dos jugadores que marcan diferencias, debilitaron a un plantel tan escaso de recursos que Servet Cetin se sent¨® en el banquillo pese a que se le han diagnosticado cinco lesiones. Turqu¨ªa tom¨® la pelota nada m¨¢s comenzar el partido y dio una lecci¨®n de f¨²tbol.
Muy bien plantados, con Kazim y Ugur Boral abriendo el terreno y Mehmet Aurelio reduciendo a Ballack, los turcos acamparon en campo alem¨¢n. El suyo fue un despliegue tan intimidador como hermoso por la facilidad con que le escondieron la pelota y alcanzaron la porter¨ªa de Lehmann, desquiciado desde el remate de Altintop a los cinco minutos. Turqu¨ªa tiraba con bala ante la acobardada Alemania: los laterales no pod¨ªan con los extremos y a los centrales les entraba el v¨¦rtigo con los movimientos de Semih y las entradas del lateral Sabri.
As¨ª lleg¨® el gol de Ugur Boral en un rechace del travesa?o despu¨¦s de un tiro de Kazim. Turqu¨ªa vio que tiritaba el meta y la zaga alemanas y les sacudi¨® con un juego din¨¢mico, alegre, muy coral. A Alemania le redimi¨® como ya es costumbre la fortuna, pues alcanz¨® el empate en la ¨²nica llegada franca que tuvo antes del descanso. Podolski profundiz¨® por la izquierda y su centro lo remat¨® Schweinsteiger en una acci¨®n calcada a la del gol que le meti¨® a Portugal. La igualada, sin embargo, no alter¨® el tono del encuentro. Jugaba Turqu¨ªa contra Lehmann. No hab¨ªa noticias de Ballack, atado por Aurelio. El partido pertenec¨ªa a un turco del Bayern M¨²nich: Hamit Altintop.
Frings acudi¨® entonces en ayuda de Ballack y Alemania gan¨® un poco de energ¨ªa. Lahm empez¨® a salir de su ¨¢rea, Schweistenger pidi¨® la pelota y a los turcos perdieron encanto porque empezaron a repartir estopa. Iban a defender fuerte despu¨¦s de atacar con gracia, y su sentido de la solidaridad auguraba que para Alemania el partido continuar¨ªa siendo muy complicado. Turqu¨ªa organizaba unos rondos estupendos, prueba evidente de su t¨¦cnica y armon¨ªa, frente a quien la considera una horda. Los turcos son unos buenos peloteros y su dominio del cuero y buena lectura del juego se agranda cuando enfrentan a rivales f¨ªsicos del estilo de Alemania. A excepci¨®n de Portugal, nadie ha sabido c¨®mo jugarle a Turqu¨ªa.
El mon¨®logo de los turcos fue tan amplio que incluso le concedieron un gol a Klose en un error de R¨¹st¨¹, que sali¨® en falso ante un centro de Lahm. Para suerte de Terim, sin embargo, el portero alem¨¢n es igualmente malo, y Semih le retrat¨® poco despu¨¦s en un centro estupendo de Sabri. Volv¨ªa el encuentro al punto de partida y nadie apostaba contra Turqu¨ªa. Hasta que arranc¨® Lahm, tir¨® la pared con Hitzlsperger, y se venci¨® Kazim, se fue arriba Alemania y cay¨® Turqu¨ªa. A ning¨²n alem¨¢n se le ocurri¨® tirar el bal¨®n fuera del campo. Alemania, siempre tan eficaz y altiva, nunca perdona ni hace concesiones y menos a Turqu¨ªa, que vuelve a casa con la grandeza del que sabe tener la raz¨®n y se la niegan. Los turcos deber¨ªan saber que si hace falta un gol en el ¨²ltimo minuto lo marcar¨¢ Alemania.
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