Raros viajes al cuerpo
Nuestro cuerpo, que nos esclaviza a sus necesidades y al cabo nos mata, siempre ha sido una fuente de conflicto para los humanos. Los puritanos de todas las religiones han tendido a contraponerlo al esp¨ªritu (estoy aqu¨ª dentro, encerrada en la c¨¢rcel de mi carne) y a considerarlo impuro y punible, un enemigo. Pero tambi¨¦n ha habido celebraciones de la gloria del sexo, esa m¨¢xima explosi¨®n de lo carnal, como sucede en el tantrismo o en el pintoresco org¨®n de Wilhelm Reich.
Los ¨²ltimos descubrimientos cient¨ªficos est¨¢n demostrando que nuestro cuerpo es un vasto universo en v¨ªas de exploraci¨®n. El estudio del cerebro, sobre todo, lleva unas cuantas d¨¦cadas de avances formidables. Hay un libro maravilloso del neur¨®logo V. S. Ramachandran, Fantasmas en el cerebro, un texto de divulgaci¨®n que se lee como una novela de aventuras y que, entre otras cosas, viene a decir que Dios habita encima de nuestra oreja izquierda. Ah¨ª est¨¢ situado el l¨®bulo temporal izquierdo del cerebro, y se ha comprobado que, cuando esa zona sufre alguna lesi¨®n por un ataque epil¨¦ptico o alguna otra causa, el sujeto afectado puede experimentar intensos raptos m¨ªsticos, obsesionarse por los temas religiosos y convertirse en un iluminado o en un fan¨¢tico. Simplificando de manera b¨¢rbara, podr¨ªamos decir que Dios no es una zarza ardiente, sino un desordenado chisporroteo el¨¦ctrico que ilumina un rinc¨®n de la blanda y grasienta masa de neuronas. A¨²n m¨¢s: Dios ser¨ªa una lesi¨®n, una enfermedad, una herida.
Para Daniel Tammet, los n¨²meros son sus amigos; cuando est¨¢ nervioso o asustado se pone a contar y eso le calma
S¨ª, nuestro cuerpo es el mundo en el que tenemos que vivir toda nuestra vida. Y hay libros que son como cartas de navegaci¨®n de ese planeta corporal, mapas de la terra incognita de nuestro organismo. Como, por ejemplo, las espl¨¦ndidas obras del neur¨®logo Oliver Sacks (la mejor, para m¨ª, Un arque¨®logo en Marte, sobre la que quiz¨¢ escriba alg¨²n otro d¨ªa); o como un libro publicado en Espa?a hace algunos meses, Nacido en un d¨ªa azul, de Daniel Tammet, un autista brit¨¢nico de 29 a?os. En concreto, Daniel tiene el s¨ªndrome de Asperger, que es un trastorno de la familia del autismo, aunque algo m¨¢s leve. Adem¨¢s ha padecido ataques epil¨¦pticos y posee un alto grado de sinestesia, de manera que en su cabeza se mezclan los sentidos y puede ver los n¨²meros con colores y formas. Como Vlad¨ªmir Nabokov, dicho sea de paso, s¨®lo que al gran escritor ruso le ocurr¨ªa sobre todo con las palabras.
