El gato, el rat¨®n, la raposa
Nuestro lehendakari no parec¨ªa interesarse demasiado por la pol¨ªtica. Un t¨¦cnico, un contable, alguien m¨¢s preocupado por que le cuadraran las cuentas de forma favorable que por otra cosa. Su llegada a la presidencia coincidi¨® con un momento muy especial, la operaci¨®n Lizarra, una operaci¨®n de sumas y restas que fracas¨® de manera dram¨¢tica y cuya superaci¨®n exig¨ªa un golpe de tim¨®n de ¨ªndole pol¨ªtica -restaurar lo que se hab¨ªa roto- y sobre todo de naturaleza ¨¦tica. En lugar de eso, nuestro lehendakari decidi¨® seguir enfrascado en las cuentas, y creo que sigue en ello. Es su principal aportaci¨®n a la pol¨ªtica, en la que descubri¨® que nada hab¨ªa de malo para seguir sumando si se redondeaban las operaciones con unos cuantos conceptos virginales.
?Puede un dem¨®crata oponerse a la consulta? Si lo que se plantea en ella es una irresponsabilidad, s¨ª
En pol¨ªtica, sin embargo, hay actitudes e iniciativas en las que hay mucho de malo, raz¨®n por la que es peligroso someterla a simples necesidades del c¨¢lculo. Si Lizarra consisti¨® en sumar y restar, su fracaso le depar¨® al lehendakari la grata sorpresa de comprobar que segu¨ªa sumando y desde entonces no ha cejado en tratar de hallar la f¨®rmula maravillosa que le garantice aquel milagro de la contabilidad. Cuando todo parec¨ªa perdido, se encontr¨® con la mejor de sus rentas: 604.222 votos. El sue?o aritm¨¦tico parec¨ªa acumularse en su caj¨®n y hab¨ªa que aislar y depurar la ecuaci¨®n para que aquello continuara sumando. Habr¨ªa que utilizar los conceptos como guarismos y preparar los medios para que aquellos multiplicaran. Lo que vino despu¨¦s es conocido, y aburre hablar de ello.
El que no se aburre es nuestro lehendakari y el pr¨®ximo d¨ªa 27 presentar¨¢ en el Parlamento para su aprobaci¨®n su plan de consulta. Para sacarlo adelante necesita los votos de EHAK y no cabe dudar de que espera contar con ellos, pese a ese cinismo revestido de ingenuidad con el que se resguarda cuando afirma que espera contar con el apoyo de todos los grupos de la C¨¢mara. ?Puede ning¨²n dem¨®crata oponerse a una consulta popular? Si lo que se plantea en ella es una irresponsabilidad, s¨ª. Pero, irresponsable o no, nuestro lehendakari cuenta con el apoyo de los dem¨®cratas de EHAK, a cuya voluntad parece encomendar la aprobaci¨®n de su propuesta. El pobrecito rat¨®n se entregar¨¢ a la caricia del gato sin percatarse de que caer¨¢ en sus garras. Cuidado, sin embargo, con extraer conclusiones precipitadas, porque, ?no es acaso el poseedor de la f¨®rmula el gato?
La sesi¨®n parlamentaria del viernes pretende ser un fotomat¨®n preelectoral y las fuerzas pol¨ªticas que se posicionen a favor de la consulta quedar¨¢n comprometidas por ella. Quedar¨¢n comprometidas con una consulta que no se va a realizar, pero a la que se le ofrecer¨¢ su oportunidad plebiscitaria en las inmediatas elecciones auton¨®micas, esas a las que EHAK no se podr¨¢ presentar, aunque se ver¨¢ representada por aquel a quien ha dado su confianza. He ah¨ª el gato convertido en rat¨®n, y el supuesto rat¨®n en raposa. El lehendakari quiere repetir su triunfo de 2001. Ya lo intent¨® en su adelanto electoral de 2005, pero las uvas no estaban maduras, entre otras cosas porque Batasuna pudo presentar una franquicia y, sobre todo, porque en aquellas fechas cualquier intento de dar imagen a un frente PP-PSE resultaba inveros¨ªmil.
El frentismo es un componente sustancial de la f¨®rmula contable del lehendakari. Le dio muy buenos resultados en 2001 y no tan buenos a quienes se le enfrentaron. Insistir en que PP y PSE estuvieron a s¨®lo 25.000 votos y un diputado de PNV-EA supone ignorar que en las auton¨®micas de 1998 ambas fuerzas obtuvieron 13.000 votos y tres diputados m¨¢s que el combinado nacionalista, resultado favorable que se repiti¨® en 2005, con 17.000 votos y cuartr diputados m¨¢s. No soy quien para aconsejar estrategias a nadie, pero, si se me permite una opini¨®n, no debiera darse ning¨²n paso que facilitara la f¨®rmula de c¨¢lculo del lehendakari. Es posible que hagan lo que hagan los dem¨¢s esa f¨®rmula est¨¦ ya obsoleta; pese a ello, conviene que las uvas sigan sin estar maduras.
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