Adem¨¢s Daniel es un savant, uno de los cincuenta savants que hay registrados en el mundo, personas que por un lado sufren discapacidades graves y a menudo totalmente inhabilitadoras, pero que por otro ejecutan proezas cognitivas apabullantes. El savant o sabio de este tipo m¨¢s famoso es Kim Peek, que inspir¨® el personaje de Dustin Hoffman en la pel¨ªcula Rain Man, y que, entre otras cosas asombrosas, es capaz de leer dos libros a la vez, uno con cada ojo, y recuerda palabra por palabra el 98% de los 12.000 vol¨²menes que ha le¨ªdo en su vida. En cuanto a Daniel, puede recitar de memoria 22.500 decimales de Pi y distingue inmediatamente cualquier n¨²mero primo (que es aquel que s¨®lo se divide por s¨ª mismo y por la unidad), porque para ¨¦l posee una textura suave y como pulida, muy distinta de la rugosidad con que ve las dem¨¢s cifras. Para Daniel, los n¨²meros son sus amigos; cuando est¨¢ nervioso o asustado se pone a contar y eso le calma. Las cifras forman hermosos paisajes num¨¦ricos dentro de su cabeza y poseen personalidades definidas. Y as¨ª, el 11 es amistoso y el 5 chill¨®n. En cuanto al 4, que es su n¨²mero favorito, es t¨ªmido y callado. El 37 tiene grumos, y al 89 lo ve como nieve cayendo. Tampoco se le dan nada mal las palabras: habla once idiomas, entre ellos el espa?ol, el lituano y el gal¨¦s. Por cierto que aprendi¨® el island¨¦s en s¨®lo una semana. Y ha inventado un lenguaje propio que se llama M?nti.
Todo esto ya es lo suficientemente peculiar; pero lo que ha hecho de Daniel un caso ¨²nico en el mundo es que, mientras otros savants no pueden hacerse cargo de s¨ª mismos (Kim apenas es capaz de abrocharse la camisa), ¨¦l ha conseguido construirse una vida independiente y completa. Eso s¨ª, con un esfuerzo descomunal, porque cosas tan simples como coger un autob¨²s siguen siendo para ¨¦l retos dif¨ªciles. Cada ma?ana tiene que desayunar 45 gramos de cereales, ni uno m¨¢s ni uno menos (los pesa con una b¨¢scula electr¨®nica); y si por alguna raz¨®n no puede beber a su hora exacta alguna de las tazas de t¨¦ que toma al d¨ªa, se pone nervios¨ªsimo y al borde de un cataclismo. De ni?o, se daba de cabezazos contra las paredes. Y, sin embargo, este joven tan pr¨®ximo al abismo ha sido capaz de irse de casa de sus padres a los 19 a?os; de mantener desde hace siete una s¨®lida pareja amorosa con Neil, un t¨¦cnico inform¨¢tico; y de inventar un m¨¦todo de ense?anza de idiomas por internet que marcha viento en popa y le ha permitido montar su propia y boyante empresa. Digamos que lo m¨¢s extraordinario de Daniel es que sea tan normal.
Por a?adidura, en fin, ha escrito este libro, una autobiograf¨ªa ¨¢gil y sencilla que nos permite viajar a los extremos del ser, al interior de ese cerebro tan distinto. El pulcro texto tiene algo ex¨®tico, algo alien¨ªgena, el eco fascinante de un mundo remoto, y al mismo tiempo ofrece el ¨ªntimo reconocimiento de lo humano por encima de su pasmosa diversidad. Hacia el final del libro, Tammet cuenta su encuentro con el savant Kim Peek, que en su vida cotidiana es tan aut¨®nomo como un ni?o de dos a?os. Kim le abraz¨® y le dijo: "Alg¨²n d¨ªa ser¨¢s tan grande como yo". Y Tammet explica que es el cumplido m¨¢s maravilloso que jam¨¢s le han dicho, y que encontrarse con Peek fue uno de los momentos m¨¢s felices de su vida. Conmovedor e inolvidable Daniel Tammet, valiente explorador de los confines. -
Un antrop¨®logo en Marte. Oliver Sacks. Traducci¨®n de Dami¨¢n Alou Ramis. Anagrama. Barcelona, 2006. 408 p¨¢ginas. 9,50 euros.
Nacido en un d¨ªa azul. Daniel Tammet. Traducci¨®n de Miguel Portillo. Sirio. Barcelona, 2007. 262 p¨¢ginas. 11,95 euros. Fantasmas en el cerebro. V. S. Ramachandran y Sandra Blakesle. Traducci¨®n de Juan Manuel Ibeas. Debate. Barcelona, 1999. 358 p¨¢ginas. 19 euros.
